Bastian estaba en su despacho trabajando como cada día, su tío entro sin llamar siquiera a la puerta. — Pasa, ¿por qué tocar a la puerta? Roger entró de igual manera, siempre dejaba claro que la compañía era suya, no tenía porque llamar a ninguna puerta, era el dueño, no había puertas cerradas para él. — Cuando eres el dueño no hay candados para ti, ¿Por qué tendría que tocar a la puerta antes de entrar? ¿A caso haces algo indebido aquí dentro? Conociéndote no me extrañaría. Bastian resopló al ver a su tío, ¿Qué podría estar haciendo indebido en aquel lugar? Él era un hombre responsable, jamás imagino hacer algo desagradable en su lugar de trabajo. — Es por educación tío, no es porque haga algo indebido aquí dentro, trabajo cada día, hago lo que me pides e incluso mas, pudiera hacer m

