EL JUEZ BARCLAY

1358 Words

La princesita está que echa fuego por la nariz. No le han gustado nada las palabras que le he dicho. Casi puedo ver su cuerpo temblar por la rabia, pero se contiene y finge calma. —No sé de qué estás hablando —masculla, haciéndose la tonta. Y de tonta no tiene nada. Sabe que hay algunos periodistas del otro lado de la puerta, tratando de obtener un poco de información, sobre lo que está sucediendo aquí adentro. —Y dudo mucho que las zorras como tú, que se meten con hombres comprometidos, sepan lo que es la fidelidad—añade, llevando su vista hacia los periodistas, para ver si están prestándole atención. Ladeo una sonrisa sardónica y bufo. —Sí. Quizá pueda tener razón —le digo con ironía—. Y, créame, no me arrepiento de nada. Como usted ya sabrá, Jim coge como si fuera uno de esos

Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD