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Dulce pecado

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Blurb

Pecado, ese excesivo deseo que lleva al ser humano a perder la razón.

Esa incontrolable codicia de querer tener a una persona en tus brazos, llevándote hacer las locuras más grandes.

Así es la vida de Jack, quien siempre ha vivido guiado por el hambre, las anclas y la codicia de no detener sus pasiones desenfrenadas, hasta que la conoce a ella.

Una mujer difícil de cautivar, pero siendo él la personificación del pecado en su vida.

Un Dulce Pecado que la hará cuestionarse muchas cosas.

Un Dulce Pecado que lo harán a él dudar si seguir viviendo en el infierno, o ser digno de tocar el cielo al lado de un ángel llamado Isabella.

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CAPITULO 1 PRIMER ENCUENTRO
POV JACK Me encontraba en la disco que siempre suelo frecuentar, de un lado tenia a una hermosa rubia y del otro lado a una hermosa castaña… unas bellezas. Suelo ser del tipo de hombre que las mujeres se vuelven locas por estar con él, no tengo necesidad de buscarlas, ellas solas llegan a mí. Aunque… debo aceptar que esto ya me está cansando. A veces suelo tener este tipo de pensamientos, aunque debo decir que suelo eliminarlos muy rápido de mi cabeza tambien.   -¿En qué tanto piensas guapo? -La voz de la rubia, me sacó de aquellos pensamientos, tomo mi rostro entre sus delicadas manos y lo acercó a ella para darme un delicioso beso. Sus labios se posaron en los míos, comenzó a moverlos al compás de la música, poco a poco yo le seguía el ritmo, comencé a introducir mi lengua poco a poco en la boca de ella. Ahora su lengua jugaba con la mía. Posó una de sus manos en mi pierna y poco a poco la iba subiendo hasta llegar el gran bulto que se iba formando debajo de mi pantalón. -¡Ey! Yo tambien quiero ¡No me dejen afuera! -La voz de la castaña que se encontraba de mi otro lado mirando la escena llamó nuestra atención. Así que, dejé a un lado a la rubia y fui por la boca de esta otra belleza, esta vez mi manó fue la que se posó en su pierna y poco a poco fui subiendo hasta llegar a su ropa interior.  Comencé a masajear su v*gina por encima de su ropa interior, ella comenzó a retorcerse mientras me besaba. -¡Ey! Amigo por lo menos paga una pieza, no queremos que nos des una muestra gratis de p*rno aquí… -La voz de Augusto arruinó mi momento. La verdad era que poco o nada me importaba si me veían follándome a estas dos hermosuras aquí.   -¿Sabes que llegas en el peor momento? -Le dije acomodando el enorme bulto que tenia entre las piernas, mi polla estaba a punto de explotar. Hoy tendría una buena noche, ya que este solo era el preámbulo de lo que iba a pasar al salir de este lugar, todos aquellos pensamientos tontos que había tenido hace un rato se habían disipado, ahora solo podía pensar en muchas maneras de follarme a estas dos chicas. -¡Lo siento amigo! Pero me tengo que ir… -Me dijo Augusto, no lograba entender a este tipo, tenia a tantas chicas detrás suyo, pero nunca disfrutaba de ellas, con su rostro y su cuerpo podía follarse a la chica que le diera la gana. Augusto es un tipo de 1.75 de alto, rubio, ojos miel, con un cuerpo bastante formado ya que practicamos deportes. Lo había conocido en la universidad, nos hicimos grandes amigos. Luego de conocernos me invito a unirme al equipo de básquet que patrocinaba un gran amigo suyo. -¿Te vas? Si la noche apenas está comenzando… -Le dije en tono decepcionante. -Amigo te dejo en buenas manos… no es necesario que me quede aquí… -Me dijo mientras se daba la vuelta para irse. -¡Me avisas cuando llegues! -Le grité, esperando que me hubiera escuchado, pues el lugar era algo ruidoso. -¿En qué estábamos? -Les dije de una manera picara a las chicas que tenia a mi lado. POV ISABELLA Me encontraba en una disco con mi hermana menor Luna, ella le gustaba este tipo de ambiente, a mi en cambio me disgustaba mucho, además que no estoy en edad para este tipo de cosas, pero me había insistido tanto que la acompañara que no me pude negar, esta chica de 23 años es mi vida entera, esta chica de cabello castaño y ojos verdes es lo mas importante de mi vida. -¿En qué tanto piensas? -La voz de Luna me sacó de esos vagos pensamientos. -En que estoy aburrida y quiero irme a casa… -Le dije dándole un sorbo a mi bebida. -¿Por qué eres tan aburrida? Disfruta la vida. Tienes 30 años apenas -Me dijo dándome una gran sonrisa. -Este lugar no es para alguien como yo… -Volví a decirle. Yo me sentía ya que no estaba en edad para estar en ese tipo de lugares, sé que es algo tonto y que no estoy vieja, pero no podía evitarlo. -¿Dónde está Petter? -Me preguntó. Realmente no sabia que decirle, pues no sabía que había pasado y por qué no había llegado. Cuando lo llamé desde la oficina, antes de llegar a este lugar me dijo que se encontraba en una reunión con algunos inversionistas, que ya casi terminaba y de ahí vendría, pero han pasado ya tres horas de eso y él aun no me da señales de vida. -Estaba en una reunión de la compañía, me dijo que vendría apenas terminara, supongo que la reunión se extendió un poco… -Le dije llevando mi dedo índice a mi boca. -¿No te ha llamado después de eso verdad? ¿sabes que sé cuándo mientes? Siempre tienes esa manía de llevar tú debo a la boca… -Me dijo Luna, tomando asiento a mi lado, ya que por el ruido de la música no podíamos hablar bien. -Si, me envió hace poco un mensaje… No te preocupes sabes cómo es Petter… -Le dije con una sonrisa. Estaba mintiendo, pero no quería arruinarle la noche. -¡Isabelle! ¡Mi hermosa Bella! ¿No me estarás mintiendo no? ¿Todo está bien entre ustedes? -Me dijo con un tono mas suave. La verdad es que hace algún tiempo para acá la relación con Petter se ha vuelto algo monótona, ya casi no podemos vernos, casi no salimos juntos, él solo se la pasa trabajando. En parte lo entiendo, ya dentro de poco será el ceo de la compañía y tiene que trabajar duro para ello. -Te estoy diciendo la verdad Luna… no tienes de que preocuparte ¡Estamos bien! Mejor que nunca, Petter es el hombre que cualquier mujer desearía tener a su lado, es trabajador, amable, complaciente, muy inteligente y además es hermoso… parece un dios griego -Le dije tratando de forzar una sonrisa, la verdad que en eso no mentía. Petter es un hombre de 30 años, mide 1.80 de altura, tiene el cabello n***o como la noche, sus ojos azules como el cielo, blanco como la nieve, su cuerpo bien formado, es delgado, pero siempre se mantiene ejercitado, hijo de uno de los hombres mas influyentes en la ciudad, sus rasgos bien formados, puedo decir que fue tallado por los mismos dioses. Petter es el hijo del dueño de la empresa donde trabajo, yo soy una de las ejecutivas de ahí, lo conocí por medio de mis padres hace mucho tiempo, prácticamente desde que éramos niños, crecimos juntos, él se fue por un tiempo a estudiar al extranjero y yo me quedé aquí, siempre había estado enamorada de él, desde que tengo memoria si así pudiera decirlo. Luego regresó después de haber terminado sus estudios y un día me pidió que fuéramos novios, la noticia les alegró a mis padres y a los de él, que hasta nos comprometieron en ese mismo instante. Nosotros en cambio queríamos ir con calma, así que decidimos que primero alcanzaríamos nuestras metas juntos y después si vendría la boda y la familia. Tengo 5 años de relación con él, pero toda una vida amándolo. -¡Tierra llamando a Isabella! -La voz de Luna volvió a traerme a la tierra -¿Por qué estas tan pensativa? -Otra vez me preguntó. -Tengo muchas cosas en que pensar del trabajo Luna, además estoy cansada y mañana tengo que trabajar… -Le dije tomando mis cosas para irme. -¿Mañana? Pero Isabella mañana es sábado… -Me dijo con es cara de gatito que siempre solía hacerme para que yo cediera. -Lo sé, pero eso para mi no aplica, sabes que tengo que trabajar duro… además tengo sueño y estoy aburrida, así que, me voy Luna… -Le dije poniéndome de pie -¿Qué tanto miras? -Le pregunté cuando vi que no me estaba prestando atención. -¡Mira para allá! -Me indico con su dedo… casi me da algo, había un tipo casi que comiéndose con dos chicas ¿No les da vergüenza? -¿Para eso me traes a lugares así? -Le dije, algo sorprendida, no podía decir que era la mas santa, pero sabia como comportarme, ese tipo de situaciones dan mas de que hablar de las mujeres que de los hombres. -¡Cálmate vieja! -Me dijo Luna burlándose de mi… -¿Entonces te vas? -Volvió a preguntarme. -Si… ya te dije que estoy cansada y aburrida… -Le dije dándole un ultimo sorbo a mi bebida. -Entonces déjame acompañarte a tomar un taxi, no te puedes ir sola… -Me dijo Luna tomando su chaqueta. -No, tú quédate… solo avísame cuando llegues a casa ¿Sí? -Le dije dándole un corto beso en la frente. -¿Estas segura que no quieres que te acompañe? -Me dijo un tanto preocupada. -Si… tranquila ¡Disfruta pulga! -Sabía que le molestaba que le dijera así… -¡No me digas así! -Me dijo rodeando los ojos. Sali de ese lugar, me sentía cansada y algo preocupada ya que Petter aún no se comunicaba conmigo. Llegué a la puerta de la disco, me puse en la acera de la calle a esperar un taxi y mientras lo hacía decidí llamar a Petter, tenía que saber donde estaba. El celular repico unas cuantas veces. LLAMADA PETTER -¡Aló! -Una voz adormecida, me contesté del otro lado de la línea. -¿Petter? ¿Dónde estás? -Le dije apenas me contestó. -¿Isabella? Estoy en casa… -Me dijo, sentí como mi corazón se fue arrugando. -¿En casa? -Le dije algo decepcionada. -Si ¿Por qué? -Tenia ganas de molerlo a golpes. -¿Cómo que por qué? Te dije que iba a salir con Luna, que vinieras y pasaras un rato con nosotras y después nos iríamos a tú casa ¿No te acuerdas? -Sentí como la voz adormecida se recompuso de una. -¡Lo siento Bella! ¡Lo siento! Se me olvidó por completo… salí de esa reunión tan agotado que quería venir a cambiarme de ropa a mi apartamento y me acosté por un momento y me quedé dormido… -Me dijo, sentía como la sangre me hervía. -¿Es enserio Petter? -Le dije sumamente molesta. -¿Dónde estás? Salgo ya mismo por ti… -Me dijo. -¡Gracias! No hay necesidad, yo tomo un taxi y me voy a mi casa -Le dije, haciendo un esfuerzo para que mis lagrimas no se desbordaran. -¿Segura? -Si… Petter ¡Segura! -Le dije, no me gustaba mucho mostrar mis sentimientos, mi padre decía que eso era una debilidad, y que si uno mostraba sus debilidades podía llegar a perder. -¡Cariño! Nos vemos mañana, avísame cuando estés en casa… Prometo que mañana te recompenso. -Me dijo, en ese mismo instante colgué la llamada. FIN LLAMADA Iba a disponerme a sacarle la mano a un taxi cuando de repente siento que alguien tropezó conmigo. -¡Ay, estúpida! ¿No ves por donde caminas? -Me dijo una chica que se notaba que estaba pasada de tragos. -¿Disculpa? Creo que aquí la ciega es otra… -Le dije. -¿Quieres problemas? -Me dijo la mujer dándome un empujón. -No, para pelear se necesitan dos… y desde mi altura no me pienso rebajar a la tuya… -Me gire para irme, pero esta chica me jalo del brazo. -¿A dónde crees que vas? ¿Altura? ¿Dijiste? Mírate mides como 1.65 ¿Y hablas de altura? -Me dijo en forma burlona. -No hablo de ese tipo de altura… mírate a ti y mírame a mi… -La chica camino hacia donde yo estaba para darme un golpe, pero un hombre la detuvo. -¿Qué haces? ¿Por qué estas buscando problemas? Vamos mejor a terminar lo que comenzamos allá dentro -Le dijo tomándola del brazo y acercándola a él. Sus manos comenzaron a moverse como pulpo en todo el cuerpo de la chica y a mí me pareció lo más bajo que había, así que solamente me di la vuelta y seguí mi camino. ¡Las personas ya no tienen vergüenza! 

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