Luego de hablar un largo rato con Andrés y oír como se enamoró de Celeste me había alegrado bastante, en cierta parte es verdad que nunca me he enamorado pero al oírlo hablaste de esa chica describiendola y hasta mencionando las cosas que le gusta de ella, era algo muy hermoso y no quería que ese amor entre ellos se terminara por decisión caprichosa de unos padres ineptos, le tome la mano a Andrés y accedí a ser la Guardiana de dicha relación y pelear a capa y espada por qué ese romance se llevará a cabo.
De toda esa conversación quedé con el en que apenas llegará a casa idearía un gran plan que llevaría por nombre “fracaso de pareja de compromiso”, por lo que al despedirnos pero que me escoltaran rápidamente, al llegar no di ni aviso de mi presencia, directamente me dirigí a mi habitación y empecé con lápiz y pluma a pensar, luego de un corto periodo de tiempo lo tuve y la idea era simple, él hablaría mal de mí y por mi parte también hablaría mal de él, pero no de una manera drástica, sino lo suficiente como para que pensaran en la elección que han hecho al elegirnos, aunque me vaya a costar lograría con esto llevar al fiasco está estúpida idea de que Andrés y yo nos debíamos casar porque sí.
A la mañana siguiente lo primero que hice fue reclamar, pero al final me incomodó que mientras yo daba mi opinión sobre esto, mi madre pensará solo en vestidos y papá en invitados, nuevamente mi enojo fue tal que me salió en voz alta la famosa queja de no oír cuando otra persona les habla, yo cuando lo hacia de niña, ellos me corregirán y ahora no muestran para nada ese ejemplo pero papa todo calmado me dijo que me tranquilizara por qué esos eran asuntos de negocios y que solo debería pensar en cambiarme la ropa que tenía puesta, al oír eso mi madre también se unió justificando mi ropa por la gran fiesta que se aproximaba, y que habían invitado a un cantante que según ellos a mí me gustaba “Renji León”
Pero ¿que?, esto ya se pasó de absurdo, a mi jamás me ha gustado su música yo era más de música instrumental y ambiental, pero es el colmo que ni eso sepan de su propia hija, pero fue inútil seguir hablando ya que a ellos lo que yo decía les entraba por un oído y les salía por el otro, solamente gastaba mi saliva en esa conversación, luego de unas horas cuando ya había subido a mi cuarto sonó el timbre y se escuchaba la bulla de tantas actrices y modelos, claramente lo ignoré y bajar a por un refrigerio solo saludé con amabilidad y cortesía a modo de ser educada, al cabo de un rato de me volví a topar con Andrés y asombrada le pregunté ¿por qué?.
Cuando Andrés me explicó, mi cara se tornó de todos los colores de ira posible, mi enojo llegó a un extremo gigante y Andrés lo notó, pero salir de compostura no era lo mío y no podía culpar a los demás por algo que mis padres hicieron, no tuve más que pagar mi incomodidad con mi nodriza derramando unas lágrimas y mientras trataba de calmar accedí en vestirme como me habían dicho mis papas, pero iba a hacer lo imposible para que mi plan diera fruto con un puño en alto, si o si iba a lograr crear un conflicto.
Se que Andrés era mi amigo y trataría de no hacerlo quedar muy mal, tampoco iba a ponerlo contra el piso, pero si veríamos como darle la vuelta a cosas a nuestro favor mostrando que podíamos tener en común un desacuerdo así hemos quedado en nuestra corta platica, entre los invitados también llegó un sujeto raro con cartas en sus manos y un atuendo n***o y diferente a todos los demás, cuando me acerque a el y le pregunte quien era, per respondió con una tarjeta que decía “adivino”, pero antes de que pudiera decirle algo mas Andrés me detuvo diciéndome que esas cosas no eran de fiar y aunque no podía por su insistencia decidí ignorarlo y le pedí al señor que leyera las cartas.
El adivino nos hizo elegir las cartas para sacarlas colocándolas sobre la pared y volteadas, al tomarlas lo primero que dijo fue que a ambos nos iría genial en lo laboral y en el amor, pero al escaparse una carta de su baraja me hizo levantarla y al voltearla se agacho y acerco cara a cara conmigo mencionando nuestro plan, eso nos dejo a ambos impactados pues no se lo habíamos dicho a nadie y seguidamente nos dijo que podría dar resultado, pero señalándome a mí mencionó que mi alma gemela nos daría una mano extra, al punto en que nuestros padres…, el adivino se quedo callado levantándose y marchándose, pero eso solos nos dejo con mas dudas en especial sobre Andrés y Celeste, que pasaría con ellos si nuestro plan funcionaba, o si debíamos decirle a esa chica también que nos ayude, y quien era ese chico que seria mi alma gemela.
Según el adivino me encontraría muy seguido con ese hombre, entonces no puedo cerrarme al amor, pero a la vez nunca me he enamorado aun, como podre reconocerlo, y si no sale como el adivino lo dijo, en fin no era tiempo para eso ya que la información del adivino me motivo aun mas a llevar a cabo mi plan, Andrés y yo desde entonces nos sentamos de manera diferente en frente de nuestros padres, sería sólo fachada para la operación, pero seguiríamos con nuestra amistad.
De allí nos mantuvimos distanciados y mantuvimos relaciones sociales con otras personas, todo marchaba bien y según planeado pero era algo difícil fingir, de vez en cuando quería hablar con alguien y Andrés también pero de esa forma esas cucarachas de nuestros padres verían que lo estamos disfrutando, cuando creía que ya no podría más me encontré con Renji, la verdad yo si era fan de el y me gustaba su música, pero era una fan invisible, me enteraba de sus conciertos a distancia y me preocupe al verlo en la fiesta porque mas o menos pude imaginar lo cansado que estaría con aquella mirada, desde aquí lo vi suspirar y parecía estar buscando a alguien, aproveche esa oportunidad y decidí acercarme y ser educada con el.
Me disculpe con el por todo lo ocurrido y el trato que le dieron mis padres y mientras esperábamos su limusina susurre que por lo menos esperaba y se haya podido relajar, Renji de manera tan despreocupada solo menciono que le gusto asistir y pareciera haberme escuchado a pesar de lo bajo que hable, porque comento que tuvo un día largo y agitado, pero que se ha relajado y también le gusto conversar conmigo hasta ese ese momento. El me beso la mano y subió a su limusina, mientras detrás de el sus invitados lo siguieron.
Oír eso me hizo sonrojar, pero con mucha humildad se lo agradecí y mientras lo veía montar en el carro le despedí como una chiquilla con una niña con la mano arriba y moviéndola, esperé hasta no ver el carro y luego volví y subí a mi cuarto, aún recordaba como había besado mi mano en señal de despedida, aún sentía su calidez y mi corazón latía fuertemente. Jeje quizás viví el sueño que tanto deseé una vez.
Decidí calmarme y volver a bajar, aunque estaba incomoda no podía apagar mi incomodidad con los demás, no hablaba mucho con mi amigo por dicho plan, pero sabía que luego de esto nos pondríamos a hablar por un buen rato, vagando por el salón me encontré con mis padres y lo primero en preguntar fue por Renji, claramente les indiqué que se había ido porque tenía una reunión en la mañana y que le disculparan por irse de esa manera.
En parte no era mentía, él si tenía una reunión, pero con el descanso y el relax, estar unos meses de gira era agotador y contando con este capricho de mis padres, fue algo aún más rudo para él, seguí conversando y caminando con ellos hasta quedar de frente con Andrés, claramente mantuvimos nuestras caras firmes y serias y estábamos logrando un paso del objetivo, el cual era mostrar a todos que notaran este matrimonio forzado y por unos ceros de más en la billetera de ambos padres.
Andrés actuó incomodó y yo ofendida, pero nuestros padres como si nada seguían con que era cosa de tiempo hasta que nos acostumbremos, porque habían pasado por lo mismo en su época, dicha comparación me ofendió desde dentro, primero no era como ellos y no pensaba en los lujos, segundo yo buscaba algo sincero, y aunque mi amigo es un buen partido, para su novia real seria como un disparo, asique no, esto no se daría ya que solo lo veo como un amigo y nada mas.
Aunque quería estallar del enojo nuevamente, tuve que contar hasta 1 millón para poder calmar a esta Elena hecha una fiera, al cabo de un rato sirvieron la cena, y fue un gran banquete típico de ellos, decidieron hacer o mejor dicho mandar a hacer comida italiana, ya que los padres de Andrés son italianos y querían causar una buena impresión, una pasta fina con cobertura de mantequilla y especias de coliflor muy finas, por arriba, y una cremosa salsa bechamel con queso pecorino de manera opcional.
Para algunos un vino suave tinto, yo opte por un jugo multifrutal, el postre sería un quesillo con una suave mermelada, acompañada con bolas de helado, tenías para elegir, si querías sirope de cualquier sabor o lluvia ya sea de chocolate o colores. Esto ya era lo de todos los días en la alta sociedad, para algunos fue un gran asombró que 4 mayordomos ayudarán en complacer a los invitados. Y aun así no se sobrecargaron.
Luego de una hora todos los invitados se fueron y yo había quedado molida al punto en que dije para mi misma: *si que es agotador andar con gesto se enojado e incomodó, si nos lleváramos mal quizás sería más fácil, pero así me deja molida*, cuando la cena acabo solo subí las escaleras en calma y en la puerta de mi cuarto me quite los tacones y abrí con calma la puerta para entrar a mi habitación.