El grito desgarrador de Úrsula rompe la tensión en la sala. Sabine yace en el suelo, sangrando, y todos los presentes se percatan de la situación. Ramón, el padre de Úrsula, corre hacia su esposa, mirando con angustia a ambas mujeres. La fiesta se transforma en un caos de voces y movimientos frenéticos. Clara y Annika, alertadas por los gritos, salen del baño. Al ver la escena, sus rostros se llenan de horror. Las tías de ambas se apresuran a socorrer a Sabine, llevándola con la ayuda de los empleados a una habitación. El médico ya ha sido llamado. Ramón, con la mirada llena de preocupación, da por terminada la fiesta. Los secretos y rivalidades familiares han atravesado una noche de descontento y dolor. La tensión en la habitación es palpable mientras Ramón, el padre de Úrsula, le grit

