**ALAI** Sin embargo, la pregunta de Nicky no me abandonaba, rondando en mi mente como una silenciosa melodía. Se había instalado como una pequeña semilla, discretamente plantada en las profundidades de mi subconsciente. Aparentemente insignificante, esa semilla latía con una fuerza sorprendente, palpitando con la insistencia de algo que anhela salir a la luz, esperando pacientemente el momento oportuno para germinar y echar raíces. La duda, como una sombra persistente, permanecía a mi lado, manifestándose de una manera sutil, casi imperceptible, pero a la vez ineludible, imposible de ignorar por completo. Tenía la certeza, aunque no la deseara, de que tarde o temprano tendría que enfrentar esa pregunta de frente, sin evasivas ni excusas. Por primera vez en un largo período de tiempo

