Capítulo 5.

2460 Words
El niño alzó la mirada, en su rostro se reflejaba la confusión. —¿Mamá?— Preguntó sin poder creer que la estuviera viendo. —¿Mamá eres tú?— Volvió a preguntar con voz temblorosa sus ojos empezaban a cristalizarse. —Mi pequeño.— Murmuró keira dando algunos pasos hacia enfrente pero se detuvo al ver como Nicolás se levantaba y daba pasos hacia atrás. El cuerpo del niño temblaba. No sabía cómo reaccionar a eso. —¡Nicolás!.— Una tercera voz se unió. —¡Por fin te encontré.— La mano del hombre se pose en el brazo del pequeño. —Estas enserios problemas niño.— Gruño molesto. Keira escucho salir un quejido de dolor alertando sus sentidos. —Sueltelo, ¿que no ve que lo está lastimando.?— Reclamó. —¿Quién es usted y por que se lo quiere llevar?— —Oh, pero miren a quien tenemos aquí.— Dijo el hombre con una sonrisa burlona. —¿Acaso no me recuerdas? Soy Ricardo el mánager de bestia.— Se presentó sin quitar la sonrisa de su rostro. —Y respecto al mocoso puedo llevarlo a donde quiera ya que yo soy quien lo cuida cuando mi peleador estrella está entrenando así que si nos permites nos marchamos.— Jalo al pequeño para que caminara. Keira sintió una opresión en su pecho al ver a su Nicolás con el semblante triste como si la esperanza ubiera abandonado su ser. —Espere, por favor.— Lo alcanzó para tomarlo del brazo. —Por favor dejeme hablar un rato con el, hace tiempo no lo veo.— Rogó. —¿Y de quién es culpa? Yo no fui quién se largó y dejó al mocoso solo además no creo que su padre te quiera cerca de el.— Se safo de manera brusca. —Subanlo a la camioneta tenemos que ir nos.— Ordenó a otro hombre que se acercaba a el. Nicolás alzó su rostro para darle la última mirada. Los dos hombres se subieron ignorando por completo las súplicas de keira. —Pronto estaremos juntos Nicolás.— Pensó con el corazón hecho trizas. SEMANAS DESPUÉS . —¿Como has estado?— Preguntó Duncan cuando tomaron asiento. Por alguna razón se habían vuelto muy unidos. —No muy bien, he estado alargando mi estadía pronto tendré que tomar la decisión de si ir me o no.— Hablo keira con frustración mirando las jaulas de los animales. —¿Te gustará el zoológico nicolas?— Pensó al ver a los niños divertirse. —¿Que piensa tu pareja? ¿El se irá?— Preguntó Duncan quién miraba de vez en cuando a Kiara y Emily quienes se encuentraban mirando a los animales. Keira soltó un suspiro. —El dijo que no importaba la decisión que tomara el aceptaría y se quedaría a mi lado.— Hablo keira con culpabilidad ya que no quería que los sueños de Jayden se estancaran por su culpa. —Ese chico sabe que..... —Si, pero no le molesta. El sabe sobre mi pasado.— No dejo que terminara de hablar. —Y así me ha aceptado.— —Si te quieres quedar por que te sientes en la obligación de cuidar de ellas, no lo tienes por qué hacer sabes que nosotros las cuidaremos perfecto tienes que cumplir tus sueños recordar en primer lugar el por qué te fuiste.— Quiso hacerla reflexionar. Keira se quedó en silencio. Sabía que no lo hacía por ellas ya que sabía perfecto que estarían bien. En su mente no se iba el pequeño niño de ahora seis años que había vuelto a ver. Tal vulnerable como la primera vez que lo conoció. —Duncan Quiero llevar a Emily por un helado.— Se acercó Kiara sosteniendo de la mano a su hija. —¿Vamos keira?— Preguntó al verla. Su celular vibro en su bolsillo. —Si vamos.— Se levantó mientras sacaba el celular para revisarlo. Era un mensaje de Jayden. El cual le decía que había obtenido entradas para la pelea de Alexander que sería esa noche y que sería perfecto para encararlo. —Yo no creo poder ir— Volvió a hablar.— recordé que tengo algo importante que hacer y tengo que marcharme ya.— Se despidió con un beso en la mejilla. —Nos vemos después.— Sacudió su mano de un lado a otro mientras caminaba a la salida del lugar. El mensaje le había dejado una sensación estraña pero estaba decidida a recuperar a su pequeño. ¿El por qué Jayden sabía? Era simple, ese día espero en su hogar a que Jayden llegara cuando escucho la puerta ser abierta no espero y bajo para abrazarlo. Su novio al verla en ese estado la sento en el sofá para que pudiera contarle lo que le pasaba y así fue le contó todo lo sucedido. —Si encerio quieres volver a verlo yo te ayudaré.— Fueron las palabras que le dijo a keira. Y al parecer estaba cumpliendo su palabra. Llegó hasta el estacionamiento para rápidamente abordar su carro. Horas más tardes. Se encontraban en el lugar donde sería la pelea. la sensación de querer vomitar está presenté, una clara señal de que estaba nerviosa y asustada por lo que pudiera pasar. no quería volverse a encontrar al manager, tan solo verlo la ponía de malas aún que desde el primer día que lo conoció no le agrado y eso al parecer no cambiaria. —¿Amor, tienes mucho esperando?— Pregunto Jayden cuando llegó a su lado. Keira negó. —Tambien acabo de llegar.— Mintió, en realidad llevaba más de una hora en el estacionamiento del lugar sentada dentro de su auto. —Bien amor, entonces entremos la pelea está por empezar.— Entrelazó sus manos para empezar a caminar. —No quiero ver la pelea.— Murmuró. —¿Podría quedarme en el pasillo? Tal vez recorra un poco el lugar.— Preguntó. —Entonces me quedaré contigo. Podemos ir a comer algo si quieres.— Paso su brazo por los hombros para pegarla más a su cuerpo. —¿Seguro?, si quieres puedes entrar a ver, se lo mucho que te gusta el boxeo.— Comentó,. no quería que su novio se perdiera su deporte favorito. —Estoy seguro, prefiero estar contigo que ver a tu ex el musculoso.— Bromeó, dandole un beso en su mejilla. keira río por lo dicho. —Tonto.— Insulto con una sonrisa. —Ven, vamos a comer algo.— Caminaron hasta llegar al restaurante del establecimiento. Al entrar keira busco una mesa lo cual no fue difícil ya que no habían muchas personas mientras que Jayden iba por la comida. Keira se sentó, observando mejor el lugar, su mirada quedó clavada en la mesa que estába a unos cuantos metros de ella. —Nicolas.— Susurró. ¿Acaso era el destino que quería que keira volviera a tener a su pequeño consigo o simplemente casualidad.? —¿Que tan probable es que esto este sucediendo?— Pensó. Todo aquello se le hacía tan irreal. Se levantó para dirigirse a Nicolás. Miro a su alrededor al parecer estaba solo. —¿Como pueden dejarlo solo? ¿acaso Alexander no sabe los peligros que hay?— Pensó con molestia. —¿Nico?— Lo llamó, ya que el pequeño estaba con la cabeza gacha mirando su plato con un sándwich en el. El pequeño la miró pero no dijo absolutamente nada. Sus ojos reflejaban tristeza y decepcion lo cual hizo que keira se odiara. ¿Acaso estaba así por su culpa.? Tomó asiento a su lado. —¿Estás solo?— Pregunto con suavidad. Nicolás negó con la cabeza, apuntando con su dedo un lugar en el restaurante para después volver a mirar su comida. Keira miro donde estaba señalando. Viendo a una mujer la cual reconoció, era la misma que subió con Alexander y Nicolás cuando lo programaron ganador. La mujer se encontraba hablando con un hombre para no decir que estaban coqueteando por la forma en que se reía y movía enfrente de el. Volvió la mirada en su pequeño para soltar un suspiro. —Nico.— Lo volvió a llamar pero esta vez tocando su hombro. Provocando que el niño soltara un quejido de dolor al igual que mostraba gestos adoloridos.—¡Perdón! ¿Estás bien? ¿Te duele algo?— Preguntó alarmada quitando su mano. El pequeño cuerpo del menor empezó a temblar. —Por favor, habla conmigo. Dime qué tienes.— Rogó. Pero Nicolás tan solo la ignoro, agachando su rostro aún más. Keira giro su cabeza en busca de Jayden quien los miraba desde la mesa que había elegido minutos atrás. Volvió a mirar al niño está vez percatándose de una mancha morada que sobresalía de su camisa de manga larga. Estiró su mano para bajar un poco la tela de su hombro. Un amargo sabor de boca apareció al ver el gran y de seguro doloroso golpe que tenía Nicolás. Un gran moreton abarcaba todo su hombro y mitad de su pecho. Alejó su mano para tomar su muñeca. —¿Quién te hizo esto?— Pregunto un poco desesperada, pero al ver otro gesto de dolor se alejó. Unos segundos después tomo con sumo cuidado su mano para alzar la manga de su camiseta. Tenía otro golpe en su muñeca, al parecer habían apretado fuertemente su muñeca. Keira cerró los ojos, sus lágrimas querían salir. —¿Quién te hizo esto?— Preguntó con voz entrecortada. Nicolás la miró. —¿Por que me dejaste mamá?— Preguntó con voz lastimera. Lo cual hizo sentir más culpable a keira. —Mi niño salió lastimado y todo por mi culpa.— pensó. —Yo... —¡Ey! ¡tu!.— una voz femenina llegó a sus oídos. —¿Que haces con el mocoso?— Pregunto la mujer que según estaba al cuidado del niño. —Ven, tu papá nos está esperando.— Jalo con brusquedad a Nicolás quien se quejó. —Sueltalo, ¿no vez que lo lastimas?— Empujó a la mujer haciendo que lo soltara. —¿Quién mierda te crees para empujarme?— Gruñó la mujer. Nicolás asustado se escondió tras keira. —Mamá.— Sollozo entre lágrimas. Jayden al ver lo que estaba pasando se acercó un poco más para verificar que nada malo le pasará a su novia. ¿El por qué no había intervenido? Por que sabía que era algo que keira tenía que hacer por si sola. ya que el niño podría asustarse por su presencia. —¿Mamá? ¿Esta es tu madre?— Preguntó con burla la mujer. —Asi es ¿algún problema con eso?— Cuestionó enojada por la situación. —Ningun es más mejor para mí así ya no tendré que cuidar del malcriado de otra. — Habló mirando sus costosas uñas. —¿Pero dime? ¿Acaso no lo habías abandonado? ¿no me digas que por fin te dio el instinto maternal?— Pregunto con burla. Keira dio un paso hacia delante la idea de soltarle un golpe en su cara operada era tentador. Pero se detuvo al sentir las manos de su pequeño en sus piernas. —Mamá—Nicolas Murmuró con miedo. —Vaya, si que eres toda una gata, estabas a punto de atacarme.— Dijo con fingido asombro. —¿Sabes que? no tengo tiempo. Es hora de ir nos, ven aquí niño— Intento acercarse para agarrarlo. —No.— Dio un paso hacia atrás junto a Nicolás. —¡Maldita seas! ¡No tengo tiempo para estas mierdas zorra! ¡Dame al maldito niño! ¡Me vale que seas su madre si Alexander no autoriza que puedas verlo entonces me lo llevaré.— Grito con molestia y frustración. —Y yo te dije que no te lo llevarás, lo haré yo así que mejor lárgate.— Exclamó apunto de explotar de furia. —¡Maldita Perra que me lo des— La mujer quiso lanzarse a keira pero Jayden fue más rápido tomándola del brazo para detenerla. —¿Quién eres tú? ¡Suéltame!— Se soltó con brusquedad. —Ella es su madre y a dicho que lo llevará con su padre, así que mejor vete. — Hablo con seriedad. No quería involucrarse por que no quería molestar a su novia pero no podía seguir soportando el cómo le hablaban. el cuidaría de ella sin importar que. La mujer los miró con asco. —Como sea, no tengo por qué estar aguantando estás malditas escenas.— Tomo su bolso del suelo, llendose del lugar. —Gracias.— Le agradeció a su novio. para darse la vuelta y colocarse en una rodilla en el suelo para ver mejor a Nicolás. —¿Estás bien cariño?— Pregunto con preocupación. Nicolás asintió. —Tenemos que llevarlo con su padre.— Aviso Jayden lo cual no le agradaba pero sabía los problemas legales que podría tener su novia si no lo entregaba. Keira asintió. —Te llevaré con alexander.— Le dijo al pequeño el cual negó. —No quiero ir con papá.— Se lanzó al cuerpo de keira para abrazarla. —Mamá, no me lleves con el. No me dejes de nuevo, juro que me portare bien mamá. no hablaré, ni jugaré me mantendré en silencioso para no molestar por favor.— Rogo en llanto. Keira lo abrazó con cuidado. —No llores amor, por favor ya no llores. Tengo que llevarte con el pero pronto estaremos juntos.— Intento explicar. —Solo tienes que resistir un poco más y estaremos juntos nunca más te dejaré.— —¿Lo juras?— Dijo Nicolás después de unos minutos. —¿Mamá no dejará de nuevo a Nicolás?— Preguntó inseguro. Keira se separó para agarrar sus mejillas. —Lo prometo. mamá no dejará nunca más a Nicolás.— Le regalo una sonrisa. Keira se levantó. —La pelea ya terminó. hay que llevarlo.— Hablo Jayden. —¿Sabes donde esta el cuarto donde tú papá está pequeño?— Preguntó con voz tierna. Nicolás asintió. tomando la mano de su mamá llevándola con el. Jayden los siguió por detrás. Cinco minutos después llegaron. Habían dos guardas a cada lado de la puerta que al ver al niño abrieron la puerta. —Regreso enseguida.— Le dijo a su novio. —Ten el celular a la mano cualquier cosa llámame o grita.— Pidió. —yo estaré esperando aquí afuera. —Si, intentaré no tardar.— Dijo, tomando aíre. Miro a Nicolás para después ingresar. ************ "Seré tu escudo para que no tengas que sufrir"
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