¿Cómo curar un corazón roto?

Para todas aquellas personas con el corazón roto... A veces las puertas se cierran y no es malo aprender a dejar de tocar. Dicen por ahí un par de cuentos sobre la suerte, quizá fue el día que nací, el bendito nombre que se me otorgo, o aquel martes trece... No lo sé bien. Pero yo jamás la conocí. Quizá debí hacer aquellos rituales, aventar sal sobre mi hombro, colocar romero en mis puertas, usar lavanda o evitar las grietas... Podría preguntarme cual sería el límite del dolor, ese no terminaba, podía sentirme miserable, mientras todos mis sueños eran llevados por una persona egoísta, podía fingir que el dolor no me carcomía mi cabeza, aunque lo hacía. Podría fingir que no quería gritar mientras lloraba aún más fuerte, o que mis problemas serían resueltos mágicamente. Al final de cuenta, era una chica vestida con un vestido de novia, llorando a la luz de las velas, con el maquillaje corrido después de haber llorado por horas, con el corazón partido que no paraba de preguntarse, ¿Cómo curar un corazón roto? Los corazones se rompen, cuando las personas que aman dejan de hacerlo, las personas cercanas terminan siendo completos desconocidos... Un proceso difícil de lidiar. El sonido de la lluvia golpeaba con fuerza mi ventana, un golpe tras otro mientras que solo podía escuchar estos al compás de mis pensamientos y mi corazón roto, la falta de luz a causa de la lluvia y el modo tan cruel de ver, que nada había sido lo que esperaba, lo que quería o lo que en algún momento llegue a soñar. Aquel pastel aplastado por supongamos el gato del vecino que solía infiltrarse por mi ventana, con una pequeña vela que dudaba que en alguna vez cumpliera un deseo de ser feliz, esta era yo, una chica con el vestido de novia, el maquillaje corrido y el corazón roto, todo esto me generaba cólera, demasiada a decir verdad. Quizá ese fue el momento en el que creí que nada podía ser peor, pero no sabía lo equivocada que estaba, todo se volvió peor, mucho peor. Dicen que el tiempo lo cura todo, no era así. No sabía si esos pensamientos se debían a mi corazón roto, o a mí siendo trasladada a un hospital dentro de una ambulancia a 90 km junto con todo mi esfuerzo, y aún podría preguntarme, ¿Cómo curar un corazón roto?