Christopher elevó una sonrisa y no pudo evitar verse sorprendido por eso.
Él le hace señas con la mano para que se siente y ella dando una mirada atrás esperando que Patrick no se dé cuenta que sale en el mismo lugar obedece.
—¿A qué se debe el repentino cambio de parecer? —él pregunta con duda.
—No entiendo.
—Sí, aceptaste ir conmigo únicamente para supuestamente que te dejará en paz, pero dejaste claro que no eras ese tipo de mujer y que guardarías tu primera vez para la persona indicada esa que valiera la pena y no creo que sea yo de quien estás enamorada.
—Pues tienes razón, claramente no es usted la persona de la que estoy enamorada, pero simplemente no estoy enamorada de nadie.
—¿Esto es porque la ayuda que te di con tu mamá? Por que si es por eso no acepto esto de ninguna manera, no hago las cosas para que me paguen con sexo, —él hace una pausa—, el sexo para mí no es una transacción, el sexo para mí es distinto, para mí es una experiencia de placer en donde la otra persona es la que disfruta completamente.
Ella intenta reírse por la seriedad con la que él habla y la determinación con la que dice las cosas, pero se contiene.
—No, claramente no le pagaría con sexo. Si tuviera que pagarle le pagaría con más trabajo o le diría que me descontara de un par de días de trabajo el dinero. Pero no. Aceptó su propuesta porque quiero abrir mi mente un poco más, creo que sería algo interesante y ya me cansé de estar virgen a esta edad.
Christopher sonríe, de cierto modo no es que le crea mucho, pero tampoco va a discutir contra su decisión.
—Elena la virginidad es un concepto que todos tienen como algo maravilloso Pero que en realidad es solo eso, un concepto nada más. No sé qué te hizo cambiar de parecer, pero parece algo precipitado y como bien te dije no soy un monstruo al que le gusta el sexo por un favor, pero si quieres pensarlo lo puedes hacer. No quiero que después te arrepientas aunque conociéndome, estoy completamente seguro que no te vas a arrepentir, por el contrario te vas a convencer tanto que vas a pensar porque no aceptaste antes.
—En verdad me impresiona el ego tan grande que tiene, pero no es algo precipitado y no fue algo que cambie de parecer por lo que hizo por mi mamá, simplemente lo pensé y debo abrir mis posibilidades y…
—Y las piernas principalmente, eso es lo que debes abrir —dice él penetrando con su mirada a Elena por completo.
—Creo que este es el lugar para hablar de esto porque en realidad siento que es bastante incómodo que alguien nos escuche.
—¿Estás diciendo que es mejor que nos vayamos a otro lugar para estar solos y hablar de sexo? —él pregunta.
—Si, eso es lo que creo eso es lo que quiero.
—Está bien tus deseos son órdenes. Elena te parece si vamos a mi casa —ella sintió un escalofrío correr por su cuerpo, pero asintió; quería salir de ahí, no quería que Patrick se diera cuenta que ella lo había visto, no quería quedar en ridículo como una tonta que creía en el amor verdadero cuando la realidad es que este no existía.
Ambos se pusieron de pie Cristopher pagó la cuenta y luego se subieron al carro ella intentaba no poner la mirada por la ventana, si tenía una sensación extraña en el pecho, pero no ganas de llorar y ganas de cortarse posiblemente las venas por ver a Patrick allí con otra mujer.
Sí le daba curiosidad era el hecho de pensar porque él se había aprovechado de esa manera, porque él había ilusionado sí posiblemente estaba saliendo con alguien, si en verdad valoraba su amistad, si en verdad la extrañaba, si en verdad le gustaba, tantas preguntas que tenía por hacer… y tantas respuestas sin resolver.
Christopher la miraba de reojo, ella estaba demasiado pensativa, no era normal ese cambio tan repentino de parecer en especial en alguien como ella, a pesar de todo él había aprendido a conocerla, a pesar de todo él era demasiado observador. Pero así como la había hecho tomar una decisión de acompañarlo así mismo era posible de que la hiciera pensar de que era conveniente aceptar sus propuestas, al fin y al cabo el hecho de que ella había aparecido en su vida le había ayudado a olvidar de alguna manera a esa mala mujer.
Elena abrió sus ojos cuando entró a la casa de él, realmente ostentosa intentaba disimular un poco el asombro que sentía al ver algo tan costoso, le causó un poco de vergüenza que la hubiera esperado enfrente de su casa que era lo suficientemente humilde para alguien como él.
Y es que como él iba a tener dinero si era uno de los abogados más prestigiosos del país, ella observaba a su alrededor las pinturas que tenía en la pared lo suficientemente descriptivas.
Elena sintió un escalofrío cuando el cuerpo de Christopher se ubicó detrás de ella y una copa de vino apareció por su lado, la respiración caliente de Christopher estaba en su cuello y eso la hizo sentir algo inexplicable.
—Esta te ayudará a relajarte.
—Gracias… pero deberíamos ir al grano ¿Qué debo hacer? digo que es lo que vamos a hacer —Christopher comienza a reír.
Él pasa por dos su lado y le pide que se siente, él se hace muy cerca de ella, se quita la corbata y abre los primeros dos botones de su camisa y queda un poco más relajado y jovial, a estas alturas la diferencia de edad no era notoria y aunque no se llevaban mucho, el hecho de tener una relación con alguien mayor que ella nada algo que la convenciera mucho.
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—Qué debes hacer… gran pregunta, en realidad estás preguntando eso Elena, mira te ves demasiado tensa y es como si te estuviera obligando —él comenta demasiado relajado— si quieres que te cuente exactamente cuál es el plan, te lo voy a contar… mi propósito es hacer que sientas placer.
Él ubico la mano en su rodilla mientras que la miraba fijamente.
—No estoy siendo obligada
—Entonces relájate, como te decía mi propósito es que sientas placer, eso es lo único que me interesa ser la persona encargada de que te dé placer, me gusta el sexo duro, seré tu dueño y harás lo que te pido en el sexo claro está.
—Eso quiere decir que usted me hará lo que quiera.
—Eso quiere decir que serás complaciente, que me obedecerás y seré tu amo.
—Eso suena un poco loco.
—Todo lo haremos bajo tu consentimiento, todo estarás de acuerdo en todo pero mientras estemos teniendo sexo seré yo quien mande quien tenga el poder.
—Sigo creyendo que esto es completamente loco.
—Todo es cuestión de perspectivas, todo es cuestión de probar y ver exactamente qué es lo que te gusta, por el momento creo que es una de las mejores maneras en las que puedes descubrir exactamente qué es lo que quieres.
Ella siente como su respiración comienza a agitarse. ¿ Así sería su primera vez? Ella no decía nada qué podía decir en estos casos absolutamente nada.
—Ok… eso quiere decir que lo voy a intentar y que si en algún momento no me gusta es como si no hubiera pasado nada verdad Christopher con una sonrisa en su rostro asiente con su cabeza.
—En el momento que quieras irte, en el momento en que decidas terminar con esta locura lo puedes hacer puedes ir y terminar con esto no hay ningún inconveniente. Somos dos adultos y no hay por qué dejarse afectar por lo que suceda entonces hay trato o no.
—¿Qué podría perder? —ella estiró su mano cerrando el trato sintiendo como firmada una sentencia, como si fuera un trato con el mismo demonio.
—Solo tenemos que tener algo claro y es que ninguno de los dos se puede enamorar.
—Claramente no me voy a enamorar —ella responde como si fuera obvio
—No entiendes absolutamente nada, ninguno de los dos se puede enamorar porque eso sería un caos, no solo hace que las cosas sean más difíciles sino que todo se iría al carajo.
—Fácil no enamorarse, no tengo ganas de enamorarme ni siquiera pienso hacerlo en realidad.
—Debes asegurarme que no lo vas a hacer, aunque no lo creas el sexo casual hace que los sentimientos se vean involucrados. Pero te voy a dejar claro de una sola vez esto es netamente carnal y no tiene nada que ver con alguna emoción.
—ok… entonces era prácticamente como citas de trabajo, o me equivoco
—No no te equivocas, son como citas de trabajo y no andaremos pequeñas juntas.
Él deja la copa sobre la mesa y luego se acerca un poco más a ella
—Nada será en contra de tu voluntad en el momento que quieras de tenerte en ese mismo momento me detendré, en el momento que quieras seguir y que quieras más puedes decirlo y daré al máximo. No tienes por qué convivir conmigo con el Christopher que estás viendo. No tienes por qué cohibirte porque solo quiero ser el responsable de tu placer y nada más.
Ella sonríe un poco incómoda pero en ese momento Christopher le retira la copa de sus manos y se acerca un poco más a ella.
Christopher se lanza lentamente hacia ella y la besó mientras su mano se ubica en la cintura haciendo que sus cuerpos se acerquen un poco más Elena corresponde al beso, intenta pensar en algo completamente diferente a lo que sucedió con Patrick, intenta no pensar en nada.
Christopher la ubica sobre mientras que la besó con más profundidad y sus manos se aferran a su piel. Elena siente como el calor sube por su cuerpo y como aquel beso lleno de pasión comienza a hacer efecto en ella él se detuvo un poco, con su respiración agitada.
—Es tu primera vez y sería un idiota si te dijera que podríamos hacerlo diferente para que sea mágico porque en realidad no quiero hacerlo diferente, en realidad quiero que te des cuenta que las cosas de este modo son mucho mejor.
Ella no menciona mucho, mueve su cabeza y lo besa.
Christopher acomodo sus manos lentamente al lado mientras que comienza a deslizar aquellas prendas que ella tiene aún puestas