Mamá estaba recogiendo la mesa cuando entramos. Jack soltó las llaves con más fuerza de la necesaria y Rocky salió disparado hacia mí como si quisiera confirmar que seguía entera. Lo abracé rápido, intentando que no se notara lo fría que todavía tenía la piel.
—Llegáis tarde —dijo mamá sin levantar la vista de los platos.
—El tráfico —respondió Jack antes de que yo pudiera abrir la boca.
No me miró, pero sabía que mentía por mí. Le seguí el juego. Me senté, acariciando la cabeza de Rocky con la mano aún temblorosa.
Papá apareció desde el pasillo, con la camisa medio desabrochada. Alzó una ceja al verme.
—¿Y esa cara?
—Examen de Historia —contesté, rápida.
Papá dejó el tema ahí. Se sentó frente a mí, se sirvió agua y me observó demasiado rato. Tragué saliva y fingí normalidad.
La ce
