5 años más tarde... En el comedor del colegio Loyola, Amelia observaba fijamente hacia una misma dirección, anonadada, con una atontada sonrisa y su mano sosteniendo su rostro, no había tocado su almuerzo todavía, su mente estaba en la dirección hacia la que veía. Caroline sacudió su mano frente a su rostro para hacer que volviera a poner los pies sobre la tierra. —¡Hey! —Agitó una vez más su mano frente a ella. —¡Amelia Bustamante! ¡Baja de las nubes! —Es que míralo, Caro. Evan es lindo... —Caroline rodó sus ojos. —Sip, me lo has dicho millones de veces. —¿Me dirás que no es cierto? —Si, es lindo, pero me parece que es un perfecto pendej0. —Amelia parpadeó varias veces, reaccionando y la observó sorprendida. —¡Caro! Nunca te había escuchado expresarte de alguien así. —Objetó

