CAPÍTULO 17

1036 Words
— ¿Estás jugando conmigo?— lo increpo con el poco aire que encuentro en mis pulmones. — ¿Acaso te molesta?— arquea las cejas acentuando la pregunta. — ¡Eres un idiota! — Lo soy, el peor de todos— grita abriendo los brazos. — Deja de ponerte en el lugar de víctima, no eres el único que sufrió, que sufre. — ¿Cómo puedes decirme eso después de que me jodiste la p*** vida? — Entérate Jhan , aquí todos tenemos la vida jodida. Y no por eso nos vamos comportando por ahí de forma tan inmadura. — Pues ya ves... no soy el mismo— Se acerca y me toma de ambos brazos— Este es el monstruo que tú creaste. Nos miramos con rabia mientras sus palabras flotan aún entre nosotros; y si no fuera por el furioso rugido del BMW, no sé qué hubiera pasado. Cuánto más nos hubiésemos herido. Los guardias bajan del vehículo y Jhan se interpone entre nosotros, simulando un perfecto escudo para mí. — Señora— acusa Román con un tono lleno de sororidad— Debe venir con nosotros. —Román— le contesta Jhan aún manteniéndome tras su espalda — Sabes que también soy el señor de la casa ¿Verdad? — Lo sé Señor— se acomoda la manga del traje n***o— Sin embargo son órdenes de su hermano, las que le prohíben a la señora esta clase de... eventos. — ¿Y dónde estaban ustedes para prevenir esta clase de "eventos"?— acentúa las comillas con los dedos en gesto de disgusto. — Nosotros.. — No estaban haciendo bien su trabajo, sino esto nunca hubiese ocurrido. ¿Qué pensará mi hermano cuando le cuente que arrebaté a su esposa frente a sus narices y no hicieron nada para detenerlo? — Señor, eso... — Eso representaría un despido inmediato y lo sabes. Marco no tolera los errores— la autoridad y firmeza con las que pronuncia cada palabra, lo hacen sonar muy convincente — No le diré nada, si ustedes tampoco lo hacen. Pero será la única vez. Nissa debe recibir protección en todo momento y no se pueden repetir esta clase de desprolijidades. Román junta sus manos al frente y asiente con la cabeza. Es demasiado inteligente como para entender que Jhan lo tiene atrapado. Marco jamás les perdonaría semejante error. — Voy a buscar a Niva y después me reuniré con ustedes para almorzar— me comenta como si la situación que acabamos de vivir no hubiera representado ningún riesgo. Asiento tímidamente mientras por dentro todo mi ser explota de ansiedad y preocupación. No estaré tranquila hasta llegar a la mansión y ver a Marco actuando con normalidad. Román abre la puerta del auto y no inmuta su rostro de piedra, aunque sé muy bien que debajo de ese solemne respeto, debe querer asesinarme. Puse su empleo en peligro por un capricho... me puse en peligro también a mí... Acurruco mi cuerpo y contemplo por la ventana cómo Jhan ríe mientras habla por el celular. No comprendo de dónde saca la fuerza para superar todo lo que pasó y seguir como si nada. ¿Cómo puede hablar con su novia después de lo que me hizo? Tal vez siempre había sido un buen actor y yo simplemente no lo sabía. Tal vez lo había hiper idealizado durante estos diez años. '—Podrás tener lo que quieras de mí Nissa. Pero no volverás a besarme' su promesa se repite en mi cabeza, haciendo eco en mis pensamientos. Puedo tener lo que quiera menos sus besos, menos su amor. Era fácil descifrar su mensaje. El dolor y su sed de venganza nos está llevando por un callejón sin salida, en el que ninguno va a salir ileso. Sea cual sea el desenlace vamos a terminar sufriendo .. y mucho. La velocidad con la que llegamos me sorprende gratamente. Miro el reloj y solo llevamos unos minutos de retraso, nada que una congestión de tráfico no pudiese explicar. Corro en el camino de piedra sin darle importancia al cansancio que mis pies poseen por los zapatos. Lo único que tengo en mente es evitar más problemas, más discusiones. Karla abre la puerta y me recibe con una enorme sonrisa— Adelante señora— me invita a pasar inclinando su cabeza. — Karla— sonrío yo también— ¿Cuántas veces te he dicho que no tienes que hacer eso conmigo? — Señora, usted sabe cómo son las reglas — me informa con los ojos redondos y brillantes. Hago una mueca — Hablando de Roma... ¿El señor está en su oficina? — No señora. El señor llamó para avisar que está retrasado y llegará recién para la cena— Respiro aliviada hasta que Karla continúa— Dejó ordenes expresas de que sea buena anfitriona y atienda a sus cuñados conforme a lo indicado por él con anterioridad. Marco, Marco, Marco.... otro día hubiese estado encantada de que no estuvieses presente. Pero... ¿Tenías que ausentarte justo hoy? ¿Cómo carajos iba a sentarme frente a Nirvana a conversar sobre cosas superfluas, con todas estas imágenes de Jhan en mi cabeza? ¡¡Sí que no había nacido con estrella!!... de eso no quedaba ninguna duda. Decido que darme una ducha es lo más adecuado. Sin embargo, aunque el agua cae con fuerza sobre mi cuerpo, no puedo borrar la sensación de sus manos recorriendo mi piel. No recordaba con justicia la intensidad con la que podía llevarme hasta el cielo, haciendo tan poco. En efecto es una virtud innegable que aún conserva a la perfección. Refriego mis ojos y sacudo mi cabeza haciendo un esfuerzo por disipar su imagen de mi mente. Queriendo que el agua se lleve de una vez por todas este sentimiento que me embriaga, que me persigue. Solo una cosa tengo en claro en medio de toda la bruma que me rodea: debo permanecer lejos de Jhan, de su seductora presencia, de nuestra complicada historia. ¿Pero cómo será eso posible viviendo bajo el mismo techo, tan solo a un par de habitaciones de distancia? Sabe Dios de dónde sacaré las fuerzas necesarias para no caer en la tentación.
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