Capítulo 1
Estoy nerviosa y a la vez tan emocionada, hoy es el gran día después de cinco años de relación por fin daremos el sí en el altar, fueron doce meses planeando este día y al fin podré caminar hacia él, mi vestido está listo, mi maquillaje también y solo es cuestión que llegue la hora para ir hacia la iglesia. Nunca creí que llegaría este momento, estoy perdidamente enamorada de Jackson, es un hombre increíble con un gran corazón que ha abrazado mi alma de una manera tan especial, podría decir que es el hombre perfecto para mí.
¿Qué más podría pedir en esta vida? Estudio una de las carreras mejor pagadas en el país, trabajo como asistente de un gran ingeniero civil industrial, tengo al mejor hombre a mi lado; no sabría que más pedir, soy muy afortunada.
Mi propuesta de matrimonio fue soñada, me llevó a cenar a un restaurante y con todos nuestros amigos me pidió ser su esposa, hubo música suave que acompañó la ocasión junto con las luces tenues del lugar. Nos conocimos hace seis años, fuimos amigos durante un año completo y luego las cosas se fueron dando tan fácilmente que me fue imposible negarme a tener algo con él, me llenó de lindos detalles y su compañía grata estuvo bien.
— Estás radiante querida.
Mi mejor amiga me ha ayudado mucho en este proceso, Karin ha estado conmigo desde el colegio y ha sido mi apoyo en todo momento desde la muerte de mi padre, con mi hermana y mi madre no tengo una buena relación desde entonces. Mi madre no acepta que salga con un tipo como Jackson, creé que es mucho para mí y es Cristal quien lo merece por ser mejor que yo, pero él nunca le ha llamado la atención mi hermana y eso me reconfortó, me odiaría que él sintiera algo por ella, lo amo tanto que no me hallo sin él.
Mi papá era ingeniero civil y económicamente éramos una familia estable, me inspiraba su trabajo y decidí seguir sus pasos, mi madre siempre le dio prioridad a Cristal y cuanta cosa quisiera lo obtenía, lo mismo pasó cuando papá murió, lo que mi hermana quisiera se lo daba del dinero que papá me dejó. Lo extraño mucho, extraño sus besos, sus abrazos y sus consejos, las pláticas viendo las estrellas eran las mejores, teníamos conversaciones de teorías existenciales que nos ponía a discutir y terminábamos riéndonos.
Quizá él estuviera feliz con mi matrimonio.
— Gracias peque, estoy ansiosa por ver a Jack.
Mi vestido me hace lucir más alta de lo que en realidad soy, es muy ceñido al cuerpo y resalta muy bien mis curvas, no soy mujer de abdomen plano, pero mi buen trasero lo compensa y estoy feliz con ello, de hecho, Jackson siempre me alaga por mi buen cuerpo proporcionado lo que me hace sentir sexy. Mi vestido es estilo sirena de encaje y pedrería, con mangas de encaje y un escote en forma de corazón que levanta mis bebés haciéndolas lucir sensuales, pero no vulgar y tiene una larga cola con pedrería también, es precioso y no es por nada, pero costó un ojo de la cara como dicen popularmente.
— ¡No puedo creer que esto esté pasando!
Mi cuerpo está temblando de los nervios, estoy feliz, aunque me hubiera encantando que mi madre y Cristal estuvieran conmigo en este día tan especial, yo era los ojos de mi padre y Cristal lo es para mi madre lo cual nunca entendí porque el favoritismo, cuando el falleció no nos dejó en la calle, pero a mí me dejó una cuenta bancaria con el dinero suficiente para que terminase mis estudios, mi madre se enfureció por completo y tuve que compartir ese dinero con mi hermana quien no se midió y gastó todo el dinero en cosas vanas sin sentido, por eso tuve que trabajar con el mejor amigo de Jackson.
— Siempre juntas Casie
Karin sujeta mi mano con fuerza mientras vamos en el choche que me lleva a la iglesia, ella me regaló un viaje en limosina para este grandioso día.
— Siempre juntas Karin.
Mi corazón late con gran entusiasmo una vez que estamos en la entrada del templo, de lejos puedo ver a Jackson junto con mis suegros y está hermoso.
La ceremonia da inicio, me preparo para salir del vehículo y correr a los brazos de mi amor, la iglesia está llena con 300 invitados y la mayoría son de la alta sociedad, Jackson pertenece a una de las familias más importantes en mi ciudad y son socios mayoritarios de la empresa de mi jefe.
Yo por otro lado desde que papá murió me ha costado superarme, me fui de casa con una pequeña valija con poca ropa y me instalé en casa de Karin, sus padres me han cuidado como una hija más y desde que trabajo con Steven le ayudo a ellos con los gastos de la casa, a mi madre tengo unos ocho meses de no verla y a Cristal seis meses.
Karin es la que me entregará a Jackson, ella es sobre protectora conmigo, hay ocasiones en los que creo que actúa como una madre. Caminamos aferradas de la mano hacia el altar a la mirada de todos, trato de respirar, pero fallo en el intento, siento que estoy por hiperventilar en cualquier momento.
— Ten calma Casie
El trayecto se hizo más largo de lo que puedo recordar en el ensayo, Jackson me mira con tanto amor, sé que esto es lo correcto y sé que él es mi hombre correcto, no puedo esperar para vivir mi vida con él y amarlo tan intensamente.
— Eres hermosa Casie.
Yo lo miro y le doy la sonrisa más grande que mi rostro puede aguantar, estoy perdida enamorada de él.
— Bienvenidos hijos a este lugar
Comienza el sacerdote a presidir la ceremonia con entusiasmo.
— Vamos a unir en sagrado matrimonio a Jackson Parra y Casie Mayorga.
Puedo sentir como tiemblan mis manos de los nervios.
— Jackson Parra, Acepta usted a Casie Mayorga en santo matrimonio para amarla y respetarla en la salud y en la enfermedad, en la pobreza y en la riqueza hasta que la muerte los separe.
Jackson guarda silencio unos segundos y volteo a verlo.
— No
Responde él causando las risas de todos incluyéndome.
— ¡amor!
Él me mira y yo comienzo a sentir temor.
— Yo —pausa —no puedo casarme contigo Casie, no puedo.
Tengo la mirada fija en sus ojos, siento que estoy por descompensarme
— No puede ser Jackson, estamos en el altar, frente de 300 invitados y me estás diciendo que no nos vamos a casar ¿Qué broma es esta?
Se da la vuelta mirando a todos los invitados, estos comienzan a murmurar sobre lo que está pasando, estoy a punto de soltar el llanto y Karin está a mi lado como siempre lo ha hecho, esto es una puta broma de mal gusto, debe ser eso, una maldita broma.
— Quiero pedir disculpas, pero no habrá boda hoy, lo siento Casie, no eres tú soy yo el del problema, no te amo, amo a alguien más. Pensé que estando aquí todo cambiaría, pero no fue así. Les pido disculpas a todos ustedes por esta situación tan desagradable.
Karin me tiene tomada de la mano, mis lagrimas no dejan de rodar por mi rostro borrando el trabajo de mi maquillista, Jackson me ha dejado sola en el altar ante todos los que vinieron a nuestra boda.
— Lo siento mucho querida.
Mi suegra me da el abrazo más fraternal que nunca antes alguien me haya dado, ante la vista de todos salgo corriendo dejando mi ramillete tirado, mi velo y mis sueños de formar un hogar con el hombre que amo, pero que me ha dejado a la mitad de nuestros votos.
Me subo al primer taxi que logro encontrar y me dirijo a mi apartamento, soy una estúpida, por alguna razón él me pidió que no me llevara mis cosas a “nuestra casa” nunca pensó casarse conmigo.
Muchos en la calle me ven asombrados, han de creer que soy yo quién dejó al novio en el altar sin imaginarse que fue todo al revés y de una manera tan desagradable.
— Casie contesta por favor ¿Dónde estás amiga?
Llegué al apartamento y me deshice de mi estúpido vestido blanco como si fuera virgen y pura, me quito la corona que adornó mi cabello que caía en diminutas ondas dando un efecto sensual, entré al baño y con frialdad quito mi maquillaje con espuma que se mezcla con mis lágrimas y mi corazón deshecho.
— Casie ¿estás aquí?
Respiro tan profundo como puedo antes de responder, este no es el día que planeé durante tanto tiempo para que fuera perfecto.
— Lo estoy Karin.
Ella al verme corre a abrazarme y las dos soltamos en llanto.
¿Cómo fue que llegué a esto? ¿Qué hice mal? Creí que el realmente me amaba como yo a él, pero sin duda alguna la que sufrirá esto seré yo, la humillación y el qué dirá la gente eso lo viviré yo completamente sola.
— Creí que él era feliz conmigo Karin ¿Por qué no me avisó antes de hacer el ridículo? ¿Qué voy hacer ahora?
— Mírame Casie, tú no vas a hacer nada ¿ok? No vamos a hacer nada simplemente vamos a salir a bailar y distraernos, buscaremos hombres grandes que nos quiten esta mierda en la que estamos o por lo menos que nos hagan olvidar un poco.
— No Karin, no quiero hacer nada de eso, quiero morir en este momento, quiero irme lejos dónde nadie me conozca, me duele mucho Karin, me duele mucho, yo lo amo.
Karin corre a la cocina, yo me siento en el sofá a mirar por la ventana, hoy hace un día hermoso.
— Mira, una botella de vodka y dos copitas.
Miré la botella y sin dudarlo me di el primer trago, lo único que mi ser necesita es olvidar este absurdo día que me está dando por la madre.
— Casie, Jackson es un legítimo bastardo
La botella está casi vacía, de nuestras bocas salen palabras sin sentido y el cuerpo se siente relajado.
— Lo odio Karin, lo odio.
Con todo el alcohol más que valor decido llamarlo y desahogar lo que siento por su culpa.
— Casie, yo de verdad.
Antes de que siga disculpándose decido interrumpir su patética disculpa.
— Cállate, arruinaste el mejor día de mi vida Jackson y sí estoy malditamente ebria, pero no tanto para decirte que te odio con todas mis fuerzas y espero que realmente haya valido la pena el hacerme esto, ojalá no vuelva a saber de ti nunca más en mi maldita vida. Te odio Jackson.
Karin levanta la copa por lo que acabo de hacer.
— Salud por mandar al infierno a Jackson amiga, dejémoslo ahí para que se arrepienta por lo que hizo. ¡Salud!
Tomo mi copa y brindo junto con ella.
— Me cogeré media cuidad, maldita yo si no lo hago. ¡salud por la nueva Casie!
Intento llenar mi copa, pero no sale nada de la botella.
— Karin ya no hay más.
Karin está tirada en el suelo, yo siento el cuerpo demasiado pesado, me levanto como puedo y siento todo como un torbellino dando vueltas, camino hasta mi habitación y caigo en mi cama.
— ¡Casie!
Siento mi cabeza estallar
— Sssh Karin, no grites.
— No grito Casie, me duele mucho la cabeza.
Me levanto, en la sala está el tiradero que hicimos anoche, nos tomamos unos analgésicos para el dolor de cabeza y un buen café tinto para aliviar la pesadumbre.
— Vaya noche Casie
— Lo sé … ¿llamé a Jackson?
Reviso mi celular y tengo mensajes de él disculpándose por lo que hizo, por dejarme a mitad de la boda, pero lo que más lamenta es que lo odie.
— Creo que lo hiciste amiga, hubiera preferido los p***s en lugar de este dolor de cabeza.
Lo único que deseo es dormir en este momento, me siento como una vil pecadora, es lo menos que merezco después de tomar una botella entera de vodka.
— Hoy saldremos a divertirnos Casie, es domingo y no pienso permitir que pases encerrada como una santa. Además, eres libre y es hora que lo disfrutes como se debe.
Tengo mi cuerpo cubierto de pies a cabeza con mi cobija, por una esquina asomo mi mano y niego al gran plan que tiene Karin para esta noche.
— Vamos Casie, Jackson debe estar hundiéndolo con quién sabe y tu guardándole luto.
Imaginar a Jackson con otra mujer en la cama me rompe el corazón, aun no me cae que él me haya dejado, que dirán los blogs de notas o los internautas sobre mi ridícula cara al verlo salir de la iglesia dejándome ahí, trato recordar si hubo indicios de lo que pensaba hacer y nada llega a mi mente, él parecía muy seguro de lo que haríamos sin darme una sola pizca de inseguridad o de sospechar alguna cosa.
— No quiero Karin, en serio, no quiero nada en este momento. Soy el hazme reír de todos en este momento y lo que menos quiero es verme en esa situación justo ahora.
— Lo siento mucho Casie, sé que lo amas y que él lo era todo para ti, pero vamos amiga tienes que dejarlo ir, él no merece que estés así.
Mi cabeza le da vueltas a lo que sucedió una y otra vez haciendo que me siente cada vez peor.
— ¿Por qué yo? ¿Qué hice Karin?
— Amarlo eso hiciste, no debes culparte amiga, es mejor que fuera así que no un divorcio iniciando el matrimonio.
Karin palmea mi trasero y con voz suave se despide para salir a bailar.
— Si decides ir después, te envié la ubicación para que llegues.
— Ok, cuídate.
Tomo mi laptop y no me equivoqué, en los portales de noticias hay notas sobre lo que pasó con Jackson, esto arruinará mi imagen tarde o temprano.
Tiro mi laptop en la cama y decido ir a embriagarme sola, esto es una pesadilla.
— ¡bueno!
Mi celular no deja de sonar.
— Soy yo querida.
La voz de mi madre ha terminado de arruinar mi noche
— Ya sé quién eres ¿qué quieres?
— Saber como estás, sé que Jackson canceló el matrimonio.
— Estoy bien gracias por preguntar, Chao.
Sé que en algún momento se iba a burlar de mí, por eso corté la llamada con prisa, no quiero que se jacte que me lo dijo, que Jackson no es un hombre para una mujer de mi clase, pero sí lo es para mi hermana.
E recibido las condolencias de amigos, conocidos y compañeros de trabajo por lo que sucedió. Steven me ha dado la semana libre para recuperarme de esta pesadilla y poder dar la cara a todos en el trabajo. Ojalá que sí haya valido la pena mi humillación porque no creo que pueda levantarme con facilidad de esto, amé y amo a Jackson con cada fibra de mi cuerpo no sé cómo voy a hacer para borrarlo de mi mente y de mi corazón. Prendo mi laptop de nuevo para borrar todo rastro de él, hago lo mismo con mi celular, tomo una bolsa de basura y comienzo a tirar los regalos que me dio, algunas joyas y el anillo de compromiso, incluí también el vestido de novia, los zapatos de diseñador y la estúpida corona, mi cama está llena de peluches, todo está ya en la bolsa, así como las tarjetas y cartas que me hacía mes con mes.
— ¿Qué es eso señorita?
Estoy en pijama y pantuflas en la acera de mi apartamento, con una botella de cerveza en una mano y en la otra la bolsa que traigo arrastrando caminando de lado.
— ¿lo quieres?
La chica afirma confundida.
— Bien, es tu día de suerte, lleva un vestido de novia, zapatos de diseñador y un anillo de compromiso, algunas joyas y muchos peluches. Que lo disfrutes.
Dejo la bolsa y camino de regreso a mi habitación, si él quiere el anillo de compromiso de vuelta que lo vaya a buscar.
— ¿Qué estás haciendo Casie?
— Limpiando mi cuarto de la inmundicia.
— ¿estás tomando?
— Esta es mi cerveza número cuatro y me tomé no recuerdo cómo se llama, pero termina con rose o algo así, salud Karin.
Karin me quita la cerveza y se la lleva.
— A dormir Casie, ya no más. Ayer tomamos porque el momento lo ameritaba, pero ya hoy no señorita. Vi a Jackson Casie, estaba con su asistente bailando y besándose. Él no merece que estés así.
En medio de mi embriaguez la imagen de Jackson abrazado con Layla llega a mi mente.
— ¡Maldición! Karin, por eso nunca sospeché nada, nunca me dieron indicios de nada. Para él ella era su mejor “amiga” ¿Cómo me iba a dar cuenta que entre ellos pasaba algo?
Me levanto de prisa a tomar mi celular y llamar a Jackson para ponerlo como un trapo sucio, pero Karin me detiene.
— Ya le partieron la cara Casie, en el momento que lo vieron con Layla y lo reconocieron lo sacaron del bar, pero no sin antes abuchearlo y darle por lo que hizo. Cuando estés sobria vas y le dices en la cara lo que se merece y sepa lo que se perdió, eres mucha mujer para tan pobre cabezón.
— Karin ella estaba ahí, vio cómo me rompió el corazón y aun así fueron a bailar hoy para celebrar que su amor triunfó, Karin se burlaron en mi cara, los dos se burlaron en mi cara.
Me deslicé por la pared hasta quedar sentada, abracé mi cara con mis manos y las coloqué en mis rodillas, lloré con tanta amargura, mi llanto era tan fuerte que se podía oír en los otros apartamentos vecinos. Se habían burlando en mi propia cara y aun lo hicieron el mejor día de mi vida al frente de 300 personas.
¿Cómo fueron tan crueles de hacerme algo así? ¿Porqué él? ¿Porqué Jackson? ¿Porqué yo? Nunca le hice daño a nadie como para que la vida me castigue de ésta forma tan cruel.