No puedo tener novio

1750 Words
– ¡Oye tú! – Ada lo sacó de sus pensamientos – ¿quieres dejar de acercárteme de esa manera? – le dijo muy molesta, estando frente a él.   – ¿Por qué preciosa? – Emmett le dijo acercándosele – ¿te pongo nerviosa? – le sonrió seductoramente y haciéndola retroceder.   – N-no, no es eso – Ada ya había tocado la pared.   – Pues parece lo contrario – ahora Emmett estaba a escasos centímetros de su rostro.   Ada se sonrojó fuertemente, Dios, ese chico sí que la ponía nerviosa, le gustaba era más que obvio, ¿por qué?, si recién lo conocía.   – Será mejor que nos vayamos, no debo llegar tarde – dijo volteando su rostro y tratando de salir de esa situación incómoda.   – ¿Por qué tan de prisa?, aún hay tiempo – comentó, tomándola del codo, y jalándola delicadamente hasta colocarla nuevamente pegada a la pared – Además quiero hacer algo antes de irnos – se acercaba peligrosamente a los labios de Ada, los cuales dejaban escapar la respiración un tanto agitada de la joven.   – Ha… ¿hacer qué? – preguntó muy nerviosamente.   Emmett la miraba fijamente y de una forma al parecer muy dulce.   – Esto… – Emmett respondió y juntó sus labios a los de ella, esa sensación tan cálida, no la había sentido nunca, notaba que Ada estaba muy nerviosa o tenía muy poca experiencia besando, pues estaba casi paralizada, pero, muy a su pesar, esa sensación le gustó, le gustó mucho.   El beso era suave, tierno, si no fuese porque aquello, era solo una cruel apuesta, se podría jurar que había amor de por medio.   Justo en ese momento y una vez que se aseguró que no había nadie en su salón regresaba Edrick a recoger sus pertenencias, y al girar su rostro al salón del 3-E, los vio, eran Ada y el imbécil de Emmett, se estaban besando, no supo definir lo que sintió, pues de cierto modo Ada le había gustado desde hacía mucho tiempo atrás llegando a creer incluso, que sí que había sentido algo por la chica, y al tipo con ella, simplemente lo detestaba, los ignoró, y entró a su salón a tomar su mochila.   Ada estaba sorprendida, ese era su primer beso…el primero, aunque nunca había soñado con anda en particular para un momento tan importante, se sintió en las nubes, Emmett en verdad le gustaba…más que lo que había imaginado, colocó ambas manos débilmente en el pecho de Emmett, y como pudo correspondió el beso.   Él al notarlo, con sus brazos rodeo su pequeña cintura y la atrajo hacia él, poco a poco quiso hacer más pasional el beso, un error, porque Ada se sintió sumamente incomoda al sentir como con su lengua intentaba invadir su boca, y lo alejó prontamente, para salir casi corriendo de ahí.   Al momento de salir, por segunda ocasión en el día, chocó con Edrick quien en ese momento también salía de su salón…   – Yo… yo, lo siento – dijo Ada, hizo una pequeña reverencia y salió disparada nuevamente de ahí, él solo la miró con un poco de extrañeza y confusión, ¿por qué salía corriendo, después de besarse con Emmett?, bueno, eso a él no le importaba en lo absoluto.   – ¡Ada espera…! – gritó Emmett antes de salir del salón.   – Mph… ahora después de besarlas, huyen de ti… vaya, eres patético Emmett, conmigo jamás hubiese pasado – dijo sonriendo irónicamente, Edrick.   – Jódete Edrick, no tengo tiempo para ti – y salió corriendo detrás de Ada.   Edrick por su parte lo vio, le parecía un tonto, “no es alguien con quien Ada debería estar… Si bien es muy amiga de Sara, también es diferente, odio su forma demasiado dulce de ser, pero… ¿pero?... qué diablos estoy pensando… por mí que se jodan los dos”. Él también se fue de ahí.   Ada corrió hasta llegar a su lugar de entrenamiento, al llegar se encontró con su coach.   – Llegas tarde Ada, a los vestidores, y cámbiate pues la práctica está por comenzar – le dijo la hermosa mujer sin voltear a verla.   – Lo siento señorita Sophia, no volverá a ocurrir, y no tardaré – se dirigió a colocarse su traje de baño.   “¿Qué fue lo que me pasó?… ¿por qué salí corriendo? Ay Dios, ahora creerá que estoy loca” se dijo ella misma gritando en su mente.   – ¿Ada? – preguntó Agnes, que hasta ahora notaba estaba presente.   – Oh, no… no, nadie, no me hagas caso – rio nerviosamente la chica sin darse cuenta que aquello no lo había hablado, solo pensado.   – Como sea, te veo afuera – Agnes salió de ahí dejándola sola, pero imaginándose que algo había ocurrido entre Ada y Emmett dado el nerviosismo de ella “no sé qué sea, pero Emmett está de por medio y debo de averiguarlo, seguro me ayuda en algo con Darwin” medito la pelirroja…haría lo que fuese por conseguir el amor de aquel chico.   – Ahh, eso estuvo cerca, que pensaría Agnes si supiera que me besé con Emmett, si justo hoy lo conocí… no yo no soy así – le preocupaba a Ada el qué dirán.   Emmett por su parte, recién llegaba al lugar… “Ada… que me pasa contigo?” suspiró, justo ella salía de los vestidores.” “Por Dios, ¿por qué tenía que pasarme esto?, ella se ve aún más encantadora en traje de baño, debajo del uniforme escolar, nunca se le ve esa estrecha cintura, su perfecta cadera, sus largas piernas torneadas y esos …No puede ser…lo dejó estático. “Definitivamente TIENE QUE SER MIA”, pues si bien era un traje de baño deportivo, le lucia perfectamente.   Ada se preparaba para lanzarse al agua, junto con Agnes y otras cinco chicas más que conformaban el grupo…   – Bien señoritas, esto es serio… dentro de unas semanas tendremos las competencias regionales y queremos el primer lugar para la institución nuevamente… así que a trabajar – habló fuerte la señorita Sophia. Se lanzaron al agua y comenzó el entrenamiento.   El entrenamiento era duro, la señorita Sophia de verdad se tomaba muy en serio las competencias cercanas, quería que las chicas dieran el máximo en cada ocasión, para ella no había otro objetivo que no fuese el primer lugar, con Ada, claro estaba, eso estaba prácticamente asegurado pues era su mejor nadadora, y así se los hacía saber, ella era aparentemente dura, pero era una muy buena persona y quería a Ada, realmente la apreciaba.   Una vez terminado el entrenamiento, todas las chicas se dirigieron al gran cuarto del fondo, eran las duchas y los vestidores, hasta ahí las siguió su coach.   – Bien, chicas, el día de hoy estuvieron muy bien, todas, en especial tú Ada, sigue así, sabes que cuento contigo para ganar esas competencias, como las anteriores – habló entusiasmada y sonriendo a la jovencita.   – Claro que si coach, cuente con ello – dijo ella sumamente cansada y emocionada.   – De acuerdo, el resto no aflojen el paso, en especial tú Agnes, estas bajando tu rendimiento – le dijo a la pelirroja. Quien solo rodó los ojos fastidiada, pues ya se lo sabía de memoria.   – Terminen con sus cosas y se pueden retirar, nos vemos el miércoles… - salió del salón.   Fuera de las duchas esperaba Emmett a una Ada que se tardaba demasiado según él.   – Pues que tanto hace ahí adentro? – se preguntaba   – Y usted joven, nunca lo había visto por aquí, ¿es nuevo? – preguntó Sophia.   – ¿Eh?, si, espero a Ada…- respondió el otro.   – Bien, solo espero que su presencia no la distraiga, no quiero que mi mejor representante decaiga solo por un jovencito – dijo mientras seguía su camino.   – ¿Y esta que se cree? – lo molestó – en fin, a mi qué…- decidió ignorarla.   Mirando a la chica salir, se apresuró hasta ella.   – Al fin sales… - dijo Emmett sorprendiendo a Ada que recién salía.   – Oh, no esperaba verte aquí – no lo vio durante las practicas, pues Ada nunca prestaba atención a quienes veían el entrenamiento.   – Te dije que estaría aquí hoy, ¿ya lo olvidaste? – le recordó un tanto ofendido.   – Si lo siento, es solo que yo pensé que después de… - Ada se detuvo, se dio cuenta de lo que iba a decir.   – Después de que nos besamos, querrás decir… - Emmett no se iba a andar con rodeos, no ahora, que la había visto más hermosa que antes, y tenía prisa por dar el siguiente paso.   – Eh, bueno yo… yo… - diablos, otra vez nerviosa y en una situación incómoda.   Emmett frunció el ceño algo molesto por su timidez.   – Basta de nervios Ada, ya no somos unos niños, tú me gustas y yo no te soy indiferente, de eso ya me di cuenta, de no ser así no hubieses correspondido a mi beso – le dijo, en verdad tenía prisa por avanzar con ella.   – Esto no es fácil Emmett, yo no quiero, ni puedo tener novio – dijo Ada aferrándose a su idea de cero novios.   – Pero, ¿por qué?, sé que te gusto… y te gustó el beso que nos dimos – el, no quería batallar.   Ada se quedo en silencio por un momento, nadie podía saber sus motivos, recordó a su madre alcohólica, a su hermano pequeño…ella no podía darse el lujo de tener distractores si es que acaso quería sacar a su hermano del fondo del abismo en el cual se encontraban.   – Eso no tiene que ver… ¡solo no puedo! – y se giró rumbo a la puerta, - me tengo que ir y no insistas - le dijo claramente.   – Espera, puedo… ¿puedo acompañarte a tu casa? – Emmett no podía dejarla ir así, medio molesta, de lo contrario mañana sería volver a empezar.   – No, lo siento, me voy – Aura comenzó a caminar y lo dejó parado, sólo.   Emmett apretó los puños en frustración, “Sea como sea, tienes que ser mía, mi orgullo está de por medio, esa apuesta no la puedo perder” se reafirmó su idea. Y se fue siguiendo sus pasos, aunque no tenía intención en alcanzarla.   Mientras, del baño salía con una gran sonrisa Agnes, quien había escuchado todo… “esto va a ser muy interesante”, meditó. 
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