—Hasta ahora mis pensamientos se despejaron para considerarlo.
—No es un buen pretexto Aksoy—exclamó seguro de lo que estaba por decir—. La confianza es como la piel, puede recuperarse, pero jamás volverá a ser la misma después de una herida. Lo mismo pasa con ambos. Haz dicho condena, podría venir una condena muy grande para ti, que me condene a la par también si declino el divorcio. La Turk y sus reglas no son un juego que podamos cambiar a nuestro antojo.
Elif se incorporó y momentos después lo hizo él para posteriormente comenzar a alejarse y retomar el camino. La mujer no pensaba quedarse a media conversación y fue detrás de él.
—Insisto, necesitaba esa bala.
Ruzgar sintió sus pasos a su espalda y detuvo su andar de golpe. Volteó y lo primero que encontró fueron sus ojos. Eran
