Encuentro.

2309 Words
Por fin había terminado su carrera. La carrera por la que lucho con uñas y dientes para sacar adelante. Hoy era el día de su graduación, el segundo día más feliz de su vida, ya que el primero lo ocupaba por completo el nacimiento de su pequeño Oliver que ahora contaba con cuatro años de edad y era un niño muy inteligente. Lily su madre entro a la habitación de su hija con un sonrisa de oreja a oreja demostrando de esa manera lo orgullosa que se sentía de que por fin su niña haya terminado con lo que se había propuesto. —Estás preciosa Lana. —Dijo cogiendo el peine de sus manos y comenzando a cepillar su larga melena. —Gracias mama. —Le dedico una sonrisa a su madre a través del espejo y cuando Lily termino dejo el peine en el tocador mientras ella se levantaba y la abraza. —Gracias por estar siempre aquí para mí. No sé qué haría sin ti. —No tienes nada que agradecer pequeña. —Dijo su madre dándole un beso en la mejilla. —Por favor no llores, se te va a correr el maquillaje. —Lana aguanto un sollozo y le dedico a su madre una sonrisa temblorosa y a continuación la abrazo. —Nos vamos de una vez. —Dijo su hermano John entrando a la habitación. —Si vamos. —Dijo Lana limpiándose con cuidado una lágrima. Al pasar por el lado de su hermano mayor este le pasa el brazo por los hombros y la pegó a su pecho de forma cariñosa. —Estoy muy orgulloso de ti Lana. —Susurró en su oído y le dio un beso en la frente. Salieron de la casa y allí se encontraron a su hijo con su hermano de ocho años Noah que era prácticamente el mejor amigo de Oliver. Su madre ayudo a Noah a sentarse en el coche y John hizo lo mismo con Oliver acomodándolo en su silla de coche. Subió al volante del coche y a su lado se sentó su madre en el asiento del copiloto, cuando vio que su hermano John estaba en el coche sentado entre los niños puso el coche en marcha hacía la universidad. El coche avanzó por la carretera hasta llegar a la universidad. Todos bajaron del coche y Lana fue a la parte trasera para sacar a su hijo de la sillita. —No te preocupes Lana yo lo saco. —Dijo su madre con una sonrisa cariñosa. —No queremos que te arrugues el vestido. —Está bien gracias mama. —Se echó a un lado y dejo que su madre sacase a su hijo y cuando ya estaban todos abajo tomo a Noah y a Oliver de la mano y caminó hacía el sitio que estaba dispuesto para la entrega de diplomas. Había un montón de personas. Padres orgullosos e hijos emocionados con la misma ilusión que ella. No se podía creer que la universidad ya hubiese acabado y que a partir de ahora podía ejercer su profesión. Cuando entro por primera vez por las puertas grandes de la universidad estaba tan asustada. Era la única de su carrera que tenía un hijo y se sentía algo marginada por sus compañeros por esa razón pero a ella no le importaba porque al llegar a casa y ver a su maravilloso tesoro se daba cuenta que la marginación era muy poca cosa comparada con tener a ese ángel a su lado. —Sentaros aquí mama. —Dijo Lana señalándoles las sillas. —Está bien cariño. Mucha suerte. —Gracias mama. —Le dio un beso a su madre en la mejilla y luego se acercó a su hijo. —Pórtate bien ¿vale? —El niño asintió con la cabeza y rodeo con sus pequeños bracitos el cuello de su madre para darle un abrazo. —Eres la mejor mami. —Dijo el niño inocente dándole un besito en la frente. —Y tú el mejor niño del planeta. —Se soltó del tierno agarre de su hijo y comenzó a andar hacía las sillas correspondientes para los graduados. Se sentó en su silla al lado de una de sus compañeras de carrera y todos hicieron lo mismo. Primero llegó el discurso del profesor y después de eso el de los alumnos. Por último el de los padres y al terminar este se llega al discurso de la persona invitada que entregara los diplomas. —Este año para la entrega de los diplomas tenemos a una persona muy importante con nosotros, debido a que ha cooperado mucho en las actividades de la universidad ayudándonos a todos a evolucionar hacía un siglo XXI mejor. Demos un aplauso a Logan Hardy. —Dijo el rector de la universidad mientras todos estallaban en aplausos para recibir al invitado. Cuando por fin subió al estrado para dedicar las palabras a los alumnos finalistas los ojos de Lana estaban a punto de salirse de sus orbitas. "No puede ser" dijo su subconsciente "Seguro es una mala pasada de tu mente, además ese hombre se llamaba Lex no Logan." Comenzó a dar su discurso y todos le escuchaban atentamente pero ella se había trasladado a aquella noche otra vez. Aquella noche que no la dejaba de seguir desde entonces, esa noche que se había metido en sus sueños más profundos y la hacían sentirse débil. —Me llamo Lex. —Le recordó su memoria haciéndola pasar un mal trago. Lex, Lex, Lex. Así es como se llamaba o por lo menos ese es el nombre que él le había dicho, pero ahora se daba cuenta que la había mentido y no solo la había mentido respecto a su nombre también la había mentido respecto a quien era realmente. Un famoso abogado que había amasado una gran fortuna y además de eso contaba con un montón de dinero por parte de sus padres inmensamente ricos. Dios en esos momentos se sentía tan estúpida. Miro hacia atrás y vio cómo su pequeño Oliver miraba atentamente a su padre. ¿Se habría dado cuenta? Se preguntó tontamente. Tal vez su hijo sintiera la conexión que tenía con él. Oliver era un poco parecido a su padre. Aunque tampoco lo sabía con seguridad porque ella no conocía muy bien a Lex o a Logan o cómo diablos se llamase. Pero tenía la misma sonrisa, los mismos ojos y por no hablar de su pelo rubio que lograba llamar la atención como había llamado la de ese hombre que estaba hablando en el estrado ahora mismo. ¿Qué pasaría si ese hombre que parecía tan seguro de sí mismo se enterara ahora que su noche de pasión había tenido consecuencias? ¿Le quitaría a su hijo o seguiría con su vida como si no hubiese sucedido nada? Desde luego ella eso no podía saberlo. El público estalló en aplausos nuevamente y ella volvió al presente donde tenía que dar muchas explicaciones y también recibirlas. —Bien ahora vamos a entregar los diplomas y pasareis uno a uno a recogerlos. —Informo el rector de la universidad. —Oscar Price. —Comenzó a nombrar "Logan" y el alumno correspondiente se puso de pie para acercarse al estrado. Y así hicieron todos hasta llegar a ella. —Lana... —Frunció un poco el ceño pensando de que le sonaba tanto ese nombre pero al final carraspeo y decidió pasarlo por alto. —Lana Hamilton. Lana se levantó con un poco de dificultad y camino entre sus compañeros hasta llegar al estrado y subir lentamente las escaleras. Como si fuesen a declarar su sentencia de muerte en debe de su sentencia de una vida mejor. Al llegar a él levanto la cabeza y le miro a esos ojos azules. Esos ojos que había heredado su pequeño. Le entrego el diploma y le dio dos besos en las mejillas felicitándola. —¿Nos conocemos? —Pregunto susurrando cerca de su oído. —No lo creo. —Contesto ella antes de tomar definitivamente su diploma y bajar del estrado ahora con paso más acelerado. Cuando se terminó la entrega de diplomas el rector dedico unas últimas palabras y todos aplaudieron, después cada uno se levantó y se reunió con su familia. Oliver vino corriendo a sus brazos y ella lo tomo y le dio una vuelta en el aire para luego pegarlo a su pecho y darle muchos besos por toda la cara. Lo sostuvo con una mano en la cadera y a continuación recibió los abrazos y las felicitaciones de su madre. —Has estado increíble cielo. —Dijo su madre con orgullo. Noah se acercó a ella y la abrazo por la cintura. —Eres la mejor, hermanita. —Susurro el niño de apenas ocho años. —Tú también cariño. —Se agacho y deposito un tierno beso en su mejilla. John la abrazo con fuerza y le paso la mano por la espalda descubierta que tenía el vestido. —Me alegro tanto por ti. —Le dio un beso en la frente y se separó de ella. —Gracias John. —Dijo separándose de él y depositando un beso en la mejilla de su hijo. —Vamos chiquitín al suelo. —Lana dejo al niño en el suelo y su hermano Noah no tardo en cogerlo de la mano y comenzar a correr por los jardines de la universidad. —Es muy guapo el hombre que entregó los diplomas. —Dijo Lily a lo que Lana trago con dificultad al escuchar eso. —Y es rico. —Añadió John mirando al hombre rubio que caminaba entre la gente deteniéndose a hablar con todos. —Lana. —Llamo John a su hermana al ver que esta estaba perdida en sus pensamientos. ––Oh sí. Claro ¿qué decías? —Pregunto ella volviendo a la realidad. —Mama, mama mira. —La llamo Oliver que estaba corriendo. Lana giro la cabeza y le miro, estaba muy cerca de ese hombre, demasiado cerca para su gusto. El niño se subió a una silla y se disponía a saltar. Lana abrió los ojos y comenzó a correr hacía el niño para impedir su acción. —¡No! Oliver no. —Grito ella al niño corriendo todo lo que los altos tacones le permitían. —Noah no dejes que salte. —Noah miro a su hermana rápidamente y giro la cabeza para ver a su sobrino. Antes de que el niño saltase el rubio cogió al pequeño en el vuelo y lo aguanto en sus brazos. Cuando Lana llego a su hijo tenía el corazón en la garganta y le latía muy deprisa. Le cogió de los brazos de Logan y lo abrazo pegándole a su pecho. —Menudo susto me has dado Oli. —Le pasó la mano por la espalda y le dio muchos besos en la frente. —Nada de subirse a cosas altas ¿recuerdas príncipe? —Le separo un poco para mirarlo a los ojos —¿Estás bien? —El niño asintió con la cabeza y Lana lo dejo en el suelo. —Ve con la abuelita ¿vale? Ahora va mami. —El niño salió corriendo a donde su tío y juntos fueron hacía su madre. —Lana Hamilton. —Se giró al oír su nombre salir de los labios de ese hombre y le miro a esos profundos ojos azules. —Nos conocimos hace cuatro años en Reeds ahora lo recuerdo. —Yo no te conozco. —Contesto ella alzando la barbilla. —Yo creo que sí. Ese día era tu cumpleaños. ––Es cierto pero yo no conocí a ningún Logan Hardy. ––Vale te di otro nombre. —Dijo él con una sonrisa pícara en su cara. —Ves como yo a ti no te conocía. —¿Quién es el padre del niño? —Pregunto él mirándola un momento a ella y luego mirando al niño que estaba en los brazos de su hermano John. —¿Es ese hombre que le sostiene en brazos? —Lana giro la cabeza en dirección a su familia y vio a John aguantando en brazos a su hijo. —No. John no es el padre de mi hijo. —¿Entonces...? —Entonces ¿qué? —¿Es mi hijo? —Frena el caro quieres. —Dijo ella con altivez. —No eres su padre. —¿Y quién es? —Eso no es de tu incumbencia. —Comenzó a caminar hacía su familia pero fue detenida por la fuerte mano de Logan. —¡Suéltame! —Exclamo ella pero lo único que hizo él fue pegarla a su pecho y hablarle lentamente en su oreja. —Lo voy a averiguar y te juro que si ese niño es mi hijo te vas a arrepentir de habérmelo ocultado. —No me amenaces. —Dijo ella mientras intentaba zafarse. —Tú suelta a mi hermana. —Bramo John empujándole por el hombro para alejarlo de su hermana. —No tienes ningún derecho a cogerla. —Cogió a su hermana de la mano y la coloco detrás de él. —¿Por qué la tenías agarrada? —No tengo que darte ninguna explicación a ti. —No te quiero volver a ver cerca de mi hermana. Vamos Lana muévete ya nos vamos. —John tiró de la mano de Lana y comenzaron a andar juntos. Lana miro hacia atrás y vio la mirada maligna que ese rico y atractivo hombre le lanzo. Ese hombre que era el padre de su niño. Espero que os haya gustado este capitulo porque a mí me ha gustado mucho escribirlo. ¿Qué os parece el rumbo que esta tomando esta historia? ¿Quién os gusta más Logan o John? ¿Y el adorable Oliver? Es una monada.
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