Capítulo 47. Una marca de nacimiento.
Paolo se había partido el cerebro figurativamente pensando en todo lo que había averiguado sobre Maia De Souza, pero su inteligencia y su poco conocimiento del pasado no lo dejaban avanzar.
El hombre frunció el ceño y tomó su teléfono. Había alguien que debía saber mucho más sobre ese tema, y que necesitaba ver la imagen que seguía guardada en su cajón.
Cuando el patriarca de los Lombardi recibió la foto de Maia en su teléfono, su expresión se endureció al instante. No dijo nada durante varios segundos, simplemente cerró los ojos y llevó la mano a su propia espalda, tocando la marca de nacimiento que siempre había llevado consigo. Un escalofrío recorrió su columna.
-- ¡No puede ser! – pensó en voz alta.
-- ¿Cómo es esto posible? – Paolo esperaba
