La Marca del Dragón

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Esperando Novedades

El salón de descanso estaba iluminado solo por la luz tenue de la chimenea, cuya suave calidez parecía el único refugio en medio de la inquietud que llenaba el aire.

Kavan y Darren estaban sentados en sillones opuestos, la mirada fija en las llamas que danzaban frente a ellos. Aunque intentaban mantener una expresión neutral, la preocupación y la expectativa en sus ojos los delataba.

Kavan suspiró, rompiendo el silencio.

- ¿Te das cuenta de que parecemos un par de ancianos esperando la llegada de un nieto?

Darren soltó una risa suave, sacudiendo la cabeza.

- Dioses, tienes razón ¿Qué nos ha pasado? - Darren se reclinó en su asiento, cruzando los brazos - Si alguien nos viera así… Los grandes dragones de antaño, preocupados por si Drage consumará el vínculo con una humana.

Kavan asintió, dejando escapar una sonrisa de complicidad.

- Es que no es cualquier humana, Darren. Leoni tiene… algo. Es diferente a otras humanas que hemos visto. Algo que lo ha cambiado.

- Lo sé. - Darren pasó una mano por su rostro y luego apoyó el codo en la rodilla, acercándose un poco al fuego como si pudiera encontrar respuestas en las llamas - Pero Drage puede ser obstinado. Glenn lo dijo. Y con lo que ha pasado… No sé si tenga el valor de rendirse a ese vínculo.

Kavan apretó los labios y asintió con gravedad.

- Sería el primer dragón en lograrlo. Es difícil porque esta asustado. Sin embargo, si no lo hace, todos vamos a pagar el precio. Los vínculos no son solo algo romántico, Darren, lo sabes. Un dragón sin equilibrio puede desatar el caos y si Drage no la acepta, será cuestión de tiempo antes de que su poder se vuelva inestable y el nuestro.

- Lo sé, Kavan. - dijo el dragón verde.

Darren apartó la mirada del fuego y lo miró, la preocupación latente en su rostro.

- Por eso estamos aquí, esperando como dos viejos desesperados. Queremos lo mejor para él, para ambos. Pero, ¿y si…? Hicimos todo lo que Émer nos dijo.

- Si no lo logra… - Kavan suspiró, encogiéndose de hombros - Tendremos que intervenir, de algún modo. Pero confío en que Leoni logrará llegar hasta él. La chica tiene más determinación de la que aparenta.

Darren asintió, sonriendo ligeramente.

- Más determinación que Drage, incluso. Eso me recuerda a la historia de los antiguos ¿Te acuerdas del dragón que, al encontrar a su compañera humana, casi destruye el bosque entero intentando no rendirse a sus sentimientos?

Kavan soltó una carcajada, relajando un poco la tensión en su rostro.

- Sí, claro. Aquel dragón al final se dio cuenta de que resistirse era inútil. Su compañera lo domó sin siquiera proponérselo.

Ambos se quedaron en silencio unos segundos, recordando. Luego, Darren agregó:

- Si esto resulta… Bueno, deberíamos reconocer que ella lo consiguió por sus propios méritos. Y también admitir que nos hemos convertido en unos sentimentales.

Kavan rio, pero su mirada se desvió de nuevo hacia la puerta del salón, como si esperara verlos entrar en cualquier momento.

- Ya lo somos, Darren. Sentimentales y, por lo visto, impacientes.

Los dos intercambiaron una mirada cómplice, riéndose de su propia ansiedad, aunque ambos sabían que aquella noche sería decisiva para su hermano y para todos ellos.