Me quedaré
¡Advertencia!
Esta no es una historia inocente, el contenido es obscuro, erótico, explícito y definitivamente para mayores de 21 años.
Los personajes no son perfectos, se equivocan, cometen graves errores y su moral es cuestionable.
***
—Entonces, ¿Te quedarás? — pregunta Damian en cuanto Anastasia se sienta a horcajadas sobre él.
—¿Tú que crees? — Anastasia, evadiendo la pregunta frota su entrepierna ya desnuda sobre los muslos de su novio.
—Que regresarás a tu ciudad y te olvidarás de mi — contesta metiendo las manos debajo del delicado vestido que ha quedado apenas tapando la parte más deseada de Anastasia.
—¿Acaso no te he demostrado mis intensiones? — pregunta deteniendo sus movimientos para bajar la vista al pantalón de su novio, sonríe al ver la gran mancha de humedad sobre la tela, Damian también observa y su respiración se detiene al ver semejante demostración.
—Eso solo prueba que te exito, que te mojas tan solo con sentarte sobre mi y que no tienes ropa interior puesta — insiste Damian provocando una fuerte risa en Anastasia.
—Me quedaré — al fin deja de evadir las preguntas y responde sujetando el rostro de su amado con ambas manos.
—¿De verdad? — indaga con ojos suplicantes.
—En vacaciones iré a ver a mis papás y se los diré — confiesa suspirando y pegando su frente a la de Damian, tan solo pensar en tener que hablar con ellos le causa un gran pesar, pues sabe que sus papás no estarán de acuerdo y la idea de al fin enfrentarlos le aterra.
—Iré contigo...
—De ninguna manera — lo interrumpe —debo hacerlo sola, ellos no te aceptarán.
—Lo siento — menciona Damián al sentirse culpable de no poder ser un buen pretendiente para Ana, es consciente de que en definitiva, no es lo que una familia como la de su novia quiere para su hija, no se siente a la altura de la mujer a la que tiene sentada en sus piernas.
—¿Qué dices? — Anastasia lo sostiene acariciando su rostro con profundo cariño —. No tienes porque sentirlo, son ellos los que tienen un problema.
—No sé como es que estas conmigo, eres tan hermosa, inteligente, pura, tienes una familia... En cambio yo no tengo nada.
—Tienes esto — sonríe divertida apretando el fuerte bulto de su novio para mejorar el humor que estaba llendo en una dirección incomoda—. Esto que me vuelve loca.
—Y es todo tuyo — coloca su propia mano sobre la de Ana para reafirmar sus palabras.
—Entonces sacalo para mi, dejame verlo.
—Hablas como si nunca lo hubieras visto.
—Nunca es suficiente Damián, ¿tú ya te cansaste de mi cuerpo? — pregunta usando una voz sujerente al mismo tiempo que mete su dedo medio a la boca y lo chupa despertando aun más los sentidos del joven que niega con la cabeza.
—Aquí tienes, saca ese dedo y dame unas mamadas — ordena al bajar el cierre de su pantalón y sacar su pene venoso y rosado.
Anastasia baja del regazo de su novio y se arrodilla frente al sillón, entre las piernas del joven por el que está dispuesta a enfrentar a sus padres, saca la lengua y la pasa lentamente desde los testículos hasta la punta húmeda. Sigue lamiendo y saboreando hasta que siente como Damián se mueve desesperado por sentir esa cavidad engullendolo, Ana sonríe, lo mira a los ojos y entonces mete ese trozo de carne a su boca, succiona mientras sube y baja a través de la longitud.
—Así, sigue así — Damian acaricia la cabeza de su novia en un gesto de aprobación al esfuerzo que ella está realizando.
— Me vengo Ana, te voy a dar mi leche — avisa justo antes de vaciar su exitación en la boca de la joven hambrienta que se lo traga sin perder una sola gota del preciado fluido.
—Ahora comeme Damián — suplica Ana lamiendo sus labios para seguir disfrutando el sabor que Damián dejó en ella.
—Suplicame — rebate él
—Por favor Damian, comete mi coño, chupame aquí — pide apenas en susurros y toca sus labios vaginales para indicarle donde quiere recibir placer, ella le sigue el juego de recibir órdenes y ser sumisa pues es algo que siempre le ayuda a Damián cuando se siente inseguro y a ella le encanta cuando siguen ese rol.
—Ven a mi boca, te lo ganaste...
Damian se acuesta sobre el sillón y Ana con toda confianza sube sobre él, se coloca con una rodilla a cada lado de la cabeza de Damian y baja la cadera para llevar su zona de placer a la cara de él.
Damian aprovecha e inhala profundamente el olor de su mujer, lengüetea sobre la piel para comer esa humedad y una vez embriagado de ese olor y sabor de exitación se entierra en los pliegues de Ana chupando y rascando con su lengua hasta provocar el primer orgasmo de varios que seguramente tendrá.
—Damian — gime con los ojos cerrados y las manos sobre el sillón por la debilidad que le provocan los espasmos.
Damian la abraza de la cintura y la voltea para quedar sobre ella en el sillón, se desnuda rápidamente y saca el vestido a través de la cabeza de Ana para dejar el cuerpo expuesto y sin darle más tiempo la penetra hasta el fondo.
—Si, si, si, así Damian sigue así — gime ella a punto de sentir otro orgasmo, su novio se aferra a los pechos y empuja con fuerza, moviendo la cadera como solo él sabe que le gusta y también como sabe que le provoca multiorgasmos, lo cual fue como sacarse la lotería cuando estuvo con ella por primera vez y se dio cuenta que tenía la capacidad de sentir múltiples orgasmos.
—Te amo chichona — asegura Damian y tan solo esa frase es el detonante para el orgasmo que la hace vibrar. Él la maneja a su antojo y sentándose con ella encima la acómoda de manera que ahora Ana se mueva sobre él.
—Dame esas tetas — pide y ella lo consiente poniéndole el busto en la cara para que él mame mientras continua penetrandola.
—Ahhh Damian — Grita Ana al sentir otro orgasmo que la hace temblar y apenas segundos después los espasmos vuelven a atacarla haciéndola vibrar desde adentro y apretando aún más el duro m*****o dentro de ella.
—Ana, mmmm, Ana — brama Damian aun mamando de uno y otro seno mientras vuelve a ayacular pero esta vez dentro de ella.
—Te amo Damian.
—También te amo Anastasia.