11 años después*
Sabrina mi mejor amiga me había acompañado a mi casa para terminar un trabajo
Después de mucho tiempo me había convencido de hacer algo después de estudiar, algo que a ella le divertía como a los demas pero a mi me daba más ganas de encerrarme.
—Deberíamos dejar esto y prepararnos para más tarde, la fiesta va a ser increíble — dijo Sabrina con una sonrisa
—No me gustan las fiestas
—No te gusta nada París, divierte un poco aunque sea un día, por favor
La mire unos segundos dudando, no es que fuera aburrida ni nada... bueno quizás un poco, pero la última vez que salí de fiesta termine sola y bañada en agua fría, dígamos que no soy la favorita de la escuela así que algunos de aprovechan.
—No lo sé...
—Porfa, porfa
—Bien...
Ambas nos levantamos de la cama y nos dirigimos a mi placar, tenía de todo, menos ropa para una fiesta, o eso pensé...
—Ponte esto — dijo Sabrina tirandome un vestido blanco que parecía más a un camisón de una anciana, ni siquiera sabía que hacia eso ahí
—Es horrible — dije haciendo una mueca de asco
—Entonces esto
Me tendió unos vaqueros ajustados junto con una remera corta blanca, simple pero cómodo, ella ya estaba vestida con un vestido n***o con puntos blancos por todos lados muy lindo.
Me mire en el espejo después de cambiarme, me sentía bien, no era una chica muy alta, tenía una figura esbelta y unos ojos celestes sacados de mi madre.
Sonreí, Sabrina me miro desde atrás.
—Estas bien — sonrió —Necesitamos maquillaje
Asenti.
Dos horas después salíamos de mi casa, habíamos terminado con el trabajo y estaba realmente agotada pero Sabrina insistió en igual ir.
***
Fuimos caminando ya que la casa en la que hacían la fiesta no estaba tan lejos.
Quince minutos despues estabamos frente a una casa llena de gente y con música muy alta, cuando nos acercamos una ola de frio me recorrió por todo el cuerpo, aún estábamos en invierno y ni siquiera tenía un abrigo en mis manos, maldije por dentro y me aguante hasta entrar.
Cuando pasamos por el sin fin de personas nos acercamos a "nuestro" grupo de "amigos".
—¡Viniste! — gritó Rossy corriendo hacia mi —¡Me alegra que estés aquí!
Ambas nos abrazamos, Rossy era una chica dulce, a diferencia de la mitad de ese grupo, ella jamás me molestaba.
—Sabes que no me gustan estos lugares
—Aburrida, ¡Vamos! ¡Toma algo!
Me paso un vaso rojo de plástico con algo líquido dentro, tome un poco y me di cuenta de que era cerveza, lo sostuve con la mano mirándolo fijamente, no quería, dejé el vaso a un lado de una mesa y me senté con los demás en un sofá grande.
—¿De quien es la casa? — pregunté mirando a mis alrededores
—De un tipo llamado Mayron, sus padres no están
—Pero sus vecinos si, y están para morirse — dijo Brisa a mi lado
La chica era que daba envidia, de la buena claro, tenía el pelo corto como el de un chico de color n***o y unos ojos verdes hermosos, también tenía un pircing en la nariz, además, algo que siempre la hacia sobresalir era que siempre llevaba un gorrito Shein en la cabeza, como ahora.
—Especialmente... — intentó decir Emmily pero Brisa le dio un codazo, las mire confundidas —Eh... bueno... ya sabes, empieza con S, y termina con, ¡Auch! — gritó cuando Brisa la volvió a golpear pero con fuerza
Ah si, Sean, íbamos a la misma escuela, nunca me miraba ni me hablaba, hacia como si yo no existiera, por lo que sabía era un total mujeriego, se las llevaba a todas a la cama, ¿cómo no? Si estaba re bueno, era todo un hombre, y aún seguía enamorada de el, aún que dentro de mi sentía un poco de odio porque me ignorase siempre, aún tenía los juegos que siempre usábamos y los libros que me había regalado.
Me había enterado que Natalia había engañado a Máx y por eso habían terminado de la peor manera posible, y como Máx estaba muy enojado le había prohibido a Sean acercarse a mi para así no tener nada que ver con Natalia, la pobre había sido un mar de lágrimas en los últimos años, aún cuidaba de mi cuando mis padres viajaban, había cambiado para bien, era más mi amiga que mi niñera, trabajaba en un restauran muy conocido, y mis padres confiaban mucho en ella, ya no tanto como antes porque se habian enterado de las visitas que ella llevaba sin su compromiso, pero seguian sin saber quines habian sido esas visitas, intentaron despedirla pero les había dicho que era con la única que jugaba, una mentirilla piadosa porque no quería a alguien nuevo, ahora ya no me importaba, pero Natalia era mi amiga, y alguien con quien lloraba por nuestros amores que ni siquiera nos daban la hora... Sean y Máx.
Ella sabía de mi amor no correspondido porque una noche cuando la encontré llorando se lo dije, y la muy pollera se había reído en mi cara, ese día empezamos a tratarnos mejor, y hasta el día de hoy, ambas queremos a los hermanos Miller con corazón y espada, lastima que ambos sean igual de mujeriegos.
—No importa — dije restandole importancia
—¡Vamos a bailar! — gritó Rossy
Todas sonreimos y nos metimos con las demás personas a una mini pista de baile.
Nose ni cuanto estuvimos ahí dentro que empeze a sudar, dejé a mis amigas y me fui a sentar para relajarme, sentí unos ojos sobre mi y volte para ver quien era el que me miraba
Un chico rubio y de ojos de color miel me miraba con una sonrisa, lo conocía, Manuel, el chico era muy popular en la escuela, llevabamos hablando por teléfono desde hace unas semanas, era divertido.
De un momento a otro comenzó a acercarce poco a poco hasta quedar frente a mi
—Hola — dije
—¿Quieres tomar algo? — me pregunto aún con una sonrisa, se la devolvi y negué con la cabeza
—No, gracias, estoy bien
—Te vi bailando con tus amigas
—Ah si, me cansé y termine aquí — me levanté y quede frente a frente con el, era alto y musculoso, digno del equipo de la escuela, y digno de una chica que no era yo
—Nunca te había visto en fiestas, me alegra encontrarte en esta
Sonreí
—No me gustan, pero mi amiga me convenció — confese —Es divertido
—Deberías de venir más seguido, Mayron hace las mejores fiestas
—Ya veo... entonces me lo pensaré
—¿Quieres bailar? — pregunto, sonreí
—Claro
Unos segundos después me encontraba bailando muy pegada a Manuel, como había dicho era muy divertido y animado, un segundo después me encontraba besandolo, si, no estaba borracha pero si fuera de lugar, cuando nos separamos lo mire y sonreí igual que el.
***
Al día siguiente estaba muy cansada, por suerte no tendría clases hoy
La fiesta había terminado con un par de patrullas en la puerta y chicos y chicas corriendo por todos lados.
Baje a la cocina y me encontré con una nota en la heladera
Nos vamos de viaje, Natalia viene en la tarde, besos, cuidate.
P y M.
Suspire, no era la primera vez que se iban sin despedirse.
A la tarde llame a Natalia, estaba trabajando aún, así que decidí ir a visitarla, y de paso ver si me podia hacer un lugar en ese restauran, no es que necesitará el dinero, tenía de sobra con lo que me daban mis padres, pero me aburría no hacer nada, las clases eran cortas y la mayoría del tiempo no estaba haciendo nada así que me pareció de lo más genial ir a preguntar, y de paso ayudar a Natalia dándole lo que ganaba si es que había algún puesto.
Cuando llegue estaba como siempre, lleno a no dar más, aún quedaba gente sin atender, las meseras hiban y venían echando carreras por todo el lugar, me acerque a la barra que había y espere a que me atendiean, un hombre mayor y con canas se hacerco a mi con una sonrisa amable la cual le devolví
—¿Qué desea señorita? — pregunto
—Me gustaría hablar con el jefe del lugar si es que esta
—Pues ese soy yo, que gusta de mi
—Me gustaría preguntar por algún puesto de mesera o de cualquier cosa para trabajar
El hombre se quedo callado un momento, si el sabia que era hija de los Johnson estaba segura de que ni siquiera me dejaría mover la silla para sentarme...el mismo lo haría, y yo no quería eso
vamos anciano, que tu cerebro de abuelito tenga fallas al recordarme si es que sabes quien soy
Calla.
—Tenemos un puesto de mesera si le interesa señorita
Sonreí, ¡si!
De nada
—Claro que me interesa
—Puede empezar el lunes
—Gracias
Me levanté y me fui a sentar en unas de las mesas para esperar a Natalia, cuando me vio se dirigió a donde yo estaba con una sonrisa
—Hola, salgo en media hora
—Bien, entonces traeme un café por favor
Ella asintió con la cabeza y anotó en un cuaderno que tenía en las mano
—Me tienes que decir algo lo se, pero no ahora, nos vemos luego
Cuando se fue procedí a revisar mi celular, no tenía ni un sólo mensaje, aparte de Manuel diciéndome que lo paso genial y que quería repetirlo.
Espere la media hora sentada, había vuelto a pedir otro café así que estaba entretenida y tomando algo, mire de reojo y Natalia se acercaba sin el delantal lo que significaba que ya había terminado de trabajar
—¿Nos vamos? — pregunto
—Si
Deje el dinero y la taza en la mesa y salí a la calle con ella, ya era de noche y el frío era insoportable, me cubri con la campera de abrigo que había traído y nos metimos en su coche temblando de frío
—Por dios, es un milagro que aún no nieve — comentó Natalia
—Es un milagro si
Me recoste en el asiento y hablamos en todo el trayecto a casa de cualquier cosa, le conté lo de la fiesta y le pareció divertido que lo vuelva a repetir y más si se trataba de Manuel de quien hablaba, después de todo ella lo conocía y le parecía un tipo genial
Cuando llegamos ella se metió en la ducha y yo hice lo mismo pero en mi habitación
A la hora de comer pedimos pizzas y nos sentamos en el sofá
—Pedí trabajo en el restauran donde estas tu — solté
Ella me miro y abrió los ojos como platos
—¿Qué? ¿Porque? A ti no te hace falta el dinero
—No, pero me gusta la idea de poder pasar mi tiempo libre trabajando y además quiero ayudarte a ti, se que estas complicada con lo de tu apartamento y eso...
—No, no es necesario, yo me las arreglarme
—Nati...
—Encerio me parece genial que trabajes por tu cuenta y quieras ayudarme, pero no puedo aceptarlo
Negó con la cabeza, sabía que no le parecería del todo genial la idea, pero algo me decía que la terminaría convenciendo
—Vamos... quiero hacerlo, después de todo lo necesitas más que yo
—No quiero deberte nada...
—Y no lo harás, no quiero nada...
Ella dudo un momento
—Bien... pero sólo porque lo necesitó
Sonreí y ella igual