El Arte De Amar

Resiliencia, un concepto con el cual quiero que nos definan a Sofía y a mí. Todo lo que hemos pasado para llegar a este enorme y maravilloso lugar vale la pena. — Tranquila, mañana ya tendremos un lugar para dormir, por hoy debemos quedarnos acá — Le digo a Sofía utilizando señas para que me entienda, mientras nos abrazamos con nuestra ropa para darnos calor, nunca pensé que podía vivir debajo de un puente, nunca pensé que deberíamos pasar la noche en la calle, ella se veía asustada pero se que con mi abrazo la hago sentir mejor. La vida es injusta para algunas personas, considero que mi hermana y yo debimos vivir cosas de las cuales no teníamos nada que ver, hoy solo agradezco el valor que tuve, que tuvimos para correr fuera de ese lugar y poder escapar de las personas que nos acogieron. Los pies me duelen, quiero llorar pero acá se supone que soy la que debe tener más cordura, mi fuerza interior necesita un descanso ya no me siento tan fuerte, sin embargo, por ella volvería a hacer todo lo que hice. Colocó un saco más sobre nuestro regazo, preciso llovió ¿Qué más debemos vivir?, no sufrimos ya bastante para que al menos una noche podamos estar bien. Veo que Sofía cierra los ojos, cae en un profundo sueño, claro, la entiendo está rendida, tuvimos que caminar un montón prácticamente caminamos siete u ocho horas, la verdad ya uno pierde la noción del tiempo, mis pies tienen ampollas y mi cuerpo está deshidratado. Mi barriga suena del hambre, la desesperación quiere aparecer. Cierro los ojos intentando conciliar el sueño, es difícil, los recuerdos vienen a mi como una ráfaga de viento. Dieciséis años han pasado desde aquel día que nos cambió la vida, si no hubiera tenido a mi pequeña hermana no hubiese aguantado tanto, hubiera podido rendirme en cualquier momento. Siempre recuerdo las palabras de la señora del albergue "ustedes dos son lo único que importa, siempre deben velar por estar juntas, no dejen que nadie las separen ni que nadie pueda dañar la relación, tu eres la mayor, seis años mayor y estas muy pequeña, pero debes garantizar que siempre estarán juntas, solo son ustedes dos". Esta ciudad es tan diferente a la que nos vio crecer y a pesar de mi edad nunca he andado sola por fuera de la ciudad, no se defenderme, no conozco a nadie ni dirección alguna. Miro hacia el horizonte y este nuevo lugar se ve encendido las luces de las casa y de las calles resplandece alumbrandonos, alcanzó a ver un habitante de la calle en su casa improvisada, tiene una fogata y está fumando, no soy capaz de ir hasta allá a conseguir algo de calor, me invade la desconfianza y la paranoia. Alcanzó a percibir que él recoge basura para comer, se me parte el alma ver esa escena pero también mi estómago me recuerda que estamos sin comer, prefiero aguantar y mirar. Miro al cielo y le pregunto a mamá, ¿Por qué nos dejaste?, no estábamos preparadas para una vida sin ti, mi hermana te necesitaba, yo te necesitaba más de lo crees, no puedo culparte mamá de la vida que nos tocó, pero sí quiero reclamarte por haberte ido antes de tiempo, nos hubieras dejado un manual para enfrentar la vida sin ti. Muevo mi pierna y me duele, ese fue el último golpe, no habrá más cicatrices a partir de ahora, no habrá más golpes, no habrá más llanto por culpa de esas personas. Inició de flashback Estamos con Sofía en la habitación, después de que las niñas de la cama de la otra habitación nos molestara preferimos quedarnos juntas jugando con un rompecabezas, llega la directora del albergue. Ojalá tenga buenas noticias. Bueno, a nosotras nos abandonó nuestra mamá, de una enfermedad llamada cáncer le dio muy fuerte que hizo que se fuera hace dos años. Desde ese entonces estamos acá, no tenemos otro familiar o algo así, a mi hermana siempre la han intentado adoptar. Ella al ser más chiquita tiene más oportunidades pero como mi mamá dejó escrito que no nos separaran pues acá estamos, nadie quiere llevarse dos niñas a la vez; lo cierto es que cuando ven que mi hermanita es sordo muda cambian de parecer, no obstante, la semana pasada se acercó al lugar una pareja, eran como de veinti tantos años. Se ven muy amables, ellos dicen que quieren adoptar ya que la señora es modelo y no quiere perder su cuerpo o algo así. Vieron a muchos niños, pero cuando nos vieron a nosotras quedaron encantados, ¡Bueno, eso es lo que creemos!. La directora nos saca de la habitación y nos lleva a su oficina, puedo escuchar la burla de esa niña mona, solo porque a mi hermana se le cayó un diente, me gustaría patearle el trasero. Ella nos ubica en unas sillas metálicas, sale por alrededor de cinco minutos y nuevamente entra. Esta vez viene acompañada de la pareja que se acercó a este lugar la vez pasada, miró a mi hermana, y ella tiene una sonrisa de felicidad. A pesar de su corta edad ella entiende que si conseguimos familia nos iremos de este lugar y tendremos eso que siempre hemos soñado, un hogar. Ellos se sientan frente a nosotras y estiran sus manos, la directora dice con un tono de felicidad " su nueva familia" y da pequeños aplausos. Nosotras corrimos a los brazos de aquellas personas que nos van a brindar el hogar que tanto queremos, ellos nos reciben con un abrazo cálido y fraternal. Después de tramitar algunas cosas salimos. Ver la calle, los parques, la naturaleza es algo indescriptible. Desde que mamá se fue nos encerraron en ese lugar y no teníamos contacto con el exterior, no voy a decir que la pasamos mal, al contrario, solo que hay cosas que simplemente extrañamos, de papá no sé nada más de lo que mamá nos decía, que él nos abandonó por irse con otra mujer. Llegamos a esa casa, era lejos de la ciudad, en el camino nos gastaron un helado y una hamburguesa de triple carne a cada una. Al llegar a la casa nos llevaron a una habitación en el segundo piso, allí habían dos camas con muchos juguetes de peluche, nos dieron un vaso con leche y nos fuimos a dormir. Durante mucho tiempo la relación fue muy amena, Loren como se llamaba nuestra nueva mamá trabajaba modelando, ella era muy hermosa, tenía el cabello rojo igual que nosotras pero sus ojos eran color azul, papá era fotógrafo su nombre era Carlos, el es un hombre alto, musculoso, su cabello rubio y ojos verdes es muy apuesto, ellos trabajan todo el día, normalmente llegaban cansados y tomados pero dicen que es normal en los adultos, nos dejan comida y muchos juguetes para entretenernos todo el día. Yo hacía algo de comer para nosotras ya que ellos nunca comían en la casa y la comida que dejaban no nos gustaba. Ese día, recuerdo bien, Sofía tenía un par de platos en su mano, por hacer un baile un poco ridículo estos resbalaron rompiéndose de inmediato, los levante pero ese no fue el problema. Cuando ellos dos llegaron se enojaron mucho y golpearon a Sofía, me molesto mucho que interferí pero eso fue peor, desate la furia de ellos y me golpearon hasta que se cansaron, nunca llore frente a ellos, mi mamá biológica y todos me decían que yo era fuerte, por eso siempre evitaba las lágrimas para irme a encerrar en mi habitación o en el baño a desahogarme. Luego de eso, los golpes nos llegaban frecuentes, ellos nos decían que eran para que no nos desviaremos, lo hacían cuando alguna de las dos se equivocaba en algo o nos iba un poco mal en el colegio. Yo les tenía un aprecio significativo a ellos, entre tantos niños optaron por adoptarnos a nosotras sin importar nuestra edad y primordialmente que éramos dos. Recuerdo muy bien el cumpleaños de Sofía, ahorré durante un año para comprarle un video juego que tanto quería, ese día me levanté más temprano y fui a la tienda del señor Pepe que él lo daba en descuento. Le compré el video juego y aún así le quedé debiendo. Llegué a casa y como raro mis papás adoptivos están un poco borrachos, invitaron a muchas personas de su círculo únicamente para beber, era obvio como las fiestas de adultos. Voy y dejó el videojuego en la mesita de los regalos, es el único… ¡Qué triste!, y me acercó a jugar con Sofía, no había pastel, solo había licor de un lado a otro. Cuando decidí ir a buscar el regalo para alegrarle la noche la dejé sola y al volver uno de los invitados de ellos estaba molestando, la estaba tocando, mi furia creció y fui y le di patadas y puños a ese señor, cuando papá Carlos vio eso se molesto conmigo por molestar a sus invitados, nos envió a la habitación y con una seña dijo que ahora hablábamos, me sentí tan impotente él no nos creyó. Lo que quedaba del día nos quedamos en la habitación jugando pero al anochecer subió papá Carlos, estaba furioso, tomó el video juego de Sofía y lo rompió "Les enseñaré que deben respetar". Sofía lloró y él salió, creo que el respeto que tengo por él se va esfumando poco a poco al ver el poco aprecio que tienen por nosotras, fui tras de él a reclamarle y me recibió con un golpe por cuestionarlo. Así fue año tras año, era notable cada desprecio que ellos nos hacían, muchas veces yo ganaba doble castigo por defender a Sofía. Cuando por fin vi una forma de salir de ese encierro fue a mis dieciocho años, pero al ser Sofi seis años menor que yo, ella seguía en custodia legal de ellos, así que por ella debí seguir aguantando, me obligaban a trabajar para poder pagar sus adicciones. Un día me encontré con un abogado muy joven quien me asesoró, pero la verdad eso era muy costoso y no tenía dinero para eso, no era independiente económicamente, ellos manejaban todo mi dinero, mi mamá biológica tenía dinero suficiente pero al ella fallecer y nosotras ser menores de edad todo se perdió. Las explotaciones no cesaron, mi hermana y yo muchas veces debíamos tomarnos fotos indebidas solo para "Ayudarlos con su negocio", era denigrante porque aunque no se veían nuestros rostros si estábamos perdiendo la dignidad. Yo me preguntaba si en verdad nos adoptaron por amor o por lástima, es una respuesta difícil que no voy a comprender. Cuando por fin Sofía cumplió dieciocho años hicieron una gran fiesta, por mi parte estaba más que feliz ya que era la oportunidad de ser libres. Me arregle ya que nos advirtieron que no debíamos hacerle pasar ridículo. Pude escuchar como negociaban la mano de Sofía a cambio de una gran cantidad de dinero, vi a ese hombre y era un hombre mayor, al ver eso supe que era hora de salir de ese lugar y no dar pie a que eso se saliera más de control. Fui a la habitación y la tomé de la mano, rápidamente en un bolso saqué algo de ropa de ambas, dinero no podía sacar ya que ellos me quitaban todo y con gestos le indique a Sofi que íbamos a bajar por la escalera, a pesar de ser ya mayor de edad tienen un control impresionante sobre nosotras. Bajamos y corrimos, no quería explicarle a Sofi lo que escuché, solo quería que entendiera que nos íbamos a tener una mejor vida. Caminamos demasiado, hasta llegar a otra ciudad para empezar de nuevo". Fin de flashback Busqué en mis bolsillos pero nada, ni siquiera una moneda para comprar un trozo de pan, debía buscar trabajo pronto o íbamos a tener muchas necesidades. Al despertar nos fuimos buscando una habitación para vivir, pero todas pedían algo de dinero para dejarlo. Caminamos por diferentes calles hasta que vi un chico que estaba tirado en el suelo, corrimos a ayudarle, lo levantamos del suelo, era un chico muy simpático tenía aproximadamente la misma edad de Sofi, la mamá de aquel chico salió y al ver lo que hicimos nos agradeció, me di cuenta que estaba limpiando la casa, al parecer estaba rentando una habitación así que aproveché y le pedí que nos la rentara, tuve que medio contarle algo para que creyera que no teníamos donde dormir, nos miraba de arriba a abajo y hacia gestos, aunque ella dudo un poco al final nos la rentó. No teníamos una cama o algo así, la señora Nohora nos prestó una colchoneta y unas cosas que su familiar había dejado, el ambiente en esa casa era distinto, se sentía en el aire. Ese muchacho no dejaba de ver a mi hermana y no lo culpo, ella es muy bella, tiene el cabello rojo igual al mio, este es largo, sus ojos son color verde y tiene pequeñas pecas sobre la nariz, su cuerpo es delgado y tiene una bonita silueta. Espero de corazón que cuando él note que ella no puede hablar no le haga el feo y la ignore como muchas personas. Dejé ahí a Sofía leyendo mientras yo iba a buscar un trabajo y un instituto para ella, ella quiere ser maestra así que apoyare su sueño. Se que quizá puede ser más complejo por su condición pero con amor y constancia lo puede hacer. Le pedí a la señora Nohora un plato de comida para Sofi yo se lo pagaba, ella al parecer sintió lástima de nosotras dos, aunque para ser francos en este momento es lo que menos me interesa. Camine por horas hasta que vi un letrero de que se necesita costurera, algo vi de eso en un trabajo que tuve hace años así que puedo intentarlo. La prueba no fue para nada sencilla, debí mostrar como era el manejo de la máquina plana y para ser realistas es muy difícil, ¡casi me coso los dedos!, pero al menos pude realizar una costura recta en una camisa, al final me aceptaron pero no me pagaban tanto. Siempre me gustó estar al tanto de la costura, aprender cualquier cosa, de pequeña jugaba a crear vestidos y ropa para mis muñecas, veía esas famosas que creaban prendas para modelos y empresarios, desde ese momento supe que quería ser diseñadora y quizá por eso adquirí trabajo aquí, la vida me estaba mostrando mi destino. Al volver a casa después de un largo día de prueba en mi nuevo trabajo sin algún pago pude por fin darme un baño, mis pies me dolían, mi cabeza me iba a estallar. Hace dos días no comía algo, pero al ver a mi hermana allí durmiendo tranquila y fuera de los alcances de esas personas mal intencionadas. Me senté a su lado y mire la marca en su espalda, nunca me perdonaré por no protegerla, ese golpe sin dudarlo me dolió más a mi que a ella, ese golpe hizo que mi resentimiento hacia mis padres adoptivos creciera. Tomé mi teléfono y abrí el navegador, escribí escuelas inclusivas, encontré bastantes pero muy costosas, nuevamente la desilusión llegó a mí, ni siquiera puedo hacer eso, ni siquiera puedo ayudar a que mi hermana tenga estudio… seguí buscando no me iba a rendir tan fácil, no lo iba a hacer, encontré un programa de becas pero no había la carrera que ella quería, debía preguntarle y de ser así sin dudarlo le ayudaría a conseguir la beca. Me asome a la ventana, el clima acá era diferente, era más frío, oscurecía más temprano, sin embargo, el cielo estaba despejado dejando ver todo su esplendor, la tranquilidad no se comparaba con nada, eso era lo más importante. Me acomodé cerca a ella para poder dormir, no obstante antes de conciliar completamente el sueño un mensaje llegó que volvió a alterar mi vida, eran ellos. Se dieron cuenta que no estábamos, el pánico recorre mis venas y, comienzo a temblar, no sé escuchar el mensaje u omitir lo, pero sé que aún el miedo me invade, el hecho de que nos encuentren y nos castiguen me afecta, que utilicen la condición de Sofía para seguir chantajeando, respiro un par de veces para calmarme y poder escuchar con atención cada palabra… — "Escúchame bien estúpida, si te quieres ir de esta la casa que te ha dado todo en tu miserable vida, pues bien, lo puedes hacer, ya no me eres útil. Eres una desagradecida, no valoraste todo lo que Loren y yo te dimos en estos años y si te vas a llevar a la persona que nos va a sacar de esta crisis económica, eres una egoísta que solo piensas en tu beneficio en tu bienestar y en nosotros no. Así que espero y devuelvas a tu hermana, que para lo único que sirve es para casarse con ese hombre que va a pagar bien por ella, sé que escuchaste te vi, pero no podía dejar a un cliente importante por ir tras de ti. Deja de vivir por ella, dejala hacer su vida no la conviertas en una sombra barata de ti. Mira puedo perdonar, podemos perdonarte, tu comportamiento de todos estos años y hacer como si no pasara nada, solo deja que tu hermana sea feliz… Espero tu mensaje "hijita" no querrás encender mi furia. " —. Apague mi teléfono. No pude evitar sentir escalofríos con esas palabras, la forma tan despectiva a la que se refiere de mí, también en lo que dijo, tiene razón vivo por Sofía y no me arrepiento de ello, solo que no me he tomado la decencia de si acaso preguntarle si eso es lo que realmente quiere ella. La noche se me hizo eterna, fría. Mañana sería un mejor día, debo pensar eso, debo sentirlo, nuestra vida cambiará para bien y ese pasado tormentoso quedará atrás donde corresponde. Lo que sí estoy segura no volveremos a dormir en la calle. Repasaba en mi cabeza una y otra vez alguna forma para sobrevivir, mi propósito era que poco a poco olvidaramos todo el tormento que tuvimos que vivir al lado de ellos, sin embargo, no puedo negar que me afecta darme cuenta que nunca tuvimos unos padres de verdad, en cierto modo no sé si la mejor hubiese sido qué nos hubiéramos quedado, sin padres mido orfanato, que nadie nos hubiera adoptado y que nuestra mente hubiera pensado que estaba bien no crecer con padres pero crecer sanamente estables, crecer con seguridad y tener el amor propio que ellos nos arrebataron.