La semana pasó entre borracheras y llantos, pero es hora de regresar a lo que es mi vida “normal” si es que ahora lo es. Mi madre no deja de fastidiar con lo mismo de siempre “era obvio que él no era para ti” “eres muy insípida, debiste dejarlo para que se fijara en Cris” he llegado a creer que no soy su hija por la manera tan atroz con la que suele tratarme, Karin tuvo una fuerte discusión con ella por la estupidez que estaba diciendo, ellas están casi en la calle y si no fuera por la pensión de mi padre y lo que reciben de mí no tendrían para comer o pagar los servicios públicos
Llevo unos diez minutos intentando entrar al edificio, tengo miedo de encontrarme con esos dos y ser su burla, debo ir a mis últimas clases de universidad y bueno quizá no todo esté perdido después de todo.
—Buenos días Jazmín ¿ya llegó el señor Acker?
—Buenos días Srta. Mayorga, no el Señor aún no llega.
Subo en el elevador hasta mi oficina en el último piso, camino como si nada hubiera pasando hasta mi lugar de trabajo ignorando a todos en el trayecto.
—¿llegó?
Escucho decir a Jackson.
—Que dicha que llegaste Casie, necesito hablar contigo.
Enciendo mi computador para comenzar mi día, Jackson está en mi escritorio y solo lo ignoro, no quiero hablar con él y mucho menos ver su cara.
—Vamos Cas, necesitamos hablar.
Me levanto de mi asiento dando un golpe a mi escritorio.
—No quiero verte, no quiero hablar contigo, desaparece de mi vista y de mi vida Jackson.
Los que están a nuestro alrededor nos miran asombrados.
—Cas no hagas esto por favor, necesito que me entiendas.
—¿entenderte? —golpeo furiosa mi escritorio —¿qué se supone que debo entender? Que me estuviste engañando con Layla en mis narices y no fuiste lo suficientemente maduro para decirme que no querías casarte por eso, tuviste que avergonzarme en el altar frente a todos y largarte con ella. ¿eso quieres que entienda? Pues no Jackson, las cosas no son así. Ahora déjame trabajar tranquila.
—Sabía que Karin abrió la boca para decírtelo.
Por gracia divina mi jefe acaba de llegar y Jackson me dejará tranquila para poder trabajar en paz.
—Srta. Mayorga por favor venga a mi oficina.
Camino atrás de él con mi libreta y un lapicero para apuntar lo que a él se le ocurra que necesita, a veces me pide chocolate caliente o un capuchino para comenzar el día.
—Lamento la boda desastrosa que causó Jackson.
—Le agradezco su amabilidad Sr. Acker, pero no tiene porqué lamentarlo, aunque siendo completamente honesta contigo a mí me duele más.
Salgo con libreta en mano para hacer lo que él me pidió y Jackson sigue en mi escritorio, parece no haber entendido que no quiero hablar con él.
—Casie, por favor hablemos de lo que pasó.
—Dos minutos nada más Jackson, solamente dos y desapareces.
—Dos minutos es más que suficiente, quiero que sepas que te amé y mucho Cas, pero todo cambió estos últimos dos meses, sé que debí decirte y sé que te lastimé mucho.
Sus palabras realmente me están lastimando, aun me cuesta creer que fue capaz de hacerme algo así.
—Se acabó el tiempo Jackson, gracias por las patéticas palabras que acabas de decir, pero te recuerdo que tuviste un año completo para cancelar el matrimonio y no lo hiciste así que no te justifiques con que estabas muy confundido porque no lo vale.
Una vez que él se marcha me permito llorar, mi escritorio está ubicado en una sala solitaria poco recurrida por los empleados.
Los blogs de chismes no dejan de hablar del tema, sus titulares son tan tontos “asistente del empresario Steven Acker es dejada en el altar por su prometido Jackson Parra” también “a un día de dejar plantada su prometida, Jackson Parra es visto en un bar muy famoso con su nuevo amor ¿Quién es ella?”
—Ya me retiro Sr. Acker ¿Desea algo más?
—No, yo también me retiro, debo atender a un amigo. Buenas noches Señorita.
Me marcho del sitio esperando no encontrarme con Jackson de nuevo, al llegar al área de recepción está él abrazando a Layla y al verme se aleja de ella. Dirijo la mirada a Carol y me despido de ella, camino en busca del coche para ir a recoger a Karin.
—Ella es la chica que dejaron en el altar.
Volteo a ver y una pareja me ve con lastima, presto atención a la chica y creo que ya le he visto antes, aunque no recuerdo de dónde. Sigo mi camino y choco con un hombre, este me mira y frunce su frente.
—Lo siento mucho señor.
Sin esperar respuesta sigo, entro al choche y respiro profundo para ir por Karin, que noche más extraña ha resultado ser esta.
Karin sale de su trabajo, ha comenzado a llover fuerte y ella corre de prisa al auto.
—Justo tenía que llover hoy.
Reclama enojada.
—¿una cita frustrada?
—Ojalá, pero no. ¿ya te enteraste?
Yo volteo a verla y niego.
—Por la mirada que tienes es obvio que no, Jackson se casa el fin de semana con Layla.
Freno repentinamente.
—¿Qué?
—Estás loca Casie, casi nos matas.
Al escuchar las bocinas de los autos de atrás sigo el rumbo.
—¿Cómo sabes que se va a casar?
Karin saca de su bolso la invitación de la boda de Jackson.
—Fue a buscarme a la oficina en la tarde, me dijo que intentó explicarte porque lo hizo, pero que no pudo.
Tan solo se cumplió una semana de la fatal boda y se casa con otra, con la que supuestamente si ama.
—No quiero que estés mal por él amiga, sabemos que es un idiota.
—Hace una semana Karin, una maldita semana y se casa.
Mi mente sigue sin asimilar esta pesadilla, las noches son las más difíciles porque es cuando mi mente trae los recuerdos que viví con él, como me hacía sentir y lo peor es reconocer que todo fue una mentira.
—Trata de descansar Casie y no te permitas llorar por él por favor.
—Descansa Karin.
Jackson no volvió a llegar a mi trabajo en lo que restó de la semana, quizá debió estar muy ocupado con su nueva ceremonia o simplemente le dio vergüenza darme la cara después de la noticia de su boda.
—Me retiro Sr. Acker, pase un lindo fin de semana.
—Buenas noches Casie.
Pasé a recoger a Karin y fuimos a cenar con su familia por ser fin de semana, regresamos al apartamento algo tarde y nos acostamos a dormir.
Como hoy será la boda de Jackson ninguno trabaja en la oficina, la ceremonia será transmitida por un portal de noticias y se podrá ver desde internet, Karin me ha rogado que no me haga esto, pero quiero ver que sucede.
Ver a Jackson dar el SI ACEPTO destrozó mi corazón.
—Te dije que no vieras esa estúpida boda Casie y nunca me haces caso.
—Necesitaba verlo Karin.
Me encerré lo quedó del día, lloré mares y océanos, se casó con otra siendo el hombre que hacía dos semanas me juró amor eterno incluso un día antes de dejarme en el altar. Se casó sabiendo el dolor que me casó y aun así no le importó porque ama a otra, la amó estando muchas veces en mi cama jurando amarme siempre.
—No volveré a creer en la labia de un hombre Karin, lo juro que no creeré más en las estúpidas palabras de un hombre.
Ella acaricia mi cabello consolándome.
—No todos son así Casie, no justifico a Jackson porque lo que hice estuvo muy mal, pero en el amor no se manda, ya verás que alguien mejor llegará, uno que te valore por lo que eres y por lo que tienes para dar.
El lunes por la mañana me levanto con los ánimos por el suelo, llego al trabajo y mis compañeros no disimulan su asombro, no sé si es que me veo mal o es el hecho de que mi ex prometido se haya casado tan rápido con su asistente.
Estoy sumida en mi computador revisando los pendientes que tiene Steven para el día de hoy cuando una sombra se posa en mi escritorio, elevo la mirada y es Jackson tomado de la mano con su nueva esposa, mi corazón late muy rápido al verlos de esa manera y siento que no podré controlarme.
—Buenas tardes, el señor Acker nos espera a mi esposa y a mí.
Trato de restarle atención a esta estupidez, creí que se irían a una hermosa luna de miel.
—Disculpe Sr. Acker, los nuevos esposos Parra están aquí. ¿los hago pasar?
Aviso por el comunicador.
—Si Srta. Hazlos pasar, por favor tráeme una taza de café.
—Claro que sí, en un momento se lo llevo.
Me levanto de mi asiento para alistar el pedido de mi jefe y la esposa de Jackson se interpone en mi camino.
—Lamento lo que pasó.
Bufo una risa y mi cara se torna sombría.
—¿ah sí? Puedo notar cuanto lo lamentan. Con permiso, ah Sr. Parra el Sr. Acker los espera.
Camino hacia la cafetería y regreso con el café que me solicitó Steven, entro y lo acomodo en su escritorio.
—Señorita le agradezco mucho, puede retirarse a sus clases lo demás puedo solucionarlo yo.
—Muchas gracias, esta es su última cita del día, que tenga una linda noche Sr. Acker.
Pase por un lado de los Parra y de reojo veo sus manos, tienen puesto unos anillos muy similares a los que compramos para nuestra boda.
— Reciclaje —me digo.
Bradley
Llegué a casa sano y salvo después que un loco frenara su auto repentinamente provocando un colapso en la vía, el trabajo estuvo bastante bien y saldré esta semana a firmar un negocio bastante tentador que promete dejar grandes ganancias.
—Señor Soulie ¿necesita animación el día de hoy? Tengo una buena prospecto para usted.
—No querido amigo, hoy solo quiero descansar.
Las damas que envía Fred no suelen darme un buen servicio, pero la verdad es que necesito animarme un poco y despejarme un poco del estrés que acumulé durante este día.
— Sabes qué, envíala a la dirección de siempre, estaré ahí en media hora.
Tomo un ligero baño y salgo rumbo al apartamento que tengo especialmente para este tipo de encuentros, la chica me espera en la cera y al verme me saluda de manera cordial pero discreta.
— ¿no eres virgen o sí?
Ella me mira y niega inmediatamente.
Entramos a la habitación y esta chica es bastante buena en lo que hace.
— Nada mal preciosa
Ella brinca en mí, sí que Fred sabía qué hacer esta noche para levantarme el ánimo.
— Soy Katherine a su servicio.
Me coloco de manera que pueda darle duro y parece que a mi dama de esta noche le encanta que le den de esta manera.
— Cuando me necesites no dudes en llamar.
Saco su pago y le sonrío
—Lo tendré en cuenta.
De las chicas a las que Fred me ha ofrecido esta es la primera que da la talla.
—Flora, hoy no llegaré a la casa.
—Está bien Señor, que pase feliz noche.
Tengo grandes empleados que me ayudan y se preocupan por mí, no solo en mis negocios si no que en mi casa y son empleados de plena confianza.
—¿Cómo estuvo?
Fred es un completo idiota muchas veces.
—Nada mal, ha sido la mejor hasta el momento.
—Me alegra haber ayudado.
Más allá de querer ayudar es para recibir dinero fácil, pero desde el fracaso de mi matrimonio y un compromiso cancelado preferí no buscar pareja, enfocarme en levantar lo que hoy tengo y disfrutar de los deleites de la vida sin tener la zozobra de si me irá mal nuevamente.
— Señor, bienvenido, el desayuno está servido y su auto está listo.
— Muchas gracias flora.
El viaje me fue pospuesto para tres semanas, parece ser que el Sr Queen se ha enfermado y no puede recibirme, sin embargo, me han agendado una cena en uno de mis restaurantes siete estrellas que tengo en la zona más exclusivas de la ciudad con uno de los ejecutivos del Sr. Queen para adelantar el proceso de negociación en dos días.
Sentado en mi escritorio veo a mi secretaria y esta no ha dejado de verme, se pasa su mano alrededor del cuello de su camisa y baja a su seno.
— Señorita puede venir.
Se levanta y camina tan sexy que empiezo a creer que necesitaré ayuda con esta calentura insaciable que me manejo.
— ¿necesita algo Sr. Soulie?
— Dígame señorita ¿está usted consiente de lo que estaba haciendo en aquella silla?
—Por supuesto, siempre y cuando sea usted señor quien sacie esta sed.
Me levanto de mi silla y con un movimiento de cabeza le pido que me siga, llegamos al apartamento e inmediatamente me despoja de todo lo que tengo puesto.
—Esto es delicioso Sr. Soulie.
La pongo en posición culo arriba, esta sed no se sacia con nada, pero por lo menos puedo mitigarla de vez en cuando.
—¡ay por favor, esto es delicioso!
Grita Francis que no para de gemir ante mis embestidas.
—Más duro que ya me vengo.
Sin. pensarlo me dejo ir con fuerza haciéndome venir de una manera deslumbrante
— Sr. Soulie permítame decirle que es todo un experto. Es probable que me vaya a despedir por esto, pero no se preocupe en su escritorio esta mi carta de renuncia, viajo mañana fuera del país por una gran oferta laboral, no quería irme sin averiguar si todo lo que dicen de usted es cierto y veo que no se equivocan, mi interior reconoce cuando alguien sabe lo que hace.
Solo puedo bufar una sonrisa graciosa y asentir a su confesión, cada semana paso por unas cinco chicas diferentes y con ninguna logro saciar esta obsesión.
Francis se va y en la soledad de mi apartamento analizo lo que ella me dijo, mi reputación no ha de ser muy buena si algunas andan por ahí tratando de probar lo que mi gran amigo puede hacer en sus interiores.
Debo buscar una solución para esto, debo limpiar mi imagen como haya lugar sin tener que sacrificarme, quizá contratar una única chica que sacie esta sed de sexo y finja ser mi pareja por algún tiempo, primero debo cancelar a Fred y las chicas que tiene para mí si quiero que esto funcione, segundo buscar la chica indicada y hacer un contrato de exclusividad por un año, y tercero que ella quiera firmarlo, puede ser que el sexo no vaya incluido o no lo sé.
—Hola querido amigo ¿Cómo estamos para esta noche?
—Fred esta será la última chica que recibo ¿de acuerdo? Mándame a Katherine
Me doy una ducha y acomodo el desorden que hice con Francis, pasado un rato Katherine entra y sin esperar nada me baja los pantalones dándome lo mejor de su boca.
—Esta será la última vez que nos veamos Señor, déjame darte lo mejor para el recuerdo.
Fue la noche en la que mi sed se sació casi por completo.
—Le deseo suerte en la vida señor y ojalá encuentre lo que está buscando.
Tarde me fui a casa a descansar, creo que esta noche quedé un 80% saciado con dos chicas diferentes.
—Sería mejor si pudiera saciarme con una y tenerla para siempre en mi vida — me digo con tristeza.
Me enamoré dos veces y las dos veces solo me rompieron el corazón ¿para qué creer en el amor si puedes tener sexo sin sufrir? La bueno que veía en esa idea era que el corazón no se vería afectado, pero la soledad en mi vida se hace cada vez más voraz y por más chicas que me coja ninguna me libera de ello.
—Señor Soulie le enviaron esta invitación.
Camino a mi habitación y leo la dichosa invitación que me enviaron, es la confirmación de la cena en el restaurante.
Le confirmo que he recibido su respues y aviso a los encargados de recursos humanos para que contraten una nueva secretaria lo más pronto posible.
Me quedé despierto por un par de horas hasta que me quedé dormido por el cansancio, quizá pueda encontrar alguien que me ayude en esta lucha interna y con suerte mi vida cambie de una buena vez, debo prestar atención a las intenciones de las chicas para no tomar una mala decisión, muchas de ellas fingen amor por un poco de dinero y eso no es lo que quiero, quiero una chica que me diga a la cara lo que está dispuesta hacer y a qué costo sin fingir nada.
Debo preparar todo perfectamente y buscar la chica indicada para este trabajo, tengo que analizar que quiero que haya en el contrato, los puntos que pueden ser negociables y los que no.
Al llegar a mi oficina hay una chica nueva como mi secretaria, ella se levanta y me recibe cordialmente, se presenta y me avisa que me ha traído mi café matutino, en mi escritorio están mis pendientes del día de hoy, agradecí internamente que en su dedo haya anillos de compromiso y de matrimonio, con Francis es la quinta con la que me acuesto y debo aprender a controlarme si quiero de verdad dejar de salir en los tabloides como un su casa.
— Siendo así Sr. Soulie me despido, que pase linda tarde.
Le di una escasa sonrisa y ella se fue, es la primera vez que siento paz en mi interior.