Capítulo 1
Capítulo 1
Madison Pitt es una de las criminales más buscadas en todo el mundo, con tan solo veintitrés años de edad es la líder de una organización criminal muy peligrosa, siendo esta la herencia de su padre, un narcotraficante muy poderoso que murió a manos de sus enemigos, entre sus negocios más conocidos destacan: lavado de dinero, hackeo de cuentas, secuestros de gente importante y el más sonado: la producción y venta de diferentes tipos de drogas.
Para las organizaciones, Madison Pitt, representaba un dolor de cabeza sin resolver, entre el FBI, la CIA y la DEA, han luchado inalcanzablemente por detenerla, pero no han tenido éxito jamás, ni siquiera han estado lo suficientemente cerca como para tener una pista alguna de cómo son sus movimientos o que hacer para llegar cerca de ella, parecía ser que esta joven y criminal chica, era un fantasma entre la gente, un fantasma que ha logrado burlar la seguridad de todo el mundo.
Entre sus más fieles secuaces estaba Valerio, un joven chico que ayudo a escapar de una de las cárceles más seguras del mundo, Valerio tenía un largo historial criminal, lo habían atrapado hace más de dos años mientras lideraba el robo de un banco, cuando Madison lo rescato el chico le juro lealtad hasta el día de su muerte, pero poco a poco ese sentimiento fue creciendo y se convirtieron en amantes, Valerio tenía un muy mal carácter y se tomaba atribuciones solo por el hecho de meterse unas cuantas veces en la cama de la jefa.
Por otro lado, se encontraba Gia, la mejor amiga de Madison, era su asistente y más que amiga la consideraba parte de su familia, era la única entre tantos a la que le tenía un aprecio verdadero, habían crecido juntas y sabía que era la única en la que podía confiar ciegamente, la única que le diría la verdad sin temer de su reacción, a la que no le importaba su mal carácter para enfrentarla y evitar que cometiera alguna tontería que pusiera en riesgo su anonimato o su vida, Gia era esa parte de la organización que siempre pensaba con la cabeza fría, que miraba las dos caras de la moneda y sobre todo, los pro y contras de las situaciones.
A pesar de parecer que Madison tenía una vida en la que solo podía pensar en los negocios, el poder y el dinero, había algo en ella que no la dejaba en paz, tenía meses ideando un plan perfecto, un plan en el que pudiera obtener algo que deseaba con toda su alma, algo que no podía dejar pasar, nunca había querido poseer algo como lo quería ahora.
Podía ser una mente criminal y pasar prácticamente la mayor parte de su vida entre negocios sucios, pero también era una chica que le gustaba divertirse y ser un poco normal fuera de todo, usaba identidades falsas para poder pasar desapercibida y asistir a eventos importantes como esa pasarela de modas que le cambio la vida por completo.
–Quiero la primera fila, consíguelas a como dé lugar – le exigió a Gia con seriedad.
–Conseguí un revendedor, aunque el precio es excesivamente caro Madi.
–No importa, sabes que el dinero no es problema para mí, paga dos entradas, iras conmigo –sentenció la mujer, saliendo de la oficina.
Gia alzo su rostro con una sonrisa amplia, y salió detrás de ella, encaminándose directamente a finiquitar todo para asistir esa misma noche a una pasarela de modas muy importante, de una de las marcas más reconocidas a nivel mundial de ropa.
Esa noche Madison se colocó su mejor atuendo, generalmente para los negocios siempre llevaba pantalones negros, botas del mismo color y una camisa sencilla, era una mujer que prefería la comodidad antes que la elegancia, pero en ese tipo de situaciones, como el evento que estaba por asistir con Gia, debía seleccionar entre sus vestidos el más llamativo y que la hiciera lucir como lo que era, una mujer empoderada y con mucho dinero.
Llegada la noche, una extravagante limusina negra las esperaba a las afueras del edificio y un elegante chófer les abrió la puerta, siendo acompañadas por dos de los hombres que custodiarían su seguridad; el lugar estaría repleto de muchas personas importantes, entre actores, músicos y empresarios de todas partes, Madison utilizaba una identidad falsa, era conocida como: Karla Morales, una importante empresaria multimillonaria, cuando hizo acto de presencia las miradas se fueron directamente hacia ella, era una mujer que brillaba al caminar, que llamaba la atención de todos, pues tenía una belleza sin igual, esa noche opto por un vestido largo n***o, con aberturas en los lados de sus piernas, unas sandalias de tacón alto de color plateado y su cabello n***o largo y suelto hasta la cadera.
Madison Pitt era una joven que destilaba elegancia al caminar, que cuando la miraban nadie podía creer que detrás de esa faceta de una mujer de primer mundo, con una clase y elegancia tan por un nivel alto, fuera una criminal peligrosa, una de las más buscadas del mundo, nadie podría creerlo si se lo contaban.
–Señorita Morales, bienvenida, por favor, acompáñame para ubicarla en su asiento – le dijo con amabilidad, el chico de la recepción.
Tomaron asiento en la primera fila que ofrecía una perfecta vista hacia la pasarela, por ser parte de los miembros VIP, les ofrecieron a las dos mujeres unas copas del mejor champagne y esperaron pacientes a que diera inicio el evento.
–Ahí esta Justin Timberlake, y no deja de mirarte – le comentó Gia, por lo bajo.
–En tal caso me interesaría más por Jessica, que por el – le respondió con seriedad, mirando hacia donde estaba el famoso cantante que efectivamente tenía su mirada puesta en ella.
El hombre al notar que la mujer lo miraba, alzo su copa en señal de saludo, como Madison era una mujer con educación le respondió de la misma forma.
Minutos después, dio inicio el tan esperado evento de la noche, muchas hermosas mujeres comenzaron a desfilar con las mejores prendas de esa temporada, Madison se sentía muy a gusto en ese momento, era una de las cosas que más le relajaba y podía apartar su mente de los problemas que pudiera tener a causa de la ajetreada vida que llevaba.
–Siempre soñé con ser modelo, pero mi querido padre, que en paz descanse se empeñó en hacer dinero sucio y aquí estoy, siguiéndole los pasos – se quejó Gia, haciendo que Madison soltara una pequeña risita.
Mientras las chicas modelaban por toda la pasarela, uno que otro cantante famoso las acompañaba con canciones bastantes movidas, algo que le daba un toque diferente al momento.
–Va a cantar Hailee Steinfeld, me gusta mucho su música y ella es muy linda – le dijo Gia.
Cuando la cantante empezó a entonar la primera canción, detrás de ella apareció una joven modelo que, automáticamente llamo la atención de Madison, no la había visto en otras pasarelas, parecía que era nueva y lo hacía bastante bien, tenía un hermoso cuerpo escultural y su cabello se enredaba con el viento, para Madison fue mágico mirarla, la chica al pasar frente a ella se detuvo y posó su mirada en la hermosa mujer que estaba sentada entre las primeras filas, las dos conectaron sus miradas en ese momento, pero algo sorpresivo paso luego, la chica intento girar su cuerpo para volver pero se descompuso, Madison quien la estaba detallando toda se dio cuenta rápidamente que algo pasaba, por lo que se levantó de su asiento y sin medir más la chica se desplomó, cayendo en los brazos de la mujer.
Los presentes soltaron abucheos de asombro y empezaron acercarse, la chica estaba despierta, pero se notaba bastante mal, estaba pálida y parecía ser que no coordinaba lo que estaba pasando.
–¡UN MEDICO, POR FAVOR! – grito Gia.
La modelo estaba entre despierta y lo único que podía ver con claridad era ese hermoso rostro que tenía frente de ella.
–No te duermas, por favor, mírame, mantente despierta – le pedía Madison con delicadeza, teniéndola aun entre sus brazos.
Los paramédicos llegaron rápidamente y se llevaron a la enfermiza chica, y aunque el desfile continuó, Madison no pudo concentrarse más, no podía dejar de pensar en esa chica y en su estado de salud, se mantuvo en su cabeza hasta el final.
–Me dijeron que se descompuso porque no comió en todo el día – comentó Gia, entrando a la limusina en donde la esperaba Madison.
–Dios mío, pobre chica, disfrutamos de esta vanidad sin pensar en todo lo que ellas tienen que pasar para entretenernos y ganar fama.
–Es algo que siempre se ha sabido Madi, ¿Por qué ahora te preocupas por eso?
–Averigua todo sobre esa chica, quiero saber cómo se llama, donde vive, que hace en sus tiempos libres, si tiene novio o novia, todo.
–Muy bien, jefa – le respondió, colocando su mano en la frente, como tal marinero a su capitán.