NARRA CIARA ALLEN
—Nos vemos por la tarde, señor Colliver —me despido cuando me bajo del coche frente a la entrada de Banked Global—. Pórtese bien.
—Si trabajaras conmigo, podrías vigilarme y cerciorarte de que me porto muy bien y no hago nada malo.
—Ja, ja. No quitas el dedo del renglón, ¿verdad?
—Jamás, hasta que estés de regreso en Industrias Colliver.
Me inclino, metiendo mi cabeza dentro del carro y le doy un casto beso en los labios.
—Adiós, ogro.
—Adiós, novia.
Vuelvo a sonreír, me despido con la mano y me alejo del coche para entrar al edificio.
El edificio de Banked Global es mucho más pequeño que el de Industrias Colliver. Apenas son dos plantas y el personal no llega ni a la tercera parte del personal que maneja la empresa del ogro. A todos los conozco ya y mientras voy
