La complicada aventura familiar se llenaba de misterios y decisiones difíciles. Annika quería proteger a su hermana. La ve entrar a la propiedad y se pusieron en marcha, no quiere que nadie sepa su paradero, solamente su gente cercana, saca la foto del ultrasonido y ve el frijolito que se desarrolla dentro de ella. Suspira agradecida porque es como si ese retoño le estuviera salvando la vida.
—Señora, no compramos el pan que deseaba.
—Es cierto. Llévenos a la mejor panadería, por favor.
—Si señora.
Hay varias personas, Emma le dice que ella irá sola, pero Annika quería escoger el pan que más le llamara la atención, entraron y empezó a ver las vitrinas donde se exhiben los mejores panes. —¿Qué va a desear, señora?
—Deme de esos, por favor. —le gustaron unos bollos. También eligió otros
