Desde que se fue, no he podido dejar de pensar en él y las palabras que me dijo. Cada una de sus palabras resuenan en mi cabeza, una y otra vez. Aún estoy incrédula. Aún siento que todo esto es un sueño del que no me he despertado.
Yo, Kim Parker, le gusto a Jim Patrick y quiere seguir conociéndome, quiere intentar algo conmigo.
No, no, no. Esto no puede ser cierto.
Me tapo la cara con las manos y comienzo a negar y patalear en el sillón, dando chillidos y grititos emocionada.
—Pareces una tonta adolescente —espeta Kath, viéndome como si yo estuviera loca, cuando sale de su habitación—. Está de la v***a enamorarse. Le da por portarse como idiota a la gente.
—¡Bah, cómo si tú no estuvieras enamorada de Marcus! —le replico, rodando los ojos y observando lo guapa que se ve.
—Pero
