Letal indiferencia, el amor que él dejó ir

Una decisión virtual

Rachel sabía los malos tratos que mi mamá me daba, siempre la había detenido para que no le dijera nada a papá, y al final de cuentas no quería mortificarlo.

—Espera, Rae —la detuve del brazo a la mitad del pasillo —. No puedes decirle nada a papá, recuerda que su corazón no se encuentra muy bien y no va a resistir la noticia.

Ese era el otro motivo por el cual no le decía nada, él simplemente no estaba bien del corazón y debía ocultar las vejaciones de mi mamá hacia mí.

—En serio que eres demasiado buena para tu madre, no puedo creer que la tía Antonia sea capaz de ir a darse golpes en el pecho en la iglesia y a ti te trata tan mal.

—Solo deja las cosas como están, ahora ven a acompañarme a mi cuarto porque se supone que debo de guardar reposo.

Rachel me guio hacia mi cuarto, estando ahí le conté lo que había pasado en la universidad y la manera en la que Damien me defendió de esos idiotas.

—Se me hace que tienes un admirador secreto que no es tan secreto —Rachel me dio un empujoncito con su hombro —. Lo que más me gusta es que te defiende de cualquier idiota que te quiera lastimar.

—Rae, él solamente tiene cariño de amigo hacia mí. Al final de cuentas, somos los bichos raros de la universidad. Si supieras su madre como lo maltrata y lo compara con su hermano. Es casi lo mismo conmigo, solo que en mi caso, pues es contigo que mi mamá me compara.

—Cariño, créeme que no me gusta esta situación con mi tía. Hablaré con mamá para que le diga que deje de hacer esas cosas. Al final de cuentas, tú eres su hija y punto final.

—A veces dudo de ello, siento que nos cambiaron en el hospital o algo por el estilo. De algún lado tiene que salir el desprecio de mi mamá hacia mí.

—No digas tonterías, ahora hay que enfocarse en este chico llamado Damien. Dime qué es lo que sientes por él y todo eso.

—Por él no siento nada, lo cierto es que ahora desconfío de muchas personas porque siento que su único interés es escalar a nivel social… Al parecer, nadie me quiere por lo que soy, sino por lo que puedo proporcionar.

—Eres una persona maravillosa, entiendo el sentimiento, pero créeme que ahí afuera hay alguien que te va a querer por lo que eres, la mejor prueba es conmigo, me casé con un hombre bueno que me quiere por lo que soy y no por lo que tengo.

—Tú eres una mujer hermosa, en cambio yo… Bueno… Parezco un hombre atrapado en el cuerpo de una mujer, incluso mi carrera es para machos, según mi mamá.

—No digas esas cosas, eres una arquitecta demasiado brillante y una vez que te gradúes voy a pedirte que hagas mi restaurante. Bien sabes que eso es algo que siempre he querido y qué mejor que darle el proyecto a mi adorada prima hermana que es la más inteligente en ese ramo.

—Y lo haré con gusto, supongo que fui arrojada a este mundo para trabajar únicamente. Como quisiera encontrar a una persona para mí, así como tú la encontraste en tu esposo, pero lo cierto es que el amor no es para mí y mejor me hago a la idea de que voy a morir en total soledad.

—Escucha una cosa —Rachel se mostró pensativa —¿Y si entras a esas aplicaciones para citas? Ahí nadie te conoce, quizás puedes encontrar a tu ser amado.

—¿Es en serio? Esas cosas son para personas totalmente desesperadas, no pienso hacer tal cosa, mejor ahórrate tus ideas locas y déjame tranquila.

—Muchos han encontrado el amor en esos sitios, deja los prejuicios de lado, estamos en una época totalmente moderna en donde nos podemos apoyar de la tecnología incluso para eso. Vamos, no tienes nada que perder y así dejas de lamentarte por el hecho de que no consigues a nadie, además puedes pasarte por una mujer totalmente pobre.

—No lo sé, déjame pensar las cosas…

¿Y si Rachel tenía razón con todo eso? Si ahí podía encontrar lo que tanto buscaba y mejor aún, me iban a querer por lo que era y no por lo que tenía.

—Pensándolo un poco mejor creo que tienes razón, al final nada pierdo. Me haré pasar por alguien pobre para así poder ser querida por mi personalidad, al menos de eso pues nunca he dudado en absoluto, lo contrario con mi físico y mi presencia.

—¡Así se habla! Además deja de decir cosas negativas porque eres una mujer hermosa, lo único es que te gusta vestir de manera diferente. Tu cabello color chocolate y tus ojos castaños te hacen ser una mujer preciosa a la que muchos quisieran tener.

—Pues no miro una fila de hombres detrás de mí, así que deja de decir esas cosas porque al final no lo creo. Por ti si había una enorme cola, pero desde que te casaste todos esos pretendientes fueron enviados al demonio.

—Lo sé bien, y no me arrepiento de nada porque soy feliz al lado de mi esposo, esa felicidad es justo la que quiero para ti. Por eso es que te estoy motivando a que abras ese perfil de citas sin estar pensando en que eso es lo que hacen las personas desesperadas. Porque ya sabes que los que se van a acercar a ti en persona, es porque quieren la posición social que le ofrece la familia Endecott.

—No me cierro a la idea, pero no sé si sea algo bueno —moví mi boca de un lado al otro —¿Crees que sí lo sea?

—Lo es, pero tú estás con prejuicios que a la hora llegada no te van a llevar a la felicidad que tanto quieres, entiende una cosa y piensa en todo lo bueno que te puede pasar.

—¿Y si sucede algo malo? —pregunté con temor —no sé, tengo miedo.

—Está bien tener miedo, pero se debe actuar al mismo tiempo. Que el temor no te paralice porque ahí vas a dejar de vivir y los años van a pasar, créeme que el tiempo perdido es algo que duele demasiado en el futuro.

Tomé mi celular y al final descargué una aplicación de citas que no era tan famosa, comencé a llenar las preguntas que salían ahí y luego las fotos que consideraba que eran más apropiadas.

Los likes fueron escasos, ninguno de los que salía ahí me gustaba. Pero me detuve en un perfil que llamó mi atención, sus ojos grises eran hermosos y aunque su rostro no era de mi total agrado, fue suficiente para mí ver aquellos iris tan lindos para terminar deslizando a la derecha.

—Hola bonita —aquel hombre escribió casi de inmediato —¿Qué hace alguien como tú por aquí? Realmente eres muy hermosa…