Enamorada de mi sugar daddy

Capítulo 4

Fue tan vergonzoso lo que pasó con aquel muchacho que casi me deshago en el baño de damas, por lo menos no me vio salir del baño de hombres o mejor aún, que no me lo topé dentro del baño hubiera sido mi fin.

Regreso a la mesa y Karin me señala al muchacho que está frente a nuestra mesa, mi rostro se tornó rojizo inmediatamente, es el mismo hombre de hace unos minutos atrás.

—¿Qué sucedió?

Karin me mira y sé que no dejará de hacerlo hasta que haya hablado.

—Por error entré al baño de hombres y al darme cuenta de mi error salí corriendo chocando con él, chocamos dos veces.

Él está anonadado viendo hacia nuestra mesa, puede ser que una de las chicas le haya llamado la atención, ninguna de las cuatro dejamos de mirarlo, él se levanta de su mesa y al pasar al frente nuestro me mira soltando una sonrisa.

—Buenas noches señorita, queda pendiente la historia del baño, espero tener la oportunidad de escucharla en algún momento, que disfruten la velada.

Suelto la risa, mis mejillas siguen rojas, levanto mi mano y le hago adiós con la mano, no sé cómo pude decirle eso.

—¡y tú guardándole luto a Jackson!

Las chicas volvieron a mirarme y sus ojos se agrandaron.

—¿eres la ex prometida de Jackson Parra?

Yo afirmo con un movimiento de cabeza apretando los labios, es una situación a la que debo acostumbrarme y no tomarle importancia.

—Desgraciadamente.

Ellas se miran secreteándose algo y me miran.

—Todos saben que se casó por obligación y no por amor Casie, además a veces es mejor que las cosas se hayan dado así y no cuando ya estuvieran en matrimonio.

Ese el mi único consuelo y agradezco que hubiera sido así, amo a Jackson y mucho, pero quizá no era su indicada.

Nos despedimos de las chicas y regresamos al apartamento, tengo mucho en qué trabajar si queremos levantar una empresa. Por suerte no debo preocuparme del pago de mi universidad y con mi liquidación podré jugármela unos meses, aunque no sé si quiera hacerlo ya que no acostumbro a estar metida en casa sin hacer nada.

—Casie estas son algunas ideas que hemos desarrollado, sé que algo se nos va a ocurrir.

Estoy segura que así será, saco el plan que mi padre diseñó junto conmigo antes de morir, su sueño era crear una empresa junto a mí y lo haré por ambos, haré el sueño de él realidad.

—El hombre del restaurante era muy guapo ¿no crees?

No sé si quiero comenzar a hablar de hombres mientras intento pensar en la futura empresa.

—Vamos Casie, era muy atractivo.

— Puede ser Karin, no le puse mucha atención.

Trato de ignorar todo lo que ella trata de insinuarme, pero es que siendo honesta no es momento de pensar en otro hombre después de la decepción que me llevé.

—¡Casie!

—¡Karin, justo ahora! ¿en serio?

—Hay algo que debo decirte amiga y siento si te va a disgustar, hablé con Steven por lo que hizo. Jackson sabía que contigo podría surgir, pero no contó con que lo chantajearan, parece que el contrato que tienen es por dos años de matrimonio y el padre de Layla va a invertir en ellos así que amiga, para ti no había futuro allí. Suerte que hayas terminado fuera de ese enredo.

La verdad es que no tengo idea de que pensar en este momento, parece que he vivido en medio de dos dimensiones sin conocerlas por todo lo que ha llegado a mí. Siento pena por Jackson, pero jamás voy a perdonarle lo que hizo.

—Supongo que las cosas debieron ser así, aunque no estoy segura del motivo Karin.

Son aproximadamente las diez de la noche y estoy agotada mentalmente.

—Es hora de dormir nena, mañana vemos a ver qué hacemos por lo pronto descansemos.

—Sí, descansa Karin y gracias por preocuparte por mí.

Al despertar Karin ya no está en el apartamento, son las siete de la mañana así que me levanta para desayunar y comenzar mi día, tengo tanto por hacer que no sé qué hacer o por donde comenzar.

Reviso el portal de noticias y no hay nada nuevo con respecto a Jackson y su querida esposa.

—No más Casie, no más. Ya es hora de dejar a esos dos de lado.

Me concentro en mis qué haceres y amplío el proyecto que mi padre diseño, se adapta a las ideas que las chicas tienen y los objetivos que queremos alcanzar; es solo cuestión de darle un buen desarrollo y terminar lo que mi padre no logró concluir.

—Karin, mandé al correo un adelanto del proyecto, revísala y me dices que tal. ¿ok?

Son aproximadamente las 3:00 pm, a las chicas les ha gusta lo que hasta este momento llevo en desarrollo. El timbre suena y al abrir veo que es Jackson.

—Tenemos que hablar Casie.

Intento tirar la puerta, pero Jackson la detiene a tiempo.

—Cinco minutos nada más Jackson, no quiero que llegue su esposa a estar ofendiéndome por tu culpa.

Me coloco en medio de puerta para que este no pase.

—Sé que ya sabes la verdad, yo te amo Casie, tuve que casarme con Layla por culpa de la deuda que tiene mi padre con el suyo. No quise lastimarte, pero no tenía opción.

—Es tarde Jackson, no me importa que me digas, me lastimaste y mucho, cosa que nunca voy a perdonarte. Por favor vete, estás casado y no es conveniente que hagas esto.

Por más que él me diga que me ama no tiene caso, la suerte está echada y él conmigo ya no tiene futuro, lo amo, pero no más, esta es mi decisión, me amo como para volver a caer en su sucio juego.

Cierro la puerta después de verlo marchar, me siento en el sofá con mi laptop para continuar con mi trabajo, siento un poco de hambre y no es para menos ya es un poco tarde, no he hecho más que estar en la computadora trabajando. Pido comida a domicilio, Karin está por llegar y es seguro que está llena de hambre.

—¿Cómo estuvo el día?

—Bastante ajetreado Casie.

Me levanto para servir la cena y continuar con el trabajo.

—Deberías descansar Casie, no es bueno que estés metida en una pantalla por mucho tiempo.

Asiento y voy a descansar para continuar por la mañana, estoy exhausta y le espalda me duele horrible.

Mi celular comienza a sonar por lo que me levanto de prisa para responder mi celular.

—Sé que estás con mi esposo.

Estoy media despierta y no logro comprender que sucede.

—¿esposo?

Respondo en medio de un bostezo.

—Sí mi esposo Jackson.

Exhalo todo el aire que tengo en mis pulmones.

—No Layla, Jackson no está aquí, por favor, que sea la última vez que me llamas buscando a su marido. Por favor.

Cuelgo dicha llamada y me acuesto nuevamente, no sé por qué ella creé que él está conmigo a estas horas siendo ella su esposa, además que no pienso rebajarme a ser su amante.

Siento un movimiento en mi cama que me hace levantarme con prisa.

—Casie no te molestes por lo que voy a decirte, pero vieron a Jackson saliendo de un hotel con otra chica y han utilizado tu nombre.

Me suspendo de la cama para revisar lo que Karin me ha dicho y efectivamente ahí está la bendita nota, una chica peli roja y yo con cabello de color achocolatado. Es posible que quien haya filtrado dicha foto sea daltónico puesto que si quiera son parecidos en color.

—Esto es una locura Karin, a simple vista se ve que no soy yo.

Mi cabeza es un caos en este momento, cómo se su pone que saldré de este escándalo, ahora resulta que terminé siendo la amante de Jackson Parra.

—¿Qué voy a hacer Karin?

—No lo sé Casie, nunca pensé que esto pasara.

Karin se va a su trabajo y yo me quedo pensando en qué debo hacer, espero que Jackson no vuelva a venir a buscarme no quiero más escándalos de esta índole. Me centro en mandar algunas solicitudes de empleo y seguir en el desarrollo del plan de mi padre.

—Mira el portal querida.

Me escribe Karin.

Decido revisarlo y se han retractado de la notica que publicaron, la chica con la que vieron a Jackson es su asistente Kira.

—¡que desastre Karin!

Me enternece lo que Layla lo que está pasando, no ha de ser sencillo levantarse con esta grata noticia.

—Viste amiga, por algo no te casaste con él.

Analizo todo lo que Layla está pasando y puede ser que lo mismo estuviera pasando yo en este momento con la situación en la que esa familia está, quizá Layla hubiese sido la amante de Jackson y yo la esposa cuernuda.

— Las cosas se están poniendo feas para Jackson amiga.

—¿Cómo lo sabes?

—Tengo mis fuentes.

Me da pesar por esta chica, creo que ella está perdidamente enamorada de él y a tres semanas de matrimonio saber que ya le pusieron los primeros cuernos es humillante.

Miro mi correo y tengo respuesta de uno de las solicitudes que envié, tengo la entrevista para el día jueves a las 9:00 am. Llamo a Karin y las dos comenzamos a gritar de felicidad, nunca pensé que tendría una respuesta tan rápida.

Me levanto temprano para alistarme, alisarme el cabello y hacer unas pequeñas ondas, quiero ir lo más presentable posible, estoy preparada para la entrevista y lo único que deseo es que me den el empleo, necesitamos capital extra para nuestro negocio.

—Deséame suerte nena

Karin me regala el mejor abrazo de este universo.

—Te irá muy bien Casie, ese trabajo es tuyo. Lo sé.

Llego a la corporación veinte minutos antes de la hora estipulada, le informo a la secretaria que tengo una entrevista y me guía hasta la oficina donde me espera un hombre.

Pasado 40 minutos salgo con el contrato firmado y mi nuevo trabajo así como las expectativas altas de lo que se será mi nuevo empleo y lo que en él me espera.