La tensión se cierne sobre Sabine mientras enfrenta la amenaza de Boris. La enfermera, atrapada entre su lealtad y el temor por su familia, se encuentra en una encrucijada. Boris, astuto y poderoso, ha logrado expandir su imperio en el mundo de los productos para bebés. Mientras tanto, Sabine, vigilada de cerca, se aventura al centro comercial, donde Annika, alertada por la situación, se apresura a encontrarse con ella. Mientras, Annika se aproxima, buscando un asiento solitario. Sabine, ocupada en una conversación con una empleada, apenas nota la figura de Annika. Pero cuando sus ojos se encuentran, el tiempo parece detenerse. Annika, con una mezcla de despecho y sorpresa, no puede evitar escapar para hacer más real el encuentro. —¡Annika, espera! —grita Sabine, desesperada. —¿Qué des

