Querido jefe

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Desde que entre en la adolescencia siento que me volví un poco inconforme por la situación en la que vivo, por ello me ilusionaba esto que pasaba, realmente quería una mejor calidad de vida.

Todas las veces que me veía en el espejo comprobaba que tenía una gran ventaja para lograr mi sueño, lo era ya que poseo un físico tan esbelto como bailarina de ballet, el cual quizás era el resultado de esas largas caminatas y escaleras que subo para llegar a casa, dado que en ocasiones no suelo tomar el transporte público por no tener como pagarlo.

Mientras me enorgullecía de mi complexión llegaban a mi mente las imágenes de algunas personas con mucho peso, esas que suelo ver en las calles transitando, seres regordetes que se ven catastróficos por la forma en como lucen.

“Jamás estaré de esa manera, es horrible, son deformes—repetía sin tener temor de las consecuencias que a veces podemos generar con lo que proferimos.”

Decía tantas cosas que hubiese sido mejor no decirlas, ya que en ese momento no sabía el daño que nuestras palabras hacen hacia nosotros mismos.

En vista de que mis padres no fueron a la respectiva cita tuve que ir en su lugar, por ello hice todo en la mañana como de costumbre para no levantar sospechas, una de ellas fue hacer como que iba a la escuela aunque sabía que no iría, no tenía sentido seguir asistiendo cuando eres pobre. Por ese motivo me aliste, vistiendo mi particular traje de colegiala para luego salir hacia la misma dirección del lugar que había asistido ayer.

Al llegar comprobaba que esta vez no habían filas de chicas, solo estaba un pequeño personal recibiendo a las personas que llegaban. Ante esto me arme de valor y me aproxime.

—Buenos días ¿que desea señorita?

Como no había programado nada que decir para esa situación, no me quedo de otra que responder de forma improvisada la primera excusa que vino a mi mente debido a que mis padres no me acompañaron.

—Vine a la cita que tengo asignada, ayer paute con el Señor Franco Strauss el cual me espera en estos momentos.

Al escuchar el nombre que había mencionado me dejaron pasar rápidamente, estando allí note que había un gran escenario con varias chicas desfilando y a la vez sonriendo. Al fondo se encontraba el mencionado, indicándoles que hacer con un tono de voz medianamente alto.