—Estoy seguro de que estará contento de verle.
Ambos hombres se despidieron. Con Elif en el auto y con sus dedos inquietos, era capaz de obligar a Ahmet a presionar el claxon para hacerle saber que quería marcharse. Podía ser caprichosa, tenía toda la careta de serlo y era mejor no ponerla a prueba porque él y su paciencia no soportarían mucho la situación. Tenía resentimiento por Celik y su presencia allí no le cayó en gracia y aunque el sentimiento fue mutuo, el hombre si pudo ocultarlo con naturalidad.
Subió al auto obteniendo el mismo silencio de siempre. Ella se ocupó, esta vez, con una pequeña nota periodística que encontró por allí en forma de impresión. Al menos si se mantenía callada, también servía para evitar discusiones. Media hora más tarde, se encontraron haciendo check-i
