Cambio de jugadores

5000 Words
Después de un tiempo comienzas a preguntarte sobre la realidad en la que vives, las cosas que con un modo extraño comienzan a pasar, es extraño cuando todo lo que crees es irreal. Enderecé mi cuerpo y solté el aire de mis pulmones, ¿Algún día llegaría lejos? Fuera de las historias que no conocía, fuera de las realidades en donde todos mueren, esperaba que algún día iríamos más allá que la historia del corazón roto de un desconocido. Era más de lo que podías pensar, aquellos momentos agrios comenzaban a ser aún más, comenzabas a preguntarte si en realidad las cosas valían la pena, ¿Lo valía? Es curioso, los momentos se vuelven más agrios cuando no entiendes con claridad lo que sucede, vas por la vida esperando que todo lo que conoces tenga un ligero cambio, quizá que sea como antes, pero… ¿Cómo podría llegar a serlo? ¿Cómo podía llegar a cambiar? Miré por el rabillo del ojo en dirección de Oliva, estaba nerviosa, su pierna izquierda se movía de arriba y debajo de un modo impaciente—desesperado—, podía entenderle, no parecía si quiera tener un toque de sentido todo lo que sucedía, ni para ella, ni para nadie. Era un mundo diferente al que conocíamos y aunque esperábamos que hubiera terminado, no sucedió. Nada cambió, ni cambiaría, por mucho que intentáramos o lucháramos, seguíamos dentro del mismo hoyo pudriéndonos. Paso su cabello oscuro por detrás de su oreja, para después mirar en mi dirección, se miraba lastimada. —No tenía idea de que ella vino acá a ser parte de el desastre—confesó con tonó pesado—, Ella prometió que se alejaría de todo esto. Debí pensar que quizá por lo que vivió, muchas personas regresaban al hoyo después de revivir su pasado, quizá era el miedo de perderla, o el miedo que en el proceso de entrar a un mundo diferente recayera a aquello que con trabajo logró salir. No sabía con claridad. —Ella quería ayudar—confesé, mirando sus ojos un poco verdosos—, Necesitábamos ayuda, Kyara lo supo y llamó a Grace. —Kyara no debió llamarla—, interfirió frunciendo las cejas—, Grace accedería de inmediato. Ama demasiado estos juegos, cómo también... Siente culpa. —¿Culpa?—, interrogué, ella asintió sin mirarme—, ¿De que? —De lo que paso hace un tiempo, la culpa le carcome la cabeza desde hace meses—, me miró, podía ver cómo es que parecía un desastre, había llorado, eso lo tenía seguro—, Quisiera cambiar el pasado, enmendando la vida de todos. —Pero... La perdonaron, ¿No es así? —Si, pero intenta de todo por ser una persona diferente—, su voz se quebró en medio de la oración—Intenta con todas sus fuerzas ser una persona buena. Ella cree que es un demonio. —Ha sido dulce con nosotros—, le anime, ella sonrió ligeramente—, Demasiado dulce. —Lo sé, intenta ser perfecta. No podía decir que entendía como se sentía—no lo hacía—, Grace se encontraba un poco delicada, después de aquella bala que atravesó su piel, era difícil seguramente para Olivia imaginar que su hermana menor se había debatido los días anteriores entre la vida y la muerte, se había complicado. —Me alegra verte de nuevo—, me dice con una ligera sonrisa—, No has cambiado en nada. —Tu tampoco—, sonreí levemente—, Ha pasado tiempo. Recordaba los momentos que vivimos, claro, no del todo juntas. Ella era el punto intermedio para Gia, recordaba perfectamente cómo era que habían pasado de amigas a enemigas, como todo para ellas parecía ser un mundo diferente en el cuál las cosas eran fuertes. Todos conocían sus historias y los momentos tan extraños que vivieron con el tiempo. Todos sabíamos que ella era la carnada perfecta para la reina roja, y la atrapo en más de una ocasión. Yo jamás tuve ningún problema con la reina roja—contando que no viví el último y desastroso año que los demás vivieron. Perdí un año, perdí tiempo. Y lo sigo perdiendo. —Creí que serías una modelo como toda tu familia—, confesó mirando hacia mí—Eres linda. —Gracias—sonreí levemente—Y el modelaje no era ni será para mí—me quedé callada por un par de segundos. Me sentía mal de pensar en lo que ella podría estar sintiendo, con Grace ahí, tomé una ligera bocanada de aire—, En realidad lamento mucho que ella se involucrará, lo que le sucedió... —¿En serio lo sientes? —No pensamos en que podía pasar después, necesitábamos ayuda. Lastimosamente nunca ha estado en nuestras manos. —Y nunca lo estará—, soltó de repente—, Gracias por disculparte, supongo... No mentía. Quizá sí, Kyara la llamo cuando todo esto comenzó, ella decidió ayudarnos al ver todo lo que estaba sucediendo, decidió ser parte de todo esto, quizá sí, lo que ella quería—anhelaba—, era deshacer los errores que tuvo en el pasado, lastimosamente eso parecía estarle cobrando con la vida. Me daba demasiada culpa, no podía negarlo, no podía dejar de pensar en ello. —Se que ella lo quiso hacer—me asegura mirando hacía el frente—Se el porqué, y se que no podría haber nadie que hiciera que ella cambiará de opinión. Más eso no quita que me sienta preocupada por ella, es mi hermana. Le di una mirada triste, suponía que era un sentimiento ajeno a lo que yo podría sentir, no había nada que lo hiciera diferente. —Mejorará. —Lo sé, es Grace. Tiene todo perfectamente planeado. Le di una leve sonrisa. Sabía poco de todas ellas, pero la forma en la que trataban era peculiar, con cariño, con calma, como si nos conociéramos de toda la vida o si las cosas no parecieran ser el mismísimo desastre en vivo y a todo color. Asentí ligeramente. Mirando hacía el frente, no podía entender con claridad aún que las había hecho ingresar al juego de locos, ingreso a Grace, ingreso a Olivia, pero no a Kyara—quién lleva apellido Morgan—, ni a Gia. Ella y Grace eran las únicas que habían sido las nuevas integrantes para la nueva etapa del dolor que con mucha ansia seguramente habían planeado con el tiempo, me incliné hacía adelante para terminar por dar un suspiro leve, busqué entre mis bolsillos mi celular, apenas lo miré busqué algún nuevo mensaje, sin embargo, no tuve éxito, no había recibido nada, absolutamente nada de ellos. Era otro tipo de cosa que no sabía, ¿Cómo era el juego? ¿Qué hacía tan especial a la persona que lo planeaba para creer que su vida era mejor o peor que la de nosotros? Es decir, creo que en un punto todos hemos sufrido cosas horribles, cada uno de nosotros a luchado con sus propios demonios con el tiempo, seguramente el dueño del juego también, pero, ¿Por qué querer lastimarnos? Yo no recordaba a una sola persona que yo le destrozará la vida, ni mucho menos haber puesto la vida de los demás por debajo de la mía, incluso hacía eso, poner a todos sobre mí, esperando que no sufrieran, esperando salvar a los demás—del modo en el cual no me salvaban a mí—, era ridículo. —¿Has pensado sobre el “juego”? —pregunta repentinamente, miré en su dirección notando como sus ojos miraban a la nada—Es decir, a lo que se supone que es esto. —Lo hago todo el tiempo, intento que terminé, pero no lo hace—, confesé encogiendo mis hombros—Terminé en el hospital al igual que Grace y nada cambió, es otro nivel. Se levanto, caminando en dirección de la habitación mirando por la ventana entre las persianas a Grace, era un modo distinto de dolor, era inteligente, se metía con las personas que nosotros amábamos, nos hacía pedazos solo por un error que alguien cometió. Si he de admitir algo, es que me parece más que ridículo tener que pasar por cosas tan dolorosas solo por el error, todos cometíamos errores. Pensé por días, sí la persona que nos había metido al juego era una persona cercana—seguramente lo era—, ¿Le lograría perdonar? Después de todo lo que pasaron Olivia, Kyara, Gia con Grace, le perdonaron, a pesar de que les entrego un sufrimiento bastante grande, ella era pequeña cuando comenzó y a pesar de que no tenía palabras para justificarla ni mucho menos defenderla, podía decir que le habían llenado la cabeza de tonterías, como aquellas niñas que crecen con envidia, dolor o sufrimiento solo por las palabras de los padres, así fue con Grace. Pero yo no sabía si llegase a saber si les lograría perdonar. Lo dudaba. Sabían de la existencia de mi hermano, sabían lo que había sucedido, sabía que las respuestas y preguntas básicas le sabía, pero también que el daño que nos han hecho ha logrado marcar mi vida, no sabía si les lograría perdonar, porque el dolor, la desesperación y el sufrimiento que he vivido a base de todo lo que ha sucedido me ha marcado de un modo permanente. Quien hizo el juego me ha marcado de un modo permanente. —Temo que se deje influenciar por todo lo que está sucediendo—admite mirando hacia mí—Temó que ella se lastime queriendo ser alguien más. —Es lista. Ella no se va dejar influenciar por lo que sucede con las demás personas, es del tipo de persona que sobresale, no que queda intermedio ni debajo. —¿Crees que podamos llegar al final pronto? No quiero que ella termine lastimada por todo esto. Temo lo que pueda sucederle. No lo creía, estaba más que segura que las cosas no tendrían un punto medio ni menos un final. Hice una ligera mueca, para levantarme y caminar en su dirección, mirando sobre una persiana a Grace, quien yacía recostada, con los ojos cerrados y seguramente el alma divagando sobre todos nosotros, levitando notando como todos nosotros seguíamos siendo un desastre, seguramente conociendo un poco de ella se estaría burlando de como estamos llevando esto. —¿Sabes?, algo es lo que une a las historias—exclamo dejando caer su peso en la pared—Es decir, algo hizo que llegaran a nosotras, no somos parte de su familia. —No lo sé, quizá sea porque Grace nos ayudó… —Debe ser más profundo que todo eso, ¿No lo crees? —pregunta mirando directamente a mí—Es algo que une las historias… Debó de hablar con Anna. —¿Sobre qué? —arqueó una de mis cejas con curiosidad, a lo que ella me mira por un par de segundos—Uhm… Creo que… —Paulina seguramente conoce a Claudia y Anna, ¿Qué más si no? Nada en lo que se de ellos ha tenido si quiera un cabo suelto, ¿Por qué ahora sí? —Se a lo que vas, ¿Crees que sea así? —Cuando Grace…—pausó por un par segundos frunciendo levemente sus cejas—Cuando nosotras pasamos por todo esto, Paulina era la principal antagonista de la historia, tenía demasiado que ver… Mi papá quería estar con sus cuatro hijas, las cuatro juntas, tres de nosotras habíamos sido alejadas de él por un poco de dinero… Todas quedamos ahí, en California, pero lejanas a lo que él conocía… Nos dejó en casa diferentes, casas con amigas a las cuales les vendió una historia completamente errónea a lo que en realidad sucedió. — Fue así que Kyara quedó con mi tía—mencioné bajamente. El abuelo tenía un hermano, quién tuvo a una hija, la madre “adoptiva” de Kyara. —Todas quedamos cerca, nos dejó en un punto medio, pero… No sé—su mueca se intensifico un poco, para después mirar mis ojos directamente—Solo es cosa de que unamos los puntos. —Los puntos—repetí aplanando mis labios. Poco sabíamos, por no decir nada—Apenas y conocemos un pedazo de la historia, por decir algo. Ella sólo negó para comenzar a caminar lentamente, lo hice detrás de ella, parecía decidida en las cosas que haría, ¿Qué tenía en su cabeza? Yo no creía que esto tuviera si quiera una sola gota de sentido, arrastre mis pies en el suelo con pesadez mientras que sacaba un suspiro demasiado pesado de mis labios. Esto parecía ser un tonto y absurdo juego, solamente. Lo era. Pensé. —Sólo es mirar más allá de lo que esta pasando—menciona con seguridad—, Conocemos solo los puntos de vista diferentes, pero tenemos pedazos de historias, pedazos que quizá si unimos… Sea de otro modo—me señala—, Quizá si cada uno llegase a anotar el pedazo de historia que conoce o vivió, podríamos saber con claridad lo que sucedió, lo que vivió cada uno de nosotros. Es seguro que somos mas que quien esté detrás de esto. Podríamos ir un paso adelante que todo esto. Tenemos a Grace, ¿Sabes? Ella siempre va como diez pasos adelante, ¿Sabes? Alcé las cejas con sorpresa, estaba en lo cierto. Seguramente era más sencillo ir todos contra ella que estar destrozándonos por guardar los secretos que hasta el día de hoy no habían hecho más que destrozar la vida de todos. Me detuve por un par de segundos, era brillante, más que brillante. Era un genio. Caminé nuevamente llegando a su lado, arqueando una de mis cejas con sorpresa, ¿ella estaba buscando una respuesta? —Creí que no querías ser parte de todo esto—señalé a lo que ella me miro por un par de segundos—¿Cambiaste de decisión? —No, y no quiero ser parte de todo esto en realidad—reitero con seguridad deteniéndose, mirando hacía mis ojos, podía notar el cansancio en estos después de todo lo que había pasado estos últimos días—Pero… Grace es mi hermana, ella se encuentra dentro. —Podemos hacerlo nosotros si tu no... —Lo haré, sino terminará por hacerlo Grace. No quiero que pase todo esto, no quiero tener que preguntarme a diario si ella se encontrará bien o si un demonio enmascarado querrá llevarla con ella. —Lo haces por ella—señalé, a lo que asintió mirando hacía otra parte—Eres demasiado buena. —Ella lo hizo por ustedes, hace esto por salvarlos… Quizás ella es la buena—apenas lo dijo noté como sus ojos se cristalizaron, seguramente era demasiado difícil ir detrás de un objetivo desconocido nuevamente, mordí mi labio inferior para después mirar hacia donde estábamos caminando. El piso en donde se encontraba Claudia. —¿Qué es lo que buscas al venir hasta acá? —mencioné señalando con la mirada las habitaciones—, Es arriesgado. —Soy la más parecida a Paulina cuando ella era joven, quizá si entro con Claudia ahora que ella se encuentra con tanta medicina encima pueda confundirla, hablar de esto—menciona, para después tomar una bocanada de aire—¿Qué tan difícil puede ser? —¿Qué tal si no conoce a Paulina del modo en el que piensas? —insistí, no quería que todos se siguieran poniendo en peligro por un desconocido, era doloroso ver como de a poco nuestra vida se arruinaba solo para mantener contento a quien hiciera esto—, ¿Qué tal si te metes en problemas? —Lo abre intentado—se encogió de hombros para después enderezar mi cuerpo, ella igual—, Veremos que es lo que salé. Asentí. Sin embargo, una mueca nació en mis labios, dando por hecho que las cosas podrían ser ciertas, durante las veces que mire a Claudia ella solía confundirme con Laura, mi madre. Terminamos por caminar por el pequeño pasillo nada poblado, era ya un poco tarde y las vibras que daba el lugar era tenebroso. Apenas terminamos fuera de la habitación de ella, note como Claudia miraba atentamente al techo, a lo que se esta esposada en la cama, esperando ser trasladada a California, al hospital psiquiátrico. —Voy a necesitar que vigiles Katherine, por favor—me pide mirando al igual que yo por las persianas—Estoy segura de que lo que voy a hacer no es apropiado, ni mucho menos legal. Asentí dando la razón, por lo que el entro con lentitud, pasando sus manos por su ropa, hice lo mismo limpiando el sudor de las palmas de mis manos debido a los nervios que estaban creciendo dentro de mi interior, era una mierda, miré por los pasillos, apoyada en la puerta, esperando que ningún doctor pasará por este pasillo prontamente, el plan de Olivia parecía ser perfecto a excepción de que las ordenes habían sido completamente claras, nadie podía entrar con Claudia, debido a que podíamos hacer que ella entrará en una crisis nerviosa. —Claudia—, escuché la voz de Liv, me giré sobre mis talones, le miré y noté como los ojos de ella se abrían a par—, Hola... —Paupau—, musitó, su voz se quebró—, Dicen que maté a mis padres, dime que no es cierto... Este no era el plan, no sé porque... — Claudia, repasemos el plan, ¿Te parece? Ella negó, sentí como mi piel se erizaba, en los ojos de Claudia parecía estar naciendo un arrepentimiento gigante, como si todo lo que había sucedido no se encontrará ni un poco cerca de sus planes, miré como sus ojos estallaban en llanto mientras que el sufrimiento entraba a su cuerpo como un invitado especial, fruncí levemente mis cejas, ¿Era posible que ella no pensará con claridad cuando tomo las decisiones que le costaron la vida a mis padres? ¿A mis abuelos? — Ella sigue visitándome, pidiendo la historia una y otra vez—, reprochó con desesperación mientras que miraba a Olivia con tristeza—, Estaba mejorando y ella regresó, me dijo que mi venganza fue mala... Que Laura sigue viva… Que ella va a terminar aquello que yo jamás di por hecho. Quizá en un pasado ella lo hizo, por sus desordenes mentales, pero quien estaba detrás de esto, ¿Qué disculpa podía llegar a tener? — ¿Quién es ella? Haré que no la dejen entrar de nuevo, pero tienes que decirme su nombre... —pide Olivia, con tono dulce, sin embargo, podías escuchar en como salía su voz que estaba tan desconcertada como yo—Quizá si me dices podemos hacer que ella se aleje para siempre. —No, no quiero que se aleje—niega desesperadamente. Fruncí las cejas, ¿Qué era lo que quería? —No quiero que ella deje de visitarme, pero tampoco quiero volver a saber de Laura de nuevo… Ella sólo me lastima con sus palabras, ya no quiero vivir con mis sentimientos encontrados, se que mi mal no lo justifican mis trastornos… Pero la quiero lejos. Me giré rápidamente al escuchar voces por el pasillo, apenas miré encontré a los doctores que apenas iban a dar vuelta en uno de los pasillos que unían a este, toqué fuertemente la puerta, para después salir disparada en dirección a los doctores, apenas estuve lo suficientemente cerca, noté que uno de ellos era quien me atendía con la herida de bala que había recibido días atrás. Alce mi ceja levemente para después tomar una bocanada de aire. Le hablé posándome frente a él logrando que el se detuviera dando espalda a la habitación de Claudia, mientras que el otro doctor se ingresaba a una de las habitaciones que se encontraban ahí. —¡Doctor! —saludé frenéticamente, para después morder mis labios—¡Qué bueno que lo encuentro! ¿Puedo hacerle una pregunta referente a la bala… al disparo que recibí? —curioseo mirando, por un lado, notando como Olivia aún no salía, debía apurarse. —Claro, dime, ¿Qué es lo que sucede? —Es…—noté como Liv salía ya de la habitación a lo que solté el aire que estaba conteniendo, eso era perfecto—, Es un ligero dolor que me llega constantemente, ¿Es normal? Temo que sea una infección. —Si es ligero te encuentras bien, estas cicatrizando. Toma los medicamentos que te receté, has lo que te recomendé—, menciona, sabía que la pregunta había sido un poco estúpida, antes de darme de alta me dejo las cosas más claras que el agua, sin embargo, solo necesitaba hacer tiempo y lastimosamente ninguna idea llegó rápidamente a mi cabeza—, Si el dolor persiste o aumenta, llámame. Asentí levemente, terminando por agradecer. Sentí como mis mejillas se llenaban de calor, seguramente se habían enrojecido de mil formas, sabía que seguramente en su cabeza solo pensaría que era distraída, o tonta. Camine al lado contrario del que salió Olivia, con pasos un poco apresurados, esperando llegar prontamente a donde ella se encontraba, en donde estábamos sentadas en un inicio, fuera de la habitación de Grace. Apenas terminé por encontrarla, miré que sus ojos estaban atentos a su celular mientras que sus ojos estaban levemente confundidos, parecía encontrarse perpleja ante algo. Me senté a un lado de ella, haciendo que levantará su mirada y pulsara el botón de bloqueo de su celular, alzó una de sus cejas y sonrió levemente. —¿Qué te dijo? —pregunté mirando hacía sus ojos—Tenías razón, era amiga de Paulina. —Pues… Me dio una bofetada—señalo con una mueca, alzando su rostro—Tiene una mano demasiado pesada, a decir verdad. Apenas lo dijo abrí los ojos de par en par, mirando con atención sus ojos notando que sí, efectivamente este se encontraba completamente rojo ante el contacto de la mano de Claudia en este, hice una mueca marcada. Se miraba desde lejos que sí, seguramente le había dolido de más de una forma posible. —Diablos… —Alguien ha estado visitando constantemente a Claudia—, mencionó repentinamente para después soltar un suspiro—Alguien que aparentemente sabe perfectamente la historia, al derecho y al revés, le a generado demasiados huecos a su memoria—Se recarga en el respaldo de la silla para después mirar hacia arriba—Ella dice no poder recordar muchos de esos momentos porque le dan los medicamentos, pero ella no fue quien inicio el juego, no está vez, no cuando Grace y tu recibieron el disparó. Solo fue la primera vez. Cerré los ojos para después hacer una mueca, ya no sabía que creer si a la razón o a las personas, terminaban siendo erróneas las cosas que terminaba obteniendo a través de todo esto. Dejé caer mi cabeza a mis manos, apoyando estos mientras que tallaba con demasiada frustración mi rostro, esto terminaba siendo diferente con cada cosa que descubríamos y solo terminaba más que confundida que al principio. —¿Es enserio? —mi voz salió en un sonido ahogado a través de mis manos—Debe ser una jodida broma, nada ha cambiado… —Lastimosamente, no lo es. Los mensajes que recibieron, todos aquellos que los llevo hasta ahí en primer lugar, aquellos que recibieron los bandos, todos aquellos mensajes… Ninguno ha sido por parte de Claudia. —Ella estaba ahí… —Lo estaba—, me da la razón jugando con su teléfono—, Pero no fue ella. Claudia accedió a contar la historia, a estar presente y ayudar un poco—pausó por un par de segundos—, Ella accedió porque le prometieron libertad, por eso accedió a escapar del hospital, quería estar cerca de Logan. Pero ella no inicio este juego, ni nada de esto. Si mató sus padres y… Si mató a los tuyos, pero hasta ahí terminó su juego. Me quede callada, si las cosas eran así, sabíamos menos de lo que me había imaginado, sabíamos nada. Solo que una loca había decidido robarse lo que en algún punto sucedió hace más de 13 años, se había robado la historia ajena de algo que quizá ni si quiera conoció. Podía decir que era ridículo, pero más que nada agotador. Si quiera pudo pensar en una venganza suficientemente buena, se robó lo que conocía y lo planifico a su “modo”. —Alguien más las metió en esto, no ella. Ella esperaba curarse para poder regresar con Logan... —admite mirando mis ojos—Ella esperaba formar una familia, amaba con todo su ser a Logan, lo extraña. Los doctores pensaban que se había encariñado demasiado con su sobrino, con las gemelas casi no llego a pasar tanto tiempo, porque creían que se trataba de Anna y Anna... — ¿Ella te lo dijo?, —pregunté atónita a lo que ella termino por asentir. — Estaba mejorando demasiado, hace un año y medio... Ella iba a ser dada de alta debido a que en verdad estaba mejorando, no había estado esperando con ansias, después de esa noticia, fue que se fue para abajo. No podía negarlo, sentía pena y lastima por ella, estaba pagando su condena hasta que ella llegó a su vida y todo aquello que había avanzado terminó por hundirse en el fondo del mar. Era trágico, no podía pensar si quiera en un modo que fuera esto que no se tratase de una noticia una tragedia. Quizá la lástima era mala… Pero leí varios informes, en más de una ocasión ella estaba lista para ser dada de alta, por ejemplo, hace un par de meses o más del año, no recuerdo bien. Pero ella debió haber sido dada de alta, hasta que metió en el camino de una persona completamente equivocada. — ¿Cómo lo sabes? Me paso su celular, donde había una fotografía en donde se encontraba esa información, expedientes en los cuales se detallaba un poco los antecedentes de ella, algunos de estos yo ya los había mirado en California, habían sido enviados por correo he de suponer, pero algo que quedaba con claridad, era que ella era manipuladora, pero con el tiempo lastimosamente se hizo manipulable, necesitaba un poco—si quiera solo un poco—, de atención o un poco de cariño, fue traicionada por aquella persona que le prometió cariño que con una pizca de amor la termino por llevar al cielo, para al final decir que ella era la traidora. Mordí mi lengua, esperando sacar de mis pensamientos eso, no podía, ¿Qué tan triste debía de ser su vida? ¿Cómo se sentiría ella al no sentir atención de nadie? Había hecho una historia perfecta en la cuál se deshizo de las personas que hacían que no le dieran la atención, desapareció a sus padres y hermana, para al final quedar sola, mirando la estrella más brillante, contando sus secretos a algo que la termino por cegar. —Seguramente fue duro para ella—dijo Olivia con voz cansada—Buscando algo que nunca se le pudo dar, intentando ser el centro de atención y al final no ser ella. —Ella se aprovecho de sus puntos débiles para crear una historia. Nos odia y nos ingresó, pero no es mejor que nosotros, lastimando a las personas que le quieren—, solté con pesadez. —Se esta aprovechando de todos en realidad. Terminará cavando su propia tumba… —Que bueno que tomaste las fotografías, quizá podamos llegar más lejos sabiendo un poco más de ella—mencioné con una ligera sonrisa—, Estaremos un poco más cerca… — Sí, solo quería saber que decían, pero no tenía el tiempo de leerlo todo. Tome fotografías del expediente que tenía ahí, por eso me dio una cachetada—, admitió encogiendo sus hombros—, Dice que eso no hacen las amigas, así que sí, confirmamos que Paulina tiene que ver con la historia y posiblemente yo estoy dentro de el juego por tener un ligero parecido con ella. No creía que solo fuera por un parecido, debía de haber algo que le uniera con la realidad a esto, algo que hiciera que todo fuera entorno a ellas también, no mentiría, los nervios me carcomían. —Entonces, tenemos que unir las desgracias que nos han sucedido a todos, para ver si podemos darle un poco de razón a lo que sea que esté sucediendo. — Y ver si podemos pararlo... Asentí, a pesar de todo era lo que queríamos, pero no terminaba por sonar a una noticia fácil, teníamos nada, solo el desastre tocando nuestra piel y la vida haciendo añicos todo lo que creíamos conocer, era deprimente pensar que no importaría lo mucho que diera yo por esto o los demás, podía ser cualquier persona. El juego no lo inicio Claudia, las cosas ya no iban tan cerca de ella, solo era el desastre burlándose de lo que conocíamos, si en un futuro podía mencionar lo mucho que dolió o lo difícil que fue... No tenía sentido dejar de luchar, porque éramos demasiados aquellos que perderíamos por un capricho. Si tan solo podríamos cambiar todo lo que conocemos por algo bueno, si Claudia no hubiera contado aquella historia, quizá no era una persona peligrosa y solo alguien jugando a ser el mal, quizá podríamos librarnos de todo esto. Deseaba con todas mis fuerzas no llegar al fondo del vaso, al fondo de todo. —Si no lo detenemos...—comienza Olivia a lo que le miré—Si no logramos detenerlo, es seguro que busqué destruirnos, se ha tomado demasiado tiempo... No es una venganza pequeña, es más allá de eso. Nos quiere a todos en el fondo.
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD