Elena mira fijamente a los ojos a Annika, debe decirle lo que realmente le paso a su madre, aunque Anna le dijo que nunca se lo contará, sin embargo, la situación ha cambiado y la joven merece saber que su madre no cometió ningún pecado porque fue obligada. —No pienso omitirte nada, se lo debo a tu madre, debes saber la verdad. —Gracias… —Ese día tu madre estaba muy feliz porque se acercaba el cumpleaños de tu hermano Diego, estaba ilusionada buscando un salón para la fiesta y la comida que deseaba que se sirviera, yo estaba ayudándola con eso. En eso su cuñada, Amalia, le hace una llamada, que desea verla porque encontró el sitio ideal, tu madre emocionada me dice que va a salir a encontrarse con Amalia, y me cuenta que había posibilidades que encontró el sitio perfecto para la fiesta.

