ERES PARA MI

"A veces, la mente recibe un golpe tan brutal que se esconde en la demencia." Anonimo. Hospital psiquiátrico de Atlanta- Estados Unidos, mayo 2020 Adriana Levine Miro las paredes blancas acolchadas a mí alrededor, jamás en mi vida pensé que usaría una camisa de fuerzas. Las cosas no han sido fáciles para mí. Mi madre jamás me apoyo, cuando me separe de Armando incluso me echo la culpa, por no saber complacer a mi esposo. Desde hace mucho me miro al espejo y me siento poca cosa; tan gris, tan desabrida... Recuerdo vagamente aun medicada, estar llorando por la vida de mi hijo, en ese hospital, mi hija me grito desesperada que solo eso sabia hacer,¡llorar!. Tuvo razón, mientras ella fue capaz de sacrificarse por Adrien yo de forma cobarde intente suicidarme, siento pena por mi misma. –Me balanceo en posición fetal sobre mí misma, la luz de la habitación llega a cegarme, más que una rehabilitación se siente como un castigo. Me quedo dormida, a causa de la medicación, cuando despierto estoy en una camilla y una doctora está sentada en un escritorio frente a mí. –Hola Adriana ¿Por qué estás aquí?.– Me pregunta haciéndome reír. –Es una pregunta estúpida, parece que perdí la razón.– Le digo sin una pizca de humor –Cariño, colapsaste fueron muchas cosas a la vez, soy la doctora Alejandra Daniels y voy a ayudarte en tu recuperación.– Me dice ella –Si sabes, ¿Por qué preguntas?.– Le digo, con recelo –Quiero conocerte, que tú me cuentes todo lo que pasaste.– Me dice amable. –Eso no tiene, sentido ¿Para qué?, aparentemente sabes todo.– –Aunque no lo creas, hablar puede ser liberador para ti.– Me explica –Doctora, no pierda su tiempo, me duele hablar de eso.–Respondo, sin aceptar su ayuda –Eres una mujer, preciosa e inteligente quiero ayudarte.– –Volteo a todos lados buscando a otra persona, porque lo que me dice no creo que sea para mi.– –Adriana ¿Cómo es posible cuando te decimos que eres valiosa, no lo creas?, pero si te dicen que no vales nada, eso si lo crees.– –Es la verdad.– Murmuro con la voz rota. –No debes aceptar comentarios negativos, el secreto para ser feliz es alejarte de lo que te hace daño.– –Yo amo a Armando.– Sollozo –Tú no sabes lo que es el amor.– –Di todo por él.– Le explico, con la mirada vacia. –Si tú no sabes quererte, es imposible que quieras a alguien más.– Dice en tono de reproche. –Él es todo para mi, sin él no soy nada.– Respondo llorando, no entiendo cómo fue capaz de dejarme. –¿Cuándo fue la última vez, que tu esposo al que dices amar, hizo algo especial para ti?.– Pregunta tomando notas. Me quedo pensando, buscando en mis recuerdos alguna frase de amor para mi, no logro encontrar nada… –¿Por qué insistes en ser la alfombra de este hombre?.– Cuestiona. –No soy una alfombra.– Repico molesta –Si lo eres, a eso te redujo, él hizo lo que quiso contigo y todavía ruegas para que te siga pisoteando.– Refuta. Quedo boqueando por su respuesta, –Te mereces, alguien que te quiera como su igual, tu eres hermosa, así no quieras verlo.– –Doctora ¿Quién podría quererme a mí?, estoy loca.– Me burlo de mi misma. Ella está molesta por mis respuesta, sujeta con fuerza el lápiz –No te voy a hablar como doctora, te voy a hablar como una mujer que tuvo en esa camilla, atada como una maniática.– –¿Tu estuviste loca?– Suelto sorprendida. –Sí y ahora estoy aquí, ayudando a otros a superar, las circunstancias adversas.–Suelta dejándome sorprendida, por su confesión –Estoy comprometida a ayudarte, no va a ser rápido, pero saldrás de aquí, siendo la persona que siempre debiste ser.– Promete, viéndome directo a los ojos. Solo lloro, no sé que vio en mi, aun yo no logro verlo. Bastian Cox –Casarme yo, ¡estás loco!, mi abuelo se volvió loco.– Digo con una carcajada sonora al abogado de mi abuelo. –Tu abuelo no quiere morir sin ver un hijo tuyo.– Repica el abogado de mi abuelo. –No necesito su dinero.– Le explico limpiándome una lagrima que sale de mi ojo, están tan chistosos, la senilidad les ha hecho daño. –¿Qué te cuesta, no te haces más joven?.– Me dice y me acaba de tocar una tecla, difícil para mí. Dentro de poco cumplo cuarenta años y mis cabellos grises lo demuestran. –No quiero limpiar mierda, no es mi sueño, ser padre jugar a la casita feliz, eso se lo dejo a mi hermano.– Le explico al señor Antonio Costa, abogado y mejor amigo del cascarrabias de mi abuelo –Hijo, cuando llegue la persona correcta a tu vida querrás todo eso de lo que tanto te burlas.– Me dice seguro y no paro de reír –Dile a mi abuelo, que lo visitare el fin de semana.– –El sabe que iras hijo, llueva truene o relampaguee siempre vas los domingos a pasar el día, con el.– –No puedo, abandonar al viejo cascarrabias, fue un padre para mí, cuando faltaron los míos.– Le digo por enésima vez la historia al abogado, que la conoce perfectamente. –Desde que tu abuela falleció, no es lo mismo para él, se siente solo.– –Debería, salir a conocer unas Sugar mom. – Bromeo, haciendo reír al otro viejo que me acompaña, mi abuela murió hace dos años. –No cambies, mi loco, pero enamórate y hazlo bien. – –Creo que el amor no es para mí. –Expreso decidido. –Que no haya llegado no quiere decir que no exista. – Me responde. –No te pongas sentimental, si quiere un niño, lo adopto y ya. – Le explico y el abogado niega. Mi secretaria, entra sin avisar –Señor con todo respeto, muy pronto conocerá una mujer que le va a mover el piso. – Me dice segura. –– ¿Ahora eres bruja?–Pregunto burlándome de ella. –Está en su horóscopo ¿Cómo quiere su café hoy?– –Con crema para mi ¿El tuyo Antonio?– –Negro sin azúcar. – Ordena y yo arrugo la cara por sus gustos amargos. –Nena ¿Qué mas dice mi horóscopo?– –Que no debe seguir molestando a las mujeres casadas. – Explica ella con una sonrisa, nunca me paro bolas, pero no deje nunca de echarle piropos –Eso te pasa por ser tan bella, yo no tengo la culpa. – –Jefe, vete al diablo. – Me dice entregándome el café con una sonrisa. –Solo contigo, me abría casado. – Le digo en broma. –Tu mujer viene en camino, no lo dudes, este horóscopo jamás se equivoca. – Me rió de todas sus pendejadas. El amor es cosa de tontos, jamás he sentido amor por nadie y a estas alturas con lo cínico que soy dudo, que pueda sentirlo, he visto hombre volverse estúpidos y sumisos “gracias al amor”, en fin no creo en él, y si llegase a existir no creo sea para mí… ADRIANA LEVINE ¡Seis meses! dure en un psiquiátrico, para tomar nuevamente las riendas de mi vida, la cual ha estado estancada durante mucho tiempo, y es que fueron muchos años de ataques sufrí tanto daño, ¡me creí un ser inferior!, todo porque la persona con la cual viví durante casi veinte años dejo de quererme. Después de muchísima terapia me dan el alta, pero me veo en el espejo y vuelvo a decaer ¡lo que tengo adentro debe reflejarse por fuera!, Después del divorcio y la división de los bienes habidos durante el matrimonio, no quedo casi nada, hoy vivo en una lujosa casa, gracias al trabajo de mi hija. Tocan la puerta de la hermosa que casa que hoy es mi hogar, y le doy la bienvenida a Chantal, una estilista que conocí por medio de mi hija Luna, es divertida y cariñosa me prometió enseñarme a maquillar, ya que vio como me fascino lo que hizo cuando arreglo a mi hija para la fiesta de aniversario en su trabajo. Mi hija, se ocultaba en ropas holgadas siempre, se veía tan mal como yo, si ella cambio yo también puedo hacerlo. –Hola Chantal, bienvenida.– Le saludo con cariño. –Hola querida, hora de hacer magia.– Me dice con una sonrisa que llega a darme miedo. Lo primero que hace es cortar mi cabello, estoy aterrada, pero estoy consiente que este cambio es necesario para cambiar mi vida en la dirección que deseo. Quiero grabar mis cambios, de esa manera siempre recordare con orgullo de donde vengo y mostrare al mundo una mejor versión de mi misma. El cabello comienza a caer y mis pensamientos se van a lugares oscuros, lugares de pesadilla… Recuerdo maquillarme ligeramente para la graduación de secundaria de Luna cuando, entra mi esposo con una sonrisa extraña. –¿No te da asco, en lo que te has convertido?– Me mira con fijezas a través del espejo, mis ojos reflejan tristeza infinita y dolor ¿Acaso no se percata del daño que me está ocasionando? –¿De qué hablas? Le pregunto con dolor. –Una vaca como tú no debería colocarse ese vestido, te vez ridícula.– Se burla de mi, mirándome fijamente con desprecio –Mírate.– Me dijo tomando mi barriga, con expresión asqueada, me hace sentir poca cosa las veces que quiere…¿Por qué no comprende que lo amo? Que no merezco sus malas palabras y sus ofensas. –Acabo de dar a luz ¡es normal– Me justifico. –Es normal para una perdedora como tú.– Me continua agrediendo, de forma verbal –Conmigo no vas a salir así, te tienes que cambiar.– Me ordena, arrancando la ropa de mi cuerpo, me siento, frustrada y herida. Me coloco un suéter n***o manga larga, y un pantalón de tiro alto estoy completamente tapada. –No hay ninguna forma de ocultar lo horrible que estas, eres una basura, casarme contigo fue la peor decisión que pude tomar en la vida, eres tan aburrida, siempre estas cansada.–Comienza a enumerar los defectos que asegura tengo hundiéndome en una profunda depresión –Es difícil no estar cansada, si tengo que ocuparme sola de todos los quehaceres de la casa y un niño pequeño.– Respondo molesta, queriendo defenderme –Plasta de mierda ¿Quién te mantiene? ¿Acaso debo venir del trabajo a cocinar?– Me dice tomándome de los brazos y agitándome con fuerza. –No, pero podrías darme una mano de vez en cuando.– Le continuo respondiendo, el esta realmente furioso. –Eso está fuera de discusión, mi madre podía con todo eso y más nosotros éramos cuatro.– –Estoy cansada.– Sollozo, viéndolo a la cara. –Eso es lo único que sabes hacer, llorar ¡No sirves para nada Adriana!.– Dice desesperado, parece odiarme. –Yo te amo.– Le digo, tratando de abrazarlo, no me gusta que me trate así, pero tal vez esto lo merezco. –No hay algo de ti que me guste, me siento asfixiado a tu lado, despertar a tu lado es una pesadilla.– Dice empujándome –¿Por qué me tratas así, no lo merezco.– Le respondo, tratando de que entre en razón. –Lo que tú no mereces es un hombre como yo, a tu lado.– Me dice con burla, hasta el maquillaje me quito… Me hacía sentir que no valía nada, otra mujer se defendería, pero yo estaba enferma, dañada psicológicamente. –Sabes que, no hay una manera en que tú puedas entrar conmigo del brazo, yo contigo no voy.– Me dice ¡después que tuve un mes preparándome para ir a esa celebración!, mi vida es una basura. Fin del flash back Fui tan estúpida al haberme casado con él, me orillo a un estado deplorable y aun seguía detrás de él, me case a los dieciséis años, porque estaba embarazada, fue la peor decisión que he tomado en toda mi vida, me hizo tanto daño y yo lo permití, si tenemos que rogar por un beso, una muestra de afecto, o para que no nos traten mal…No es amor. Acepte cosas horribles en nombre del amor, me era infiel, pero veía a otro lado para no perderlo, jamás tenía tiempo para mí, no teníamos las mismas prioridades, ¡Todo era más importante que yo!, pero decidí cambiar después de estar en el hueco más profundo . Decidí sonreír a la vida ¡así sea a la fuerza en un principio!, decidí que Armando ya no me va a seguir arrastrando mi vida a un precipicio. Le pido a Dios que me fortalezca, para salir adelante, con mis hijos. La verdad tampoco amaba a Armando, ¡hasta ahora lo comprendo!, ¡estuve enferma!, ese hombre era lo único que tenía en la vida según lo que creía, se convirtió fue en mi verdugo. –Ahora el cambio de color.–Dice Chantal, sacando tinte rojo. –¡Rojo es de prostitutas!.– Me quejo. –No seas prejuiciosa, con esa piel blanca y esos hermosos ojos miel, robaras miradas.– Responde de inmediato. –No lo sé.– Dudo que sea así. –Déjate hacer, si no te gusta siempre podemos volverlo a pintar!.–Responde con una amplia sonrisa. Una hora después, no logro reconocerme en el espejo, esa mujer simplemente ¡no soy yo!, estoy hermosa… –Vas a arruinar el maquillaje, sabes necesitas ropa también.– Trata de tranquilizarme mi amiga al verme llorar –La que tengo está en buen estado.– Le respondo –Y no te favorece.– Responde tajante– –No sé si estoy lista.–Me sincero. –Si lo estas, dejaras todo atrás y será lo que siempre has sido, eres hermosa y valiosa, vamos a hacer que tu ex se arrepienta de haberte tratado mal. –No voy a mover un dedo por él, eso sería ofensivo para mi, estoy cambiando para mí misma ¡porque me lo merezco–Le expreso con otro semblante, en el rostro, estoy decidida a cambiar. –No lo haces por él, pero él se va a arrepentir de haberte fallado.–Asegura ella con una sonrisa gigante en la cara. –¡Vamos de compras que te lo mereces.– Me manipula y caigo redondita, debo aprovecharla ya que ella sabe de lo que no se. –Adrien está en un campamento, todo el fin de semana sin embargo se ve triste no termina de integrarse a su nueva escuela, estoy sola, les voy a dar una sorpresa cuando regresen de mi cambio de look, pienso con una sonrisa boba en la cara. Llegamos a comprar al centro comercial, estamos escogiendo varias cosas, cortas y entalladas –¿En qué momento usare esto? Le quejo al salir del probador, se ve bien ¡pero no me siento bien es muy revelador! Veo en la caja a mi ex, cancelando muchas bolsas de ropa para su nueva mujer, ¡a mí nunca me compro nada!, es un descarado…. Disimulo lo mal que me hacen sentir, él me ve y cuando la mujer se descuida me guiña un ojo, ¡el no va a cambiar nunca!. –¡Es un imbécil!, sospecho que no te reconoció.– Me comenta, asombrada Chantal. –No lo hizo.– Secundo yo, negando por la actitud de Armando, me da asco. –Ahora vamos a celebrar el un club, muy divertido ¡Te lo mereces!– me dice ella haciéndome girar y ver en el espejo, la nueva y mejorada versión de mi misma. –Lo merezco.– Aseguro, yo sonriendo ampliamente. Llegamos al club a las 9 de la noche, parezco una chica de 27 años, la música electrónica es divertida, y la gente baila en la pista como si no hubiese mañana… Me dejo llevar, me encanta bailar. Después de un par de piezas y un par de tequilas…Alguien me toca, desatando un torbellino de sensaciones dentro de mi. Un hombre me abraza por detrás ¡hace mucho tiempo nadie me tocaba, me siento sexy, me siento deseada… Estoy vibrando entre sus brazos y al voltear a verlo, me tiemblan las piernas ¿Cómo se fijo en mi?, esta divino, es grande, atlético , se ve…Comestible. Me sujeta la cintura de manera sugerente viéndome directo a los ojos, nos trasmitimos tantas cosas con solo una mirada ¡No necesitamos palabras! No deseamos, y quiero caer en esa tentación. –Su boca se acerca a la mía y la toma, los movimientos de su lengua simulan una penetración.– haciéndome gemir de placer. Al instante mi bragas están mojadas a causa de la excitación ¡nunca me he sentido así! y apenas me está besando, me tiene hecha un desastre, las piernas a penas me sostienen, mi cuerpo entero vibra quiero mas... –Vámonos.– Me dice con voz profunda y ronca tomándome de la mano. –Vine acompañada lo siento.– Murmuro, con voz ronca, ni yo misma me reconozco. A lo que él responde con una sonrisa –Pequeñam tu amiga se fue hace media hora, con un chico– Estoy temblando entre sus brazos el alcohol me da valor, tomo su mano como respuesta, mi cuerpo solo lo toco, Armando y hace mas de 5 años apenas si me veía… Saliendo del lugar en una mesa cerca de la puerta, la nueva mujer de Armando esta sobre un caballero ¡que no es mi ex!. No me da tiempo de nada sigo mi camino, con el hombre que me eligió y elegí, para disfrutar tan solo una noche... La vida te da lo que te mereces en este momento, salgo de ese club de la mano de un desconocido ¡que esta como le da la gana!, Estoy dispuesta a llevar a cabo todas mis fantasías, es un hombre muy atractivo para mí, mi ex mientras tanto recibe exactamente lo que merece, ya no es un problema para mi. Apenas subimos a su auto un BMW n***o, una de sus manos sube por mis piernas quitándome la respiración de forma instantánea, quisiera que me tomara aquí de una vez, estoy desesperada. Enciende el auto y murmura mientras acaricia mis piernas de forma ascendente–Vamos al hotel más cercano, necesito estar dentro de ti.– Esa frase solamente hace que mi centro palpite con anticipación, yo también lo deseo dentro de mí, me siento zorra ¡Lo acabo de conocer!, ni siquiera conozco su nombre, pero en este momento no me importa quién es, ni quién soy, solo quiero sentir... –Respiro tan agitada parece como si estuviera corriendo un maratón , no recuerdo haber sentido en mi vida nada igual, y si lo llegue a sentir, ni lo recuerdo. –Solo en diez minutos se detiene en un hotel cinco estrellas, me abre la puerta del auto de forma galante, su pantalón delata una impresionante erección y mis mejillas están seguramente de un color rojo furioso, el escote en el vestido no permita el uso del sostén y mis pezones delatan también mi estado, llamamos la atención de algunas personas, es evidente a que vinimos debido a nuestro estado, me siento poderosa al provocar estas cosas en el hombre que camina a mi lado, tiene unos ojos grises impresionantes, de hecho todo él lo es, ¡esta buenísimo! Lo atienden rápido pide una suite, y me toma de la mano para guiarme al ascensor, con mis tacones apenas le llego a la barbilla es grande y tiene la espalda amplia. El ascensor está solo, por lo que aprovecha a besarme ¡como si no hubiese mañana!, es que estoy clara que para nosotros no lo hay…Mi centro palpita, estoy loca pero quisiera se enterrara en mi de una vez. Me empuja contra una pared y me carga ligeramente, lo abrazo con las piernas en la cintura, y él me sujeta ¡por las nalgas! Se me ve todo… El no parece preocupado, el ascensor se abre directo en la suite, una sala acogedora nos da la bienvenida, de inmediato, él bajo los finos tirantes del vestido revelando mis senos, quiero taparme y salir corriendo, me avergüenza mi cuerpo ¡soy una vieja!. El los ve con deseo y no pierde tiempo chupándolos, pasando su lengua por ellos como si fueran un manjar exquisito, me hace sentir tantas cosas que suelto gemidos, sin control alguno, baja mi vestido dejándome en tacones y panties de encaje, su mano viaja directo a mi centro y acaricia sobre la fina tela mientras gruñe. –Deliciosa– Dice ronco mordiendo ligeramente mi oreja, yo no pierdo tiempo y comienzo a despojarlo de su traje n***o a la medida, no aguanto más y al llegar a la camisa en lugar de abrirla la suelto con fuerza halándola, los botones salen disparados en todas direcciones Una risa ronca de el acompaña mi acción desesperada, su abdomen marcado me sorprende, el hombre esta como quiere, y me escogió a mí en ese club, pudiendo tener a la mujer que quiera a sus pies ¡me escogió a mí!, no lo comprendo. Tiemblo cuando se pone de rodillas rompe mi panti y comienza a pasear su lengua sobre mi botón de placer, es una experiencia única para mi, esto es totalmente nueva para mi, ¡nunca practique sexo oral en mi vida!. –Ahí, por Dios.– Murmuro entrecortado, sujetando su cabello mientras mis ojos quedan en blanco, soy nueva también en esto mis amigas siempre hablaron abiertamente de sus orgasmos ¡yo creí que era frígida!, eso me hizo creer Armando, o que el orgasmo era un mito. –Quiero que grites mi nombre cuando este dentro de ti.– Me dice levantándose y yo tengo que mirar hacia arriba, sus ojos grises son casi negros a causa del deseo, en ese instante.. –Soy Bastian..–Informa ronco besando mi cuello ¡y chupándolo!, Me está marcando, pero a mí poco me importa, no debo darle explicaciones a nadie de mi vida s****l… –Por mi parte le ataco de la misma forma, mientras a la vez rasguño ligeramente su espalda, el se ríe se da cuenta de lo que hago. Me levanta como si no pesara nada y me lleva a la cama, Me acuesta en ella y se levanta, me coloco sobre mis codos levantándome un poco para verlo soltar su cinturón, seguido por el botón de su pantalón. ¡Me parece una eternidad!, se quita los zapatos con sus propios pies, y luego baja el pantalón junto con los bóxers, es más grande de lo que imagine, pero no tengo miedo ¡quiero esto! Me hala por los tobillo –Nena me tienes loco ¿Te gusta lo que ves?.– Susurra ronco y yo solo puedo asentir. Se coloca sobre mí, y comienza a pasear su inmensa masculinidad, por toda mi raja húmeda, ¡de un solo empujón entra en mí por completo! Quedo boqueando y sin aliento, de cierta forma es doloroso y placentero. –Tan apretada.– Murmura apretando la mandíbula, se mueve con suavidad que me desquicia. –Masssss.– Exijo para que se me mueva más rápido. –¿Qué deseas, mi reina?.– Pregunta burlón –Dame duro.– Exijo –Sus deseos son ordenes.– Obedece de inmediato, en la habitación solo se escuchan gemidos, jadeos de placer y el sonido de nuestras pelvis al chocar. Me muevo para recibirlo y rodeo su cintura con mis piernas, llega a un punto profundo y sensible de mí de esa forma, mi centro palpita y él, jadea al sentirlo –Bastian. .–Saboreo su nombre muchísimas veces, jamás podre olvidarlo en mi vida. –Estas riquísima.– Me dice en pleno acto, mientas estoy alcanzando las estrellas, la humedad de mi deseo mojas hasta las sabanas, lo que facilita que pueda recibir a semejante semental, el se libera profundamente dentro de mí, no me cuido pero dudo pueda concebir, tengo treinta y siete años, soy una vieja así no lo aparente ahora. –Fue increíble.– Le confieso cuando me dispongo a levantarme. El me sujeta por la cintura y me dice –Nena la noche apenas comienza.– ¡pasamos toda la noche teniendo sexo!, me duele todo, cuando me marcho, lo dejo en la habitación dormido a las 10 de la mañana, con una nota:"Gracias por una noche inolvidable, Adriana Levine" Total no creo me busque de nuevo, Estoy en casa cenando sola, mi hija me llama emocionada antes del evento de esta noche, es muy importante para ella, ¡para todos! Hoy presentan sus diseños en la semana de la moda en New York, tocan mi puerta y al abrirla un ramo gigante de rosas rojas está al frente y no hay nadie más, lo tomo con curiosidad, viendo hacia afuera, en todas direcciones. Hay una nota, ha de ser para Luna, pienso mientras entro con el ramo a la casa, cuando abro la nota literalmente casi me desmayo "Por la primera de muchas noches inolvidables mi reina, su eterno servidor Bastian Cox".