La doctora se encontraba sorprendida, podía escucharlo gracias a su voz, no sabía cuánto tiempo había estado en el mar pero si era consciente de que había pasado un buen rato.
— Es increíble cómo pudieron sobrevivir esas personas durante todas las semanas que estuvieron a la deriva, ella presentaba un cuadro serio de desnutrición además de insolación, esperemos que se recupere pronto.
— Muchas gracias doctora.
Quería abrir los ojos pero aún los sentía pesados pero tenía que hacerlo. Cuando finalmente lo logré mire al hombre que me ayudó este se sorprendió al verme y se acercó a mi.
— ¿Se encuentra bien?
El hombre era alto, de piel blanca pero un poco bronceada, cabello y ojos negros, tenía una barba que apenas se miraba.
— Señorita, ¿Se encuentra bien? — él me miró preocupado — dígame cuál es su nombre si es que lo recuerda.
— Si me encuentro bien — mire la guía de suero que pasaba en mis venas — ¿En dónde me encuentro?
— Se encuentra en Londres, ¿De dónde es?
— Soy del infierno — lloré amargamente — es una isla que queda en el medio de la nada, pasé muchos años en ese sitio.
— ¿Qué fue lo que ocurrió?
— Le contaré todo pero le aconsejo que se siente.
Le conté todo desde el principio exceptuando algunas partes de la muerte de Ashley, era doloroso para mi, incluso fui capaz de contarle lo que hacía para esas personas y él se quedó pálido al escuchar todo lo que me obligaron a hacer.
— ¿Cuál es su nombre señorita?
— Me llamo Hannah — miré mis manos fijamente — dígame qué va a pasar conmigo, estoy dispuesta a pagar por los delitos que cometí.
— No tiene que preocuparse por esas cosas, no lo hizo deliberadamente — él me brindó una sonrisa amable — me llamo Matteo, llevaré su caso.
— Por favor averigüe qué fue de mi padre, todos estos años sobreviví para poder regresar a su lado, se llama Xavier Endecott.
— ¿Es usted Hannah Endecott? — él se sorprendió al saber tal cosa — ¿Estamos hablando de la pequeña niña que fue secuestrada a los seis años?
— Si, soy yo — sonreí con amargura — avísele a mi padre que me encuentro aquí, él va a estar feliz de saber la buena noticia.
— Señorita Endecott lamento mucho informarle que su padre falleció hace varios años, él se cansó de esperar su regreso y la tristeza pudo más que cualquier otra cosa.
Me altere entonces comencé a llorar mientras gritaba, la ilusión de encontrarme nuevamente con mi padre me había sido arrebatada de la manera más cruel, cuando él me miró de esta forma se acercó a mí y me dio un poco de agua para que me calmara, realmente anhelaba ver a papá pero no fue posible hacerlo.
— Lo lamento mucho, disculpe si no fui delicado al darle la noticia pero muchas personas sabían el final que había tenido el señor Endecott.
— No se preocupe — dije resignada — era algo que tarde o temprano iba a saber, aunque siendo honesta me duele demasiado.
— Es normal, tengo que irme un momento para hablar con mi jefe, definitivamente se tiene que dar cuenta de esto.
Él se marchó y yo me quedé demasiado ansiosa, luego llegó con un señor quien al verme sonrió con una amabilidad que mis ojos nunca habían visto.
— Hola Hannah, yo soy Peter, es un gusto conocerte — él me extendió la mano entonces yo la tome muy temerosa luego jalo una silla y se sentó a mi orilla — Matteo me contó todo lo que pasaste en el tiempo que estuviste secuestrada, realmente es sorprendente que viajaras en esa balsa y pudieras sobrevivir no solo a eso sino también a las cosas que te hicieron esos malvivientes.
— ¿Qué pasará conmigo?
— No te preocupes, que quedarás en libertad, según lo que Matteo me contó tuviste que hacer cosas a la fuerza para poder sobrevivir y eso no es un delito, no tienes idea todo lo que te buscamos por muchos años, hace dos primaveras fue que el caso se cerró al pensar que estabas muerta.
— Se lo agradezco mucho, respecto a lo otro, pues lo cierto es que me encontraba muerta en vida, muchas cosas fueron las que sucedieron y lo mejor es no recordarlas.
Las lágrimas comenzaron a fluir entonces a como pude abrace a aquel hombre. Me quede en compañía del oficial Matteo me había llevado las cosas básicas para ellos pero que nunca antes me habían dado y tenía muchos años de no verlas. Él me preguntó por la mujer que venía conmigo, fue entonces que le conté absolutamente todo.
— Ya veo, bien la enterraremos hoy en la tarde ¿Sabes su nombre?
— Pongan en la placa Ashley.
— Está bien, permanecerás en el hospital por unos días, luego veremos qué podemos hacer contigo respecto al dinero que dejó tu padre, déjame decirte que la fortuna del señor Endecott se encuentra intacta pero han pasado muchos años en los que muchas personas te pasaron por muerta.
Los días transcurrieron y me había recuperado completamente cuando me dieron de alta el oficial Matteo me llego a traer
— Muchas gracias oficial Matteo.
— Dime por mi nombre solamente, ¿Ahora adónde quieres ir?
— ¿Me puede llevar a la tumba de mi padre y también a la de la señora que vino conmigo?
Él arrancó en la camioneta entonces me llevó al cementerio cuando me mostró la tumba no pude evitar llorar al pensar en Ashley, todo esto había sido espantoso pero al menos su sacrificio no fue en vano.
— ¿Te encuentras bien? Pensé que esta señora no era alguien querido para ti, al parecer me he equivocado.
— Ese nombre es el de mi mejor amiga, la asesinaron en esa isla frente a mis ojos, no pude hacer nada por ella, solamente ver cómo moría y me pedía que me fuera — sonreí con tristeza — ni siquiera pude cargar con su cuerpo para enterrarla.
— Todo eso es pasado, ahora comenzaras una nueva vida en Londres, quiero saber que tan bien sabes sobre medicina forense.
— Para mi desgracia lo recuerdo absolutamente todo, es algo que se te adhiere a la memoria y te atormenta día y noche.
— Bien vamos donde Peter, él te ayudará estoy seguro — Matteo me miró con ternura — ahora tus conocimientos podrán ser de ayuda para atrapar criminales.
Nos subimos a la camioneta y al llegar me encontré frente a un laboratorio de criminalística, lo reconocí ya que podía recordar muchas cosas que viví en mi infancia. Al entrar varias personas saludaron a Matteo entonces encontramos al oficial Peter.
— Hola Hannah — Peter saludó con una gran sonrisa — al parecer estás bien.
— Gracias a ustedes, muchas gracias oficial Peter por ser tan amable conmigo y creer todo lo que les dije.
— Llámame por mi nombre, no tienes nada que agradecer y te creo porque tus ojos me reflejan que así es — él miró a mi acompañante — bien Matteo, dime por qué la trajiste.
— Hannah tiene conocimientos en medicina forense, escuche que había un puesto.
— Así es — él me miró — dime Hannah, ¿Cómo aprendiste medicina forense?
Le conté lo mismo que le dije a Matteo entonces él me miró y sonrió, luego me llevó a la morgue ahí se encontraban varias personas alrededor de un cadáver.
— La prueba es que si descubres de qué falleció esta mujer el puesto es tuyo, hasta el momento nadie ha podido saber la causa de muerte, muchos piensan que es el corazón debido a su edad y físico…