—Estoy hablando en serio, Mathis. Mira —se acercó un poco más y bajó la voz—, ¿tú crees que Liliane se entrega fácilmente? ¿Tú crees que lo que hizo anoche fue una locura sin pensar? —No sé qué pensar. Solo sé que fue real. —Entonces ahí está tu respuesta. La miré, tratando de encontrar una trampa en sus palabras. No la había. —¿Y qué pasa si se arruina todo? Si Niklas lo descubre. Si me odia. Si la obligan a casarse igual. —Por eso hay que ser astutos —me dijo, tocando mi brazo con firmeza—. Deja de actuar como si fueras un adolescente enamorado y piensa como un adulto que tiene mucho que perder… pero más por ganar. La miré en silencio. No sabía si agradecerle o pedirle que me dejara respirar. —Investiga bien —le dije, más para mí que para ella—. Qué pasaría si ella no se casa. Qué

