Capítulo 18 – Preparado el regreso de Renata Vancouver, Canadá. El invierno en Vancouver parecía eterno. La nieve cubría las calles como un manto silencioso, y el aire helado se colaba en los pulmones como agujas invisibles. Las luces de Navidad aún parpadeaban en balcones y parques, recordando que apenas había terminado un año que, para muchos, se cerraba con esperanza. Para la familia Villalobos, en cambio, había sido un año de incertidumbre, con médicos, estudios y silencios que pesaban más que las decoraciones festivas. Habían llegado a esta ciudad hacía tres años, cuando en México las puertas de la medicina se les cerraban con frases lapidarias: “no hay nada más que hacer”. Con el corazón desgarrado, habían volado hasta Canadá, buscando lo que parecía imposible: una cura. Vancouver

