NARRA RAYN COLLIVER
Justo cuando me estoy quedando dormido, la oigo hablar en sueños. No son palabras. Son sonidos cada vez más asustados, que culminan con un grito asustado quq me desgarran el alma y el corazón, porque sé que aunque ha tratado de mantenerse fuerte y calmada, lo que ese bastardo de Tom Jones le hizo, será una cicatriz difícil de borrar.
La cobijo con mis brazos y la arrullo, intentando que se tranquilice. Que sepa que aún en sus pesadillas no está sola, yo estoy con ella. Logra calmarse, pero yo ya no vuelvo a dormir, porque me quedo vigilando que nada perturbe sus sueños.
[...]
A pesar de que he dormido muy poco, me despierto temprano. Ciara yace cómoda y pacíficamente dormida entre mis brazos, lo que me hace sonreír, ya que para mí aquella imagen es sublime.
Le doy
