Matrimonio por Conveniencia

Narra Max Miller Soy un hombre de 27 años de edad, 1.85 metros de altura, piel bronceada y músculos bien definidos, debido a que entreno diariamente en el gimnasio, soy el heredero de la cadena de hoteles y restaurantes más importante del país, lo que me hace ser muy apetecido por el sexo opuesto. Estoy seguro que mi abuelo me citó en su oficina para proponerme que tome su puesto como presidente de nuestras empresas, pero el carácter perfeccionista de mi abuelo me hace pensar que no será tan sencillo dar ese paso en mi carrera, ya que es muy perfeccionista. Mientras voy en el auto hacia el edificio de nuestra compañía, voy pensando en que será ese reto que mi abuelo me tiene preparado para ser digno de ocupar su cargo, quizás sea presentar algún proyecto o algo por el estilo. Sé que a él no le gusta mi estilo de vida tan despreocupado, hasta el momento no me he tenido que esforzar por nada, desde que mis padres fallecieron en aquel accidente de auto, mi abuelo se hizo cargo de mi ya que solo tenía 8 años, estudié en las mejores escuelas del país y la mejor universidad, sin duda mi abuelo me preparó para ser su sucesor, mi infancia no fue fácil, prácticamente me crié solo porque mi abuelo siempre estaba trabajando o en viajes de negocios, siempre los empleados se encargaban de mi y mis cosas, pero muy pocas veces tuve muestras de cariño por parte de mi abuelo. Siempre he destacado en todo lo que hago, siempre que obtenía algún reconocimiento en la escuela o alguna competencia, estaba solo, mi abuelo no tenía tiempo para esas cosas. He tenido muchas aventuras amorosas pero nunca una relación formal, no estoy interesado en el amor y esas cosas. Yo personalmente pienso que eso del amor es como los negocios, una sociedad en la cual ambas partes sacan beneficios propios. Mi abuelo siempre me ha exigido una novia formal, una señorita digna de llevar mi apellido. Yo siempre le recalco a mi abuelo que no estoy interesado en el matrimonio deseo vivir mi vida como lo he hecho hasta ahora. Cuando una de mis conquistas se pone complicada y me exige más de lo que puedo darle, corto la comunicación y encuentro a alguien más, siempre ha sido así. He salido con las mujeres más atractivas, modelos y actrices con cuerpos curvilíneos y rostros angelicales, sin embargo, nunca me he enamorado, todo ha sido placer únicamente, nunca he llegado a sentir amor por ninguna de esas mujeres, llenas de botox y cirugías plásticas. Voy llegando al edificio, hace mucho tiempo no venía por acá, observo cómo todas esas mujeres se me quedan viendo mientras cruzo los pasillos hasta llegar donde la secretaría de mi abuelo, una señora cuyos cabellos se están tornando grises, ella ha sido la secretaría de toda la vida de mi abuelo, supongo que debe hacer bien su trabajo. - Hola Ann, tiempo sin verte, mi abuelo me llamó y dijo que quiere verme. - Claro, entra él está esperándote. Al llegar toco la puerta de la oficina de mi abuelo y escucho su ronca voz que dice Adelante por favor. Entro y le doy un fuerte abrazo, al cual él corresponde. - Creo que sabes para que te llame - No estoy seguro abuelo, pero creo que ha llegado el momento de ocupar tu lugar. - No te equivocas, pero tu vas escándalo tras escándalo y ayer en la reunión con los inversionistas, llegamos a un acuerdo - No exageres abuelo, lo que sucedió con la modelo filipina con la que estaba saliendo fue un accidente. Que los periódicos sacaran esas fotos en la portada no es nada. Además ya termine mis vínculos con esa mujer. - No te estoy pidiendo explicaciones de ningún tipo. Como te decía, ayer en la reunión alguien propuso que para evitar más escándalos relacionados con nuestra compañía, tú tendrás que enamorarte y casarte, con una buena mujer por supuesto, no esas mujerzuelas con las que estás acostumbrado a salir. -¿ Queee?, abuelo ¿Como se te ocurre aceptar esa barbaridad?. Tu sabes que no estoy dispuesto a casarme y esa es mi última palabra. - No me desafíes Max. Es una orden, nunca te he exigido nada hasta ahora, es lo único que te pido, además es un requisito para que el mando de la compañía pase a tus manos. -Olvídalo, abuelo no pienso echar mi vida a perder con eso que me pides, puedes desheredarme si quieres. Salgo inmediatamente del lugar, enojado. Como se le ocurre pedirme semejante cosa, el sabe perfectamente que me niego a casarme siempre se lo he dicho, no sé por qué ahora que estoy en mi mejor momento me pide que haga eso. Voy conduciendo hasta el apartamento de mi amigo Ronald, el se crió con nosotros, mi abuelo lo envío a estudiar conmigo y siempre hemos sido mejores amigos. Entro y lo saludo. - ¿Que quería el Sr Anthon? - me pregunta Ronald Sé que él puede notar la irritación que traigo. - Me exigió que consiga una esposa, para ocupar el mando de la compañía, sabes lo que eso significa. Es un rotundo NO!. - Vamos Max, yo siempre te he insistido en que cambies ese estilo de vida, que solo te mete en problemas. - Ronald, por favor no empieces con tus sermones de señor de ochenta años, tú eres de la edad mía, no sé por qué no quieres disfrutar la vida como lo hago yo. - Si me hicieras caso no te meterías en tantos problemas, entiende, tu abuelo solo está preocupado por ti. No seas grosero, al menos considera lo que él te pidió, piénsalo detenidamente y habla con él nuevamente. Debo reconocer que la conversación con Ronald me tranquilizó un poco, haré como me sugirió mi mejor amigo, y mañana después de meditarlo con la almohada, iré a conversar nuevamente con el abuelo.