Mi último día en la revista me produjo mucha nostalgia, al igual que cuando abandone mis otros lugares de trabajo. Me deprimía el hecho de que no volvería a posar en esa revista, ni volvería a ser vista en otras partes como antes solía suceder. No sabría en que momento deje de disfrutar la vida que estaba teniendo. Todos me decían que lo pensara, que fuera al médico por mi problema de sobrepeso y que viera a un psicólogo, que quizás los altos y bajos de la fama me estaban afectando, pero ignore todo consejo que me brindaban, no veía salida, además mi decisión estaba tomada, regresaría a Francia.
El día de mi vuelo trate de pasar desapercibida, no deseaba que nadie me reconociera. Comprendía que el ser modelo o algo parecido no se podría por mi peso. Por otro lado mi estado mental me a
