Se encontraba de nuevo en aquella edificación de cristal, frente a él se estaba el señor Kim, quien sonreía por su maravilloso trabajo. El viejo pensaba que era realmente efectivo, no se había equivocado al confiar en él. Hasta el día de hoy no le había fallado, así que esperaba que con el nuevo trabajo que le iba a asignar obtuviera los mismos resultados.
El señor Kim deslizó el sobre hacia él.
Tristán lo abrió, efectivamente se hallaba la cantidad de dinero, pero la hoja de papel apenas contenía unos datos un poco desconcertantes.
Kim In Sook
24 años.
Pianista.
Estudiante de teatro teatro, Economía y finanzas y técnica vocal.
Kim Chul Sung (Primo)
Seúl.
Dirección de la residencia.
Profesión: Diseñador de modas.
Venía grapado con una fotografía.
En ella aparecía un chico de facciones delicadas, labios finos, cabellos castaños sonriente, junto a una mujer mayor de edad con una contextura delgada la cual supuso, era su madre, era delgado y un poco bajito para el promedio de los hombres. Le ponía de 1.70 a 1.75 de altura. Abrazaba aquella mujer con sus delgados brazos y ambos miraban a la cámara.
—Ese joven de la foto es mi hijo— intervino el señor Kim, Tristán guardó de nuevo los papeles en el sobre y lo miró—Él es el heredero de todo lo que poseo, es mi único hijo— suspiró—. Digamos que siempre fue un chico soñador y difícil de tratar, sus sueños y libertad iban más allá de heredar una de las empresas poderosas de Seúl—Tristán sólo permanecía atento a la palabras—. Se negó a tomar la presidencia, a heredar mi fortuna y asumir las riendas de la familia. Huyó hace dos años de casa, contraté a los mejores detectives, pero nadie dio con su paradero.
—Debo encontrarlo—Supuso Tristán
—Encontrarlo, por ahora. Tan pronto lo hagas te daré el resto de instrucciones, si tienes suerte.
Deslizó otro sobre en la mesa. Tristán lo tomó y cuando lo abrió se sorprendió al ver la cantidad de dinero que allí había, miró al viejo.
—Tómalo como un adelanto, quiero que te dediques completamente a encontrarlo, nada de trabajos extra. Pagaré lo que me pidas, dame tu número de cuenta y transferiré el dinero en la medida que necesites. Si tienes que trasladarte por el país, comprar apartamento, documentos falsos lo que sea, hazlo y yo cubriré los gastos. Confío en ti.
Tristán asintió, ese trabajo era más importante de lo que pensaba.
—No tenía amigos, ni siquiera en la universidad por lo que lograron investigar. El único confidente es Chul Sung, su primo, tal vez él sepa algo. Pero nunca han hablado y no ha hecho movimientos sospechosos para saberlo. Lo que aparece en esa hoja es lo único que sé de él. Desapareció sin dejar rastro, lo único seguro que te puedo decir es que no salió del país.
—De cualquier modo yo lo comprobaré.
—Como quieras—dijo el señor Kim dirigiendo su mirada al paisaje que se extendía por los grandes ventanales—, solo encuéntralo.
Salió de allí pensando en los medios que utilizaría para localizarlo, si ya había contratado detectives antes quiere decir que el chico procuró ocultarse lo suficientemente bien, si era así, lo más probable era que a estas alturas se hubiese cambiado el nombre o en el peor de los casos someterse a una cirugía plástica.
Se fue a un café a pensar bien el plan que iba a seguir. Sacó la hoja y la leyó un par de veces, si In Sook dejó una carta de despedida y se llevó únicamente su ropa quiere decir que alguien le ayudó, si no tenía amigos ni nada parecido lo más probable es que le hubiese ayudado la única persona que aparecía en esa hoja. Kim Chul Sung.
Miró nuevamente al chico de la fotografía.
Parecía feliz, se veía dulce, frágil ¿or qué huiría realmente de casa? Nadie huye de las comodidades del hogar así como así, ni siquiera él lo hubiera hecho. Prefirió no pensar en eso, ese era un tema que a él no le importaba, había bastante dinero de por medio así que lo encontraría y tenía los medios suficientes para hacerlo.
Sacó su teléfono y marcó el número de la única persona que podía ayudarlo en esos momentos a encontrarlo.
—Taku, necesito tu ayuda.
Dos días después se fue a visitar al único amigo que, según el señor Kim tenía In Sook, su primo Chul Sung. Si In Sook se había esfumado de la faz de la tierra tuvo que haberlo hecho con la ayuda de alguien y lo más probable es que ese fuera su primo, tenía que empezar por algún sitio y el chico ese era una buena opción. Tenía el presentimiento de que por medio de él podía hallar a In Sook.
Fue a la dirección que aparecía en el papel, era un edifico de apartamentos bastante lujoso. El chico vivía solo, tenía un novio de nacionalidad china, su propia empresa que se dedicaba al diseño de modas y era una figura respetada en ese medio. No fue difícil conseguir una fotografía de él y mucho menos las placas de los autos que conducía, sería fácil sacarle la información, si es que la tenía.
Vio al chico salir del edificio en uno de los autos, sin dar espera arrancó su moto y lo siguió hasta su empresa donde tuvo que esperar unas cuantas horas. Lo vio salir de nuevo pero esta vez acompañado por quien supuso era su novio, prefirió no seguirlos ya había comprobado los datos de Chul Sung así que no era necesario. Regresó a su departamento y marcó de inmediato a Taku.
—¿Hallaste algo?
—Digamos que sí, hay varias llamadas que fueron realizadas a Busan en los últimos meses. Después de la huida del chico la cantidad de llamadas provinieron al principio de Incheon en un periodo de tres meses y Ulsan de sietes meses, todo de diferentes números. Trate de averiguar direcciones pero estos chips solo eran utilizados una vez y desechados después de un par de llamadas así que no tenía sentido hacerlo. Después de Ulsan las llamadas se detuvieron por dos meses lo cual es bastante raro hubieron llamadas esporádicas de otros sitios pero pude comprobar que eran de negocios— Gruñó y se pudieron escuchar sonidos de teclas al otro lado— Después de eso las llamadas han provenido de Busan siempre son números diferentes, desde diferentes sectores de la ciudad pero solo hay uno con el cual se mantiene en contacto, averigüe el nombre del propietario y al parecer es Choi Kang-Tae.
—¿Choi Kang-Tae?
—Sí, lo investigué y coincidieron en la universidad. Así que deben ser viejos amigos.
—Ya veo.
—Pero hay algo interesante todo esto— Suspiró—Después de la desaparición del chico, Chul Sung nunca se había puesto en contacto con aquel número, es decir Choi Kang-Tae. Se puso en contacto después de los dos meses en que no aparecen llamadas y a partir de ahí se iniciaron las llamadas desde Busan.
—Quiere decir que lo más probable es que nuestro chico está en Busan con Choi Kang-Tae.
—Es muy acelerado decir eso. Pudieron coincidir en algún sitio e intercambiar números, las otras llamadas podrían ser coincidencia.
—Sólo hay una forma de comprobarlo — Sobó su frente—¿Ya tienes interceptado sus teléfonos?
—¿Qué crees, Tristán?
—Bien, busca todo lo que puedas sobre Choi Kang-Tae— Iba a colgar pero se le ocurrió algo— ¿Qué hizo Chul Sung en aquellos dos meses en que no hay registro de llamadas?
—Sabía que no lo pasarías por alto— Suspiró—Pero lamento decepcionarte. No salió de viaje, atendió todos y cada uno de sus compromisos sin falta, sólo hubo un pequeño movimiento en su cuenta bancaria.
—¿Un pequeño movimiento?
—Sí, saco dinero, un millón de Won.
—Bueno eso es algo normal—Inquirió.
—No, no es algo normal cuando tienes diez tarjetas de crédito y pagas todo con ellas. Además, no es común en él sacar esa cantidad según lo que averigüe, siempre son pequeñeces, lo necesario para pagar cosas pequeñas.
—¿Desde qué sitio se extrajo ese dinero?
—Seúl y fue el mismo Chul Sung quien lo hizo.
—¿Qué pudo haber hecho con eso?
—No lo sé, seguir el rastro del dinero en efectivo es casi imposible.
— Y ¿dárselo a In Sook?
—Tal vez. Pero no sabemos cómo lo pudo haber hecho, no hizo ningún giro o envío y menos al nombre del chico.
—A menos que In Sook hubiese venido a Seúl.
—Touché.
—Asumo que no hay ningún sitio donde aparezca su nombre.
—Tú mismo lo has dicho—Tristán suspiró.
—Mañana saldremos de dudas si nuestro chico está en Busan.
—Sí, pero hay algo que también te interesaría saber. No sé, tal vez te sirva de algo.
—¿Qué?
—Tres semanas después de la desaparición de In Sook, Chul Sung fue citado a la policía para hallar pistas de su paradero—Tristán escuchó atento.
—El señor Kim no me menciono que hubiese llamado a la policía.
—No, no lo hizo porque no fue él.
—¿Entonces?
—Fue Park William, el prometido del chico
—¿Estaba comprometido?—Preguntó asombrado.
—Sí, su compromiso fue oficializado cuatro meses antes de su desaparición.
—El señor Kim no lo mencionó.
—Sus motivos tendría—Dijo malicioso
—Ya veo, investiga un poco más.
Colgó el teléfono.
Confiaba en lo que le decía Taku.
Él era uno de los chicos que conoció en el ejército, del servicio de inteligencia, mente brillante e ideas locas. Era una máquina en la recolección de información, tenían sus negocios.Tristán siempre le pagaba una buena cantidad por un poco de ayuda cuando las cosas se dificultaban como en este caso.
En el ejército fueron bastante cercanos, eran como las dos mentes brillantes que no podían estar unidas.
Pero, regresando al tema, ¿por qué el señor Kim le ocultaría el compromiso de In Sook? Eso no era algo bueno, era un detalle importante. Si le ocultaba eso podría ser que le ocultara más información que le pudiera ser útil, tendría que buscar más información por su propia cuenta. Sería lo más seguro.
Al siguiente día, se dirigió al apartamento de Kim Chul Sung, se presentó lo mejor vestido posible, utilizó lentes de contacto color miel, gafas, se maquilló un poco para cambiar su aspecto, y utilizó una peluca de cabellos castaños que parecieran naturales. No podía dejar que lo reconociera.
Ese día se tomó la molestia de comprobar la agenda del Kim con su querida asistente, quien no le negó la información a cambio de una invitación a salir y unas cuantas sonrisas.
Chul Sung no tardaría en regresar a su apartamento según lo investigado, se adentró en el edificio diciendo que el señor Kim Chul Sung lo había citado allí para una reunión, el guarda con mirada celosa no lo dejo ingresar, pero le dijo que lo podía esperar en la recepción ya que el joven Chul Sung siempre pasaba por ahí a recoger correspondencia cuando llegaba.
Se acomodó en el sofá de la recepción. Esperó unos minutos recreando en su mente lo que tenía que decir, si todo salía bien tendría la ubicación de In Sook.
Cuando lo vio entrar al chico de piel lechosa sonrió para sí. No espero a que el recepcionista hablara y se apresuró hacia él.
—Mucho gusto joven Chul Sung—dijo sonriente. Este lo miró con recelo
—¿Tú quién eres?— cruzó sus brazos.
—No es necesario que sepa eso— metió las manos en sus bolsillos relajándose—. He venido aquí por un poco de información.
—No me digas— avanzó unos pasos, peroTristán se le atravesó, el recepcionista miraba a la espera de cualquier situación que necesitara de su ayuda.
—Sólo quiero hacerte unas preguntas eso es todo.
—¿Qué clases de preguntas?—Objetó, lo miró de arriba a abajo y alzó una ceja—Yo no te conozco.
—Kim In Sook— Pudo ver como se tensaba con la pronunciación de ese nombre. Frunció el ceño y empujó aTristán sin mirarlo.
—No sé nada de él— Siguió caminando hacia el ascensor.
Lo vio desaparecer, no iba a insistir, no tenía necesidad. Su trabajo estaba hecho.
Estaba subiéndose a su moto cuando su celular vibró. Recibió un mensaje de Taku con una palabra que era suficiente para él.
Busan.