Tiene que ser mía

3200 Words
Al parecer el jueguito de Emmett daba ciertos resultados, pues Ada volvió a sonrojarse y esta vez reconoció en su interior que el chico le gustaba mucho, lo que la hizo sentir un poco tonta, pues en todo este tiempo no había tenido nunca novio, a pesar de estar cerca de cumplir 18 años, ella creía que lo mejor era dedicarse a sus estudios, a la natación y a ayudar todo lo posible en casa, no tenía tiempo de tener novio, eso pensaba… y ahora ahí estaba tomada de la mano de un chico realmente guapo, sintiéndose nerviosa, como nunca antes y sin saber qué era lo que en la mente del joven pasaba, si, definitivamente Ada no tenía idea.   – Entonces, en qué ¿Dirección? – pregunto Emmett deteniéndose justo fuera de la puerta del salón.   Ada seguía en sus pensamientos…     – ¿Ada?... ¡oye Ada!, despierta ¿quieres? – le decía pasando su mano frente a su rostro para hacerla reaccionar.   – ¿Eh?, si, ¿qué me decías? – realmente estaba desubicada.   – ¿Te pregunte, hacia dónde? – repitió “esto no me va a resultar tan complicado” pensó al ver que confundía a la colegiala.   - Bien, hacia acá - dijo girando a la izquierda, y ahora fue ella la que lo guio, rumbo a la cafetería. _ Bueno como puedes ver todo este pasillo es de salones de 3er. Semestre, aquí_ dijo al llegar a una esquina y señalar a la izquierda - en este pasillo, están los de 5to. Semestre, hacia acá_ ahora señalando al lado derecho - están los talleres, debes elegir uno, supongo que eso lo debes de ver con el asesor - le comento restándole importancia.   - Si algo me comentaron -dijo, mirándola fijamente, de verdad era hermosa.   - Sigamos, aquí derecho esta la cafetería - caminaron en el mismo pasillo que llevaba a su salón, solo que ahora rumbo a la cafetería. Antes de entrar, señalo unas puertas y le dijo - Estos son los baños, son los más cercanos a nuestra clase, comamos rápido y te doy un recorrido de lo que falta del plantel, ¿te parece? - le preguntó sonriéndole cálidamente.   - Cl… claro! – sí, era hermosa…” que rayos me pasa, sí es linda, pero no es nada fuera de lo común”, pensaba, no quería enamorarse, ¿cómo? ¿Él?, Emmett Ryder, ¿enamorado y tan pronto? Por Dios la acababa de conocer, además estaba el hecho de que ella le ayudaría a ganar una apuesta, de la cual saldría muy beneficiado. ”no, tonterías, si me gusta esta niña, pero una apuesta es una apuesta, y voy a ganar, VAS A SER MIA ADA WEMBLEY” tontamente siguió con su idea.   - Pues bien, adelante - atravesó la puerta de la cafetería, pero al instante chocó con alguien quien iba saliendo un tanto de prisa y no la vio venir.   – ¡auch!... - casi cae, pero Emmett entraba justo detrás de ella y alcanzó a tomarla de los hombros, evitando así que al suelo fuera a dar.   – ¿Quieres fijarte por dónde vas? -reclamó Emmett de forma altanera, al joven que tenía frente a él, que por el choque, perdió un poco el equilibrio, pero sin llegar a caer.   - Lo siento – dijo el joven de manera inconsciente, sin ver con quien chocó y mucho menos quien le reclamaba.   – ¡Vaya, vaya!, pero mira nada más a quien tenemos aquí – dijo aquel joven de manera arrogante, ahora si viendo quien le hablaba, – nada más y nada menos que al niño Ryder – y soltó una carcajada, que llamo la atención de gran parte de los presentes en la cafetería.     – Ada, no sabía que anduvieras con malas compañías – el joven se burló de la chica que casi tira, y ahora ella lo miraba un tanto molesta.   – Déjate de tonterías idiota! – dijo bastante molesto Emmett, pues lo conocía, ellos dos fueron rivales en las competencias de baloncesto, en las que sus escuelas, antes distintas, se enfrentaban.   Definitivamente ese chico era uno de sus mejores oponentes, aunque para su gusto era demasiado confiado y no ponía el suficiente empeño para ser el mejor. Pues en verdad era buen jugador, aunque nunca lo reconocería delante de nadie.   – No son tonterías Emm…ett – arrastró el nombre del chico como si asco le provocara.   – Basta ya Edrick – hablo por fin Ada, ya más tranquila, y queriendo calmar el ambiente que se tornaba un tanto hostil. – Sigamos Emmett – e intentó jalar al castaño, que miraba retadoramente al pelirrojo.   – Si, sigan Emmett – le dijo el chico ojiazul, más que divertido por molestar a esos dos.   A Ada la conocía desde que entraron a la preparatoria, aunque estaban en grupos diferentes, era difícil no notarla pues destacaba entre todas, y aparte era vecina de Aurora, una muy buena amiga de Edrick, aunque ellas no se hablaban desde que salieron de la primaria, y pues, a Emmett lo conocía por el deporte, Emmett era capitán en su antigua escuela, y Edrick, por su parte era el mejor jugador que tenía la preparatoria Roseu, aunque nunca quiso ser capitán, pues faltaba muy frecuentemente a las practicas, por andar de buscapleitos con sus antiguos compañeros, motivo por el cual, ya no se encontraba en el equipo.   – Me gustaría decirte que fue un gusto, pero no lo fue; y que nos veremos en el gimnasio, en el entrenamiento de baloncesto, pero tampoco; puesto que te botaron por irresponsable, cosa que no lamento, ahora estoy aquí y yo seré la estrella de este equipo, como lo fui del anterior - Emmett se burló, puesto que sabía lo que Edrick amaba el baloncesto.   – Pues suerte con eso – le dijo Edrick ocultando su coraje con una sonrisa sarcástica – espero puedas llenar el lugar que deje libre, aunque lo dudo mucho, y no me botaron, yo, deje el equipo – afirmó, pues era cierto, Edrick siempre tuvo problemas en aceptar órdenes, era un chico bastante rebelde, entro al equipo de baloncesto, porque era el deporte que le apasionaba y practicaba desde primaria y en verdad era bueno en él, por naturaleza, ni siquiera tenía que esforzarse tanto para ser el mejor, pero llegando a la adolescencia, su personalidad cambió, junto a sus amigos, era considerado un chico problema, pues siempre andaban en pleitos con grupos contrarios, ya fuesen de su colegio o alguno vecino.   – Solo espera y lo verás… ¡vámonos Ada! – le dijo, para tomar la mano de Ada y adentrarse en la cafetería, que casualmente estaba en completo silencio, escuchando a esos dos discutir, pues estando Edrick de por medio, seguramente terminaría en pleito, cosa que no ocurrió.   – Eso… si no me decido a regresar y quitarte el lugar que TU, crees haber ganado, Ryder – amenazó, con una sonrisa arrogante, felicitándose internamente, pues notó como Emmett por un momento detuvo su marcha, para después ignorarlo y seguir su camino. Sí, seguro que lo preocupó, pues Edrick, si de verdad se lo proponía podía pasarle por encima a Emmett, al menos en el deporte estaba completamente seguro que así era. Aunque no tenía intención de volver a jugar, no al menos para la preparatoria. Y continuo su camino, rumbo al patio central, pues Peyton, su mejor amigo, algo raro, por cierto, lo esperaba para ver ahora a que nuevo grupo de estudiantes molestarían por mero entretenimiento.   – Ese idiota, cree que va a poder conmigo, pero le voy a mostrar quien es Emmett Ryder – pensó en voz alta.   – Tranquilo Emmett, no pasa nada, no le hagas caso, Edrick siempre es así – dijo Ada, pues ella también conocía al pelirrojo, nunca fueron amigos, pero ocasionalmente cruzaban palabras, él intentando molestarla, pues la consideraba una chica sumamente fastidiosa, siempre sonriendo, ayudando a los demás; la señorita “el mundo es bello”, de verdad le desagradaba, además de que fue novio de Sara, una de sus mejores amigas en ese entonces.   – ¿Mmm? – no se había dado cuenta que habló en voz alta.   – Te digo que no le hagas caso, que no te afecte lo que diga, ¡ánimo!, y dime, ¿de verdad piensas entrar al club de baloncesto? – le preguntó tratando de hacerlo cambiar el semblante que traía, mientras elegían lo que comerían.   – Bah, no me afecta en lo absoluto – dijo de manera grosera – y sí, si pienso entrar al equipo, después de todo es lo que más me gusta, y si no tengo otro remedio que terminar mis estudios en esta escuela, al menos trataré de no morir de aburrimiento – habló sacando el peor lado de su personalidad.   – Pues permíteme decirte que… con terminar aquí tus estudios deberías de estar más que satisfecho, pues esta escuela es una de las más reconocidas a nivel nacional, y tú, tienes suerte de que te aceptaran, no nos haces ningún favor – le dijo de manera tajante, pues en verdad le molestó la forma de expresarse del castaño, ¿que se creía? – y con lo que dijo Edrick, estoy de acuerdo, si él volviese, seguramente le darían el puesto de capitán, eso… si esta vez no lo rechaza – continuó ahora intentando molestar al chico, a la vez que se dirigía a una mesa vacía.   – Oye, lo siento, no quise molestarte – se disculpó, pues, aunque tenía replica para cada una de las palabras proferidas por la chica no iba a ponerse a discutir, mandar al diablo todo y perder su apuesta. – De verdad, ¿crees que él sea mejor que yo? – preguntó mientras iba tras ella, mostrando un rostro de preocupación, hecho que no era del todo falso. – Eh, bueno… – Ada dudo en responder, pues a él nunca lo había visto jugar, de hecho, lo acababa de conocer, y a Edrick por su parte, solo lo vio un par de veces y en verdad era bueno. – Pues, no lo sé, pero te aconsejo que le bajes a tus aires de grandeza, porque siempre habrá alguien mejor que nosotros, en cualquier aspecto, además, de no hacerlo, te traerá problemas – finalizó.   – Los problemas son algo que no me importan, siempre he podido lidiar con ellos… pero no estoy conforme con tu respuesta Ada, y te voy a demostrar que voy a ser el nuevo capitán de este equipo – Emmett volvió a su tono prepotente, pero ahora un poco más calmado, le guiñó un ojo y se dispusieron a comer.   – Como digas – a Ada no le interesaba discutir, por lo que decidió solo ignorar sus comentarios.   Cambiaron el tema y terminaron de comer, aún tenían cerca de 15 minutos libres y salieron de ahí, a ver lo que les faltaba del plantel. Salieron del edificio y marcharon hacia los distintos gimnasios.   – Bueno, y aquí es el gimnasio donde entreno natación y… – fue interrumpida.   _ Entrenas?, no me lo habías dicho… y cuando es eso?_ quería sacar la mayor información posible, pues de eso dependía lograr su cometido.   _ Pues solo no había salido en la conversación_ le restó importancia _ y entreno, los lunes, miércoles y vienes, una hora y media, saliendo de clases_ y así era, pues esos días Ada no pasaba por Byron, ya que la mamá de Hitomi, la noviecita de su hermano, se ofreció muy amablemente a llevarlo a su casa esos días, pues sabía lo que ella se estaba esforzando, cosa que agradeció sobremanera, pues hubiera odiado dejar el equipo de natación.   _ Vaya, entonces hoy entrenaras… te molestaría si me quedo a verte?_ creyó ver una buena oportunidad de poder estar más cerca de ella.   _ Pues en realidad no me molesta, de hecho siempre hay espectadores viendo las competencias_ le comentó simple.   _ Bien, pues aquí estaré apoyándote_ sonrió abiertamente, mientras se llevaba ambas manos a la nuca.   _ Ok, bueno, será mejor darnos prisa porque nos toca álgebra y el profesor, aunque no es muy puntual, si es muy estricto, y no nos dejará entrar si llegamos después que él_ y corrió encaminándose a su aula, dejando a Emmett viéndola.   – Oye, ¡espérame! – le gritó cuando reaccionó, pues por unos segundos se perdió mirándola, “solo espero no arrepentirme, o enamorarme de ella”, pensó al momento de alcanzarla, pues en sí, Emmett no era mala persona, solo estaba desubicado, y le molestaba sobremanera que dudaran de él, y cuando Arley le dijo que ella era mucho para cualquiera, despertó su aire competitivo, pero ahora no había vuelta atrás. Él le iba a demostrar que nadie se le resiste a Emmett Ryder.   A la llegada al salón las miradas se posaron sobre ambos chicos, cada uno se dirigía a su respectivo lugar, tomando así direcciones separadas.   – Vaya Ada, no pierdes el tiempo – dijo con un tono burlón y casi molesto Agnes.   – No entiendo a qué te refieres, Agnes – replicó Ada, pues no le gustó la forma en que eso sonó.   – Digo, Emmett recién inicia, y ya lo acaparaste, me preguntó qué pensará Darwin al respecto – mencionó haciendo, ahora sí, más notoria su molestia.   – ¿Darwin?, y dime qué tiene que ver él con esto? – Ada seguía sin entender.   – Sencillo Ada, él gusta de ti, y no le va a parecer que andes de la mano todo el día con alguien que recién conoces – Agnes se burló y le dio la espalda, a pesar de ser la supuesta amiga de Ada, haría lo que fuera por desprestigiarla frente a Darwin, pues lo quería para ella.   – Dos cosas Agnes – le dijo poniéndose frente a ella y mirarla directamente a los ojos – una, no ando de la mano con Emmett todo el día, y dos; a Darwin no tiene por qué afectarle que yo le muestre las áreas del plantel al chico nuevo, ¿entendido? – hablo firme y claro, pues aunque Ada siempre era muy linda con todo el mundo, también tenía su carácter y no se andaba con rodeos, aunque eso no se veía todo el tiempo.   – Como digas – Agnes rodó los ojos con fastidio; ”pero esto no se iba a quedar así” la chica medito para si misma, como dicen, al amigo hay que tenerlo cerca, y al enemigo aún más, y Agnes nunca le perdonó el hecho de interponerse entre su gran amor y ella, aunque Ada no tenía ningún plan con Darwin, pero eso ella nunca lo entendería.   – Bueno ya chicas, esto parece un verdadero pleito, ¿y nosotras somos amigas no? – mencionó Amelia, otra chica muy bonita, que pertenecía al grupo de amigas de Ada, las más populares del plantel, aunque ella, era realmente presumida y déspota con casi todos, excepto claro, su íntimo circulo.   – No para nada Amelia, aquí no pasa nada, ¿verdad Ada? – dijo Agnes, con medio tono de burla.   Pues planeaba dejar a Ada fuera de su círculo, aunque aún no veía como, pues todas la apreciaban mucho, tanto Sara, Carmila, Eliza e incluso Amelia, la veían como parte central del grupo, cada una tenía personalidades diferentes, en lo único que concordaban era en que sentían ser las mejores y nadie estaba a su altura, excepto ellas mismas, claro, por eso siempre se buscaban, aunque no estaban todas en un mismo salón, Ada era la excepción a la regla, ella siempre fue sociable con todo el mundo, cosa que a las otras no les molestaba, pues cada quien hacía con su vida lo que quisiera, lo único que no le permitirían sería que intentara agregar a alguna otra chica que no estuviera a su altura, dentro del grupo, fuera de eso, que le hablara a quien mejor le pareciera. – No Agnes, no pasa nada, ahora con permiso, que ya llega el profesor – y así las tres se fueron a sus lugares. Carmila y Eliza, estaban en el salón de al lado el 3-C, Sara por su parte estaba en el salón de frente el 3-D pero siempre se juntaban a comer y a la hora de la salida. Ada estaba en el 3-D junto a Amelia y Agnes.   Cuando eso ocurría, Emmett platicaba quedamente con Arley.   – Y bien, cómo ves, todo este tiempo estuve con Ada, esperare solo unos días más para pedirle que sea mi novia, para no parecer muy precipitado y el próximo lunes, ella ya será mi novia – explicó a detalle a Arley, cuáles serían sus próximos movimientos.   – Pues al parecer tienes todo planeado, pero yo que tú observaba bien alrededor, pues el hecho de que no tenga novio, no quiere decir que vayas a tener el camino libre – Arley se burló, pues fue sólo un pequeño detalle, que omitió antes de cerrar la apuesta.   – ¿A qué te refieres idiota? – preguntó pues no le gustó para nada el camino que llevaba la conversación.   – A Darwin Paige – mencionó al moreno ojiazul, que no cedía al cortejar a Ada.   – ¿Y ese quién diablos es? – Emmett estaba molesto, no sabía por qué, aunque debía ser porque interferiría en sus planes, pues no podía estar celoso, o ¿si?, no, ¡NO! Definitivamente era lo primero.   – Pues digamos querido amigo… que si Wembley, decidiera a romper su barrera de cero novios, él sería el elegido… y eso no es solo por derecho de antigüedad, sino que parece que de verdad hubiera algo entre ellos, él nunca la deja sola – Arley agregó viendo como el joven frente a él se le desencajaba el rostro.   – ¿Ah sí?, y que me dices de hoy?, no he visto al tipejo ese en todo el día – Aseguró muy confiado de él mismo.   – Eso es porque él se encuentra de viaje, junto con el equipo de atletismo de la escuela, supongo que regresará la semana entrante – comentó a lo que el otro no pudo más que sonreír de gran manera, dejándolo con la duda del por qué.   – Ves, pues cuando regrese se encontrará con una Ada con novio – Emmett se señaló con el pulgar el mismo.   – Bueno eso lo veremos – justo entraba el profesor a dar su clase.   Así pasaron las clases de ese primer día, Emmett veía sin disimulo alguno a Ada, pues estaba 4 filas atrás de ella y 3 más hacia su lado derecho, por lo tanto, tenía total vista de ella.   ”Tienes que ser mía Ada” ese pensamiento tenía en mente, hasta que se cruzó uno más _”y si mando al diablo a Arley y la busco en serio…” es una chica única, según lo que se habla de ella y lo poco que he conocido… NO!, una apuesta es una apuesta, además no quiero una relación por el momento o si?”_ sacudió la cabeza hacia los lados, tratando así de espantar esos pensamientos que solo lo confundían…   CONTINUARA….
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