El sonido de la música y el bullicio de la gente llenaron el aire, envolviendo a Annika en un misterio intrigante. ¿Dónde se encontraba? ¿Qué tipo de lugar podría estar tan animado? Sus oídos captaron fragmentos de conversaciones, risas y el ritmo de la música. El corazón de Annika latía con anticipación mientras intentaba descifrar el enigma que lo rodeaba. ¿Un mercado bullicioso? ¿Una fiesta callejera? O tal vez algo más inesperado. —Christoph… —¿Quién eres? —preguntó la voz con desconfianza. —Soy la esposa del dueño de este celular —respondió, su corazón latiendo con fuerza. —Que bien, ya iba a llamar a una tal Lena que fue con la última persona que él tiene registrada. Pueden venir por él, es que se quedó dormido, bebió demasiado. —¿En dónde está? —preguntó, sintiendo alivio y pre

