Dania esta de lo más contenta bailando con un guapo chico, entre risas y bailes el chico mira que ella es bien accesible, así que se atreve a decirle algo al oído.
—Oye te gustaría ir conmigo algún lugar más privado. —Ella miró a todos lados, vio a sus amigas pasarla bien, además ella vino a divertirse no pasarla aburrida—
—Desde luego, tu dime a donde quieres ir.
—En mi camerino tengo algo que nos hará volar.
—En serio, ¡Vamos pues!
El chico la tomo de la mano y la guio hacia su camerino, ella sonreía al ver que él la llevaba de la mano, como si fueran novios, el hombre de unos treinta años sonreía constantemente, para que ella no se sintiera incómoda.
—Llegamos. —Le hizo un ademán para que entre—
—¿Este es tu camerino? —Ella entró curioseando el lugar—
—Quieres entrar.
—¡¡Porque no!!
Él le abrió la puerta, ella entró mirando a todos lados, vio que él aún no desempaca, las maletas están hechas un lío, nota que el camerino de él es más grande que el de ella, lo recorre es una manera de romper el hielo, en eso lo ve que va hacia una de sus maletas, y saca un polvo y lo deposita en un papel extraño luego hace una especie de pajilla.
—¿Qué hacéis?
—Algo que te gustara mucho.
—¿Acaso eso es droga?
—Tienes algún problema con probarla.
—Para nada, he probado dos veces y me ha gustado.
—Entonces te daré el privilegio que seas la primera en probarlo.
—¿Qué hago?
—Solo pon la pajilla en el polvo y respira.
Dania hizo tal como él se lo dijo respiro demasiado, que termino tosiendo, Rafa reía al verla con el bigote blanco, le pego una lamida para quitárselo.
—Te gusta.
—Si se siente bien, mi cuerpo está más ligero, como si volara.
—Eso no es nada, Respira un poco más de polvo.
Ella respiró sobre el polvo, eso la hizo ver las cosas diferentes, sus ojos se dilataron, Rafa aprovecho para quitarle la ropa, ella solo dejaba que él la desnudara, sus pies no tocaban la tierra, al tenerla completamente desnuda comenzó a besarla, ella solo flotaba en su imaginación.
—Eres una diosa.
—Estoy flotando. —Gritaba Dania—
—Te llevaré a ver las estrellas.
La, beso y la tiro sobre la alfombra comenzó a penetrarla, ella gritaba y gemía, su mente andaba lejos, Rafa aprovecho el sexo con ella, la hizo que le hiciera un oral, que se la chupara y se la lamiera, Dania no sabía lo que hacía su mente vuela por los aires.
—Chúpala como si fuera la más deliciosa paleta, es toda tuya.
Hacía que ella le chupara y se la tragara hasta su garganta escapándola de ahogar su vista está perdida, él la llena de semen tanto en su rostro como sus pechos, luego la llevo al baño y la penetro mientras el agua corría en sus cuerpos.
—Eres mi ramera y harás lo que te diga.
—Yo lo soy...
Así paso la mayoría de la madrugada, al terminar la dejo dormir en el suelo, mientras él se inyectaba una sustancia líquida, hasta quedar inconsciente, Dania despertó con tremendo dolor de cabeza, al verse en el suelo, recordó que ese no es su camerino, vio al hombre durmiendo en la cama, ella está completamente desnuda, no hay que ser adivino para no ver lo obvio.
—Buenos días, anoche estuviste estupenda.
—¿Qué paso? —Ella trata de no recordar—
—Que no hicimos, aún siento la mamada que me diste, eres fenomenal, báñate y cámbiate para que desayunemos.
—Me duele un poco la cabeza.
—Te vas a acostumbrar.
Al vestirse fueron al área de la piscina para desayunar, ella está fascinada con en Rafa, la droga le ha encantado, quiere más, Rafa le dijo que después que desayunaran le iba a dar más, por eso al llegar las chicas donde ella, les hablo tajante, no quería que le echaran a perder el momento, solo quería más de la droga que él le dio.
—Porque fuiste tajantes con tus amigas.
—Son unas aburridas y amargadas, se enojan por cualquier cosa, además ya soy mayorcita. Lo que yo hago no les importa.
—Eso sí, vamos al camerino por más.
Él la llevo al camerino, saco una bolsita y le dio del polvo ella se sentía divina, en eso Rafa entro al baño, Dania quería más, eso no era suficiente, saco dos bolsas más y las echo en el papel, las respiro de un solo para que Rafa no se diera cuenta, al salir del baño se llevó el susto de su vida.
Dania está en el piso enrollada sufriendo un ataque nervioso, la espuma sale por su boca, ella no se puede enderezar, sus ojos están virados para atrás, de inmediato la toma en brazos como pudo, la lleva rumbo a su camerino entra y la deposita en la cama, da dos vueltas maldiciendo, y sale corriendo de ahí, dejándola a su suerte.
Dania está perdida en las sensaciones que la droga le brinda, solo que esta vez su cuerpo no soporta la droga, comienza a perder la movilidad, no tiene control de su cuerpo, está teniendo un ataque de sobre dosis de sustancias extrañas, ella ni cuenta se da de lo que le está pasando a su cuerpo.
Las drogas aparte de atacar el sistema nervioso, ataca diferentes partes del cuerpo dañando de a poco la forma de pensar coherente meten, haciendo vagar al individuo en un mundo no real, mientras destruye células.
El consumo frecuente de drogas primero causa una pérdida importante en la identidad y el sentido de propósito vital de la persona, la cual se hace presa de la droga y pierde la libertad. En un segundo instante produce un importante daño cerebral y físico, que afecta el funcionamiento social, laboral y familiar. Dania lo supo de la peor manera.