*CHRISTOPH* Estoy en el vestidor, preparándome para la ceremonia que se avecina. Los documentos legales, firmados y sellados por el abogado, descansan sobre la mesa. Son solo un adorno, una fachada para el mundo exterior, ya que nunca serán registrados oficialmente. Todo esto es un espectáculo, una representación para los ojos del mundo. Me miro en el espejo de cuerpo entero, mi reflejo devuelve la imagen de un hombre vestido con un traje de color gris claro, elegante y sofisticado. La puerta se abre con un suave chirrido, es Lena. Entra con gracia, luciendo un vestido azul turquesa que resalta su belleza. —Hola, mi amor, qué guapo te ves, lástima que no sea yo la novia —dice con una sonrisa melancólica. —Ven aquí, dame buena suerte —le pido. Ella se acerca y me da un beso, dulce y lle

