1
Capitulo 1
La fiesta estaba movida, todo lo movida que puede estar una reunión entre millonarios snobs, a pesar de que estoy tratando de integrarme, de prestarle atención a cada una de las conversaciones que las personas tratan de entablar conmigo, mi cabeza está perdida en la carta de amenaza que recibí en la mañana. A pesar de que avise a la empresa que se encarga de mi seguridad, y sé que están haciendo su mejor esfuerzo por protegerme, estoy inseguro, está vez, a diferencia de otras veces, parece ser alguien que me conoce, que sabe lo que hay que decir para asustarme. También sé que esto tiene todo que ver con lo que sucedió en la empresa, toda la investigación que estoy preparando para la próxima reunión de accionistas.
— Henry, querido— llegó llamándome mi madrastra, ella no es la típica madrastra malvada de los cuentos, en realidad, desde que mi madre se largó cuando yo apenas tenía cinco años. Ha ejercido ese papel de manera ejemplar, ha sido mucho mejor que mi madre, quien además de traumas y desamor, no me dio nada más. Se casó con mi padre para limpiarle las cuentas bancarias y casi lo consigue. De no ser porque un pobre diablo enamorado le mandó a mi padre un vídeo de ella teniendo sexo con dos tipos, en nuestra casa.
— hola, madre— su nombre es Susan Beau, pero yo la llamo madre, decidí llamarla de ese modo el día que descubrí que ella nunca tendría hijos propios a causa de una enfermedad que tuvo cuando era adolescente. Ella caminó hacia mí junto a su hermana, Madelin Beau, estas dos mujeres son como el día y la noche, entre otras cosas sé que Madelin quiere adueñarse de la compañía, lleva años comprando acciones a escondidas, piensa que nadie lo sabe, ni que fuera tan difícil enterarse de algo así dentro del mundillo en el que nos movemos y más con una empresa tan grande como la nuestra. Incluso tengo mis sospechas de que puede ser ella quien me amenaza.
— hola, querido— me saludo la hipócrita mujer, si supiera que estoy tras de sus pasos.
— hola, Madelin, como están hoy tus artimañas— la cara de la mujer se contrajo, también vi a su hijo en una esquina, él es un antisocial. Nadie le habla, y el no le hablaba nadie.
— Henry, no empieces— me regañó Susan, entiendo que trate de mediar entre nosotros, y me va a doler darle la mala noticia, pero en algún momento lo voy a tener que hacer, no puedo evitarlo para siempre.
— está bien, de todas formas no tengo tiempo para esto— me alejé de ellas para evitar seguir hablando, iba camino al estudio del señor Foreman, dueño de la casa donde se celebraba la fiesta, es amigo de mi familia desde hace años, sus hijos estudiaron conmigo e incluso somos buenos amigos, así que su casa, es como la mía propia, la conozco a la perfección y tengo acceso a toda ella. Vi entrar a una joven en el salón, nunca la había visto, estoy seguro de que la recordaría. Su pelo es rubio, tiene destellos que brillan como el sol, pero también algunas vetas negras en él, que aunque son un poco desconcertantes, no desentonan para nada con ella, es como si fueran parte de su personalidad, le dan un aire rebelde, es alta, esbelta, parece una modelo, debía de ser la novia nueva de alguno de estos millonarios, no es raro ver a uno que otro vejestorio del brazo de una chica como está, pero aunque pensar en eso me repugna un poco, no pude evitar mirarla, el vestido n***o que tiene puesto le sienta de maravilla, es algo muy costoso, solamente con verlo se puede decir, es largo hasta sus tobillos y abierto en una de sus piernas hasta la parte alta del muslo, no le veo la espalda, pero estoy seguro de que si se voltea, podré verla por completo, me disponía a seguir caminando, pero ella vino hacia mí, me miró con unos ojos muy negros, tanto como su vestido y me dejó paralizado en mi lugar
— ¿eres Jason Makin?— parecía asombrada— no puedo creer que de verdad seas ,Jason Makin— quien quiera que sea esta chica me conoce, pero eso no es difícil, salgo al menos una vez a la semana en la televisión
— si lo soy— me arreglé el cuello de la corbata, era un Reflejo que adquirí con los años, cada vez que alguien me reconoce, lo hago
— de verdad no puedo creer que estés parado frente a mí. Se veía eufórica, como si se hubiera encontrado con una celebridad.
— ¿a no? ¿Y eso por qué?
— por dios, no todos pueden conocer a Jason Makin— me estaba irritando un poco la cantidad de veces que estaba repitiendo mi nombre, pero era tan bonita que merecía la pena dejarlo pasar, es completamente el tipo de chica que me gusta. A la que me gusta brindarle el mayor de los placeres.
— bueno, si estás aquí no debe ser difícil para ti, debes de ser alguien importante, o al menos hija de alguien importante— iba a decir también amante, pero me lo ahorre, eso no era de mi incumbencia, la chica bajo la cabeza, me preocupo haber metido la pata, la joven parecía muy tímida, y me preocupo hacerle daño—¿me equivoco?— le dije para seguir con el tema de conversación
— de cierta forma no lo haces— me miró a los ojos de nuevo— estoy aquí por alguien importante, pero yo no soy nadie, solo una sombra— imposible que una mujer como esa sea una sombra, las mujeres como ella no quedan relegadas a la sombra aunque lo intenten, más bien brillan con luz propia.
— no creo que seas una sombra— le dije muy serio, quería que supiera que lo decía con sinceridad, aunque para estas alturas ya estaba más que seguro de que era amante de algún vejestorio— en cuanto entraste en esta habitación mis ojos se fueron a ti, porque brillas con luz propia— ella sonrió, me tomo de la mano, yo me deje llevar, y ella me guío hasta el estudio donde precisamente pensaba ir yo antes, miro todo muy deprisa, y me señaló con una mano la silla del escritorio, yo muy dócilmente me senté en ella, la chica vino hacia mí, se paró delante de mí, mirando la ventana que tenía detrás. Bajo la cortina
—¿cuál es tu nombre?— le pregunté— me siento yo en desventaja, tu sabes quién soy, pero yo no sé quién eres tú.
— Lania, mi nombre es Lania— respondió sin pensarlo mucho, parecía entretenida, como si estuviera analizando algo
—¿y tienes apellido Lania?
— Blacke
— bonito nombre, Lania Blacke— dejo de mirar como una loca a todas partes y se sentó a horcajadas sobre mi— ¿qué haces?— sería muy hipócrita si digo que no pensé en algún momento que ella me estaba llevando al estudio para tener sexo, o al menos tuve la esperanza de que así fuera, aunque no pudiera corresponderle, al menos no aquí y de esta forma, pero ver que era su intención real, fue diferente, muy intenso, que una mujer como ella estuviera dispuesta a tener sexo conmigo en un estudio, aun así, ella no respondió mi pregunta, bajo la cabeza hasta la altura de mi boca, pero tampoco me beso, yo quería que lo hiciera, estoy seguro de que sus labios saben a cielo, se quedó así un minuto, luego se levantó, se puso de espaldas a mí, llevo la mano izquierda a su oído, como si escuchara algo y luego habló
— ¿estás seguro que todo está bajo control?— espero un poco, como si escuchara una respuesta, yo estaba desconcertado, no entendía lo que estaba sucediendo a mi alrededor
— perfecto, en seguida salgo de aquí con el objetivo— espere que se volteara a mí
— me puedes explicar que es esto y quien eres— le dije, estaba un poco frustrado y molesto
— lo siento señor Makin— me dijo con mucha tranquilidad— como ya le dije antes, soy Lania Black, a partir de hoy soy su nueva guardia de seguridad, su bienestar está a mi cargo— no podía creer lo que estaba escuchando, a quien se le había ocurrido enviar a una modelo a cuidarme
— creo que está usted equivocada señorita Blacke, mi guardia de seguridad está afuera, me acompañó aquí desde casa— ella sonrió, una sonrisa que no me gustó para nada, ya no era la misma chica que entro en esta fiesta, paresia la antítesis
— señor Makin, aunque Martin es un excelente guardia, no está a mi altura— interesante— modestia aparte, por lo que, el es solo el guardia asignado, la encargada de su seguridad soy yo— ya me encontraba muy irritado
— eso no es una opción señorita Blacke, eso no es una opción— no podía creer que en serio ella creyera que con ese tamaño y ese peso, era capaz de vencer al chico que me acompañó hasta aquí, ella no discutió conmigo
— está bien, puede hablar eso con mi jefe más tarde, por ahora, tiene que venir conmigo, necesitamos salir de aquí— ella parecía alarmada
— ¿está sucediendo algo?— le pregunté para salir de dudas
— en realidad, parece que había un tirador en la azotea de aquel edificio— me señalo algún punto fuera de la ventana— pero no vieron a nadie, así que no podemos estar seguros, lo mejor y más sensato. Es que me siga en este momento— aunque me hubiera gustado mucho rebatir lo que dijo, más que nada porque aún me encontraba molesto por haber caído como un tonto en su artimaña, su argumento era irrefutable, la seguí fuera de la casa, y nos subió a ambos a un auto n***o que esperaba fuera, cuando entre pude ver al guardia que me acompañó a la fiesta sentado en el volante
— llévanos a la empresa de seguridad Martin, creo que el señor Makin debe hablar de algo con el jefe— el chico asintió y puso el auto en funcionamiento, me sorprendió el respeto que le mostró a ella, pero yo no pensaba hacer lo mismo.