Regrese decepcionada a mi departamento porque de verdad quería que esa tarde de películas se postergase a una noche de películas de amigas. Pero mis amigas solteras y fiesteras no se conformarían con un televisor y palomitas, necesitaban más y así habían pautado una de esas salidas descontroladas a la discoteca. Yo no tenía ganas de ello, y tenía esperanza de que Etienne aceptase hablar conmigo. Patricia me vio con cara de preocupación pero yo le pedí que se tranquilizara. Ojalá estuviese tranquila dentro de mí. En lo que termino de subir las escaleras me sorprendo y pestañeo mucho para asegurarme de lo que estoy viendo, son mis padres en el pasillo. Ellos me miran y la emoción cubre sus rostros. ─ ¡Hija! ─ me abraza mi mamá con amor, seguido de hacer lo mismo mi papá. ─ ¿Qué hace

