Salgo del baño luego de darme la ducha del año. Mi cabello huele bien y me puse un nuevo perfume con aroma a vainilla que no va mucho con mi personalidad pero que de seguro llama la atención. Porque cuando una chica sale de juerga no usa perfumes con aroma a vainilla. Quiere lucir y oler “sexy” no dulce. Voy a intentar ir por ese lado.
La persona que me “aconsejo” simplemente dijo que debería intentar llamar su atención y marcar una diferencia. Yo, por el otro lado, preferiría irme hacia el cliché.
Pensé que la historia sería más atrayente si fuera una chica inocente y él mi príncipe azul que se desvive por rescatarme, pero, aunque sería convincente, no iría con mi personalidad. Ahí ya tendrían que entrar clases de actuación y corro más riesgo de que me descubran así que, no nos alejem
