DANIELA
La costurera vuelve a darme palmaditas en el trasero. Es una palmada muy firme y profesional. Un momento después , sigue con el pinchazo.
—Lo siento— dice, aunque suena más viscoso debido a los alfileres apretados entre sus dientes. —Por favor quedate quieta— Eso suena como una mierda, pero el hecho de que pueda entenderla perfectamente es un testimonio de cuanto tiempo he pasdo con un vestido de dama he honor mientras una seria mujer fruce el ceño a mi trasero. Normalmente esa mujer es costurera. En ocaciones ha sido mi madrastra o la novia, porque un vestido de dama de honor que luce bonito y apropiado para el resto de la fiesta nupcial inevitablemente me hace parecer como si estuviera saliendo a trabajar en el poste.
—...¿Estaba parada en una silla encima de una mesa auxiliar?— Pregunta mi madrastra, Bella, desde su asiento en la enorme mesa del comedor. —¿Con una escopeta?—
—Aparentemente ya estaba harta de las ardillas en el ático— digo, todavía manteniéndome completamente quieta.
—Tiene suerte de no haberse roto el cuello. O la cadera. A su edad, eso es casi igual de malo—
—¿Tiene algo de malo contra de las escaleras?— pregunta mi hermana Wendy, sentada en mi derecha en un enorme sofá de cuero, ella, cuidadosamente está colocando esferas de nieve personalizadas en pequeñas cajas decorativas.
—Su escalera se rompió el año pasado cuando intento reparar el techo druante una tormenta— digo. —Ella aún no había logrado reemplazarla—
—Bueno, bendita sea por ser lo suficientemente ágil cómo para arreglar un techo cuando tenía ochenta años— dice Bella. —ciertametne no podría lograr eso— No estoy segura de que Bella haya estado alguna vez en una escalera en su vida. Bella no sube escaleras. Bella contrata personas para subir escaleras. Junto a ella, mi hermana Eva suspira.
—Bueno, ¿que deberíamos de hacer con el asiento de Vincent?— ella pregunta.
—Déjalo fuera—digo, encogiéndome de hombros. Detrás de mi la costurera resopla. —Lo siento— le digo. —Entonces tendríamos un extraño número de personas en la mesa principal, y se vería extraño— dice Eva, luciendo un poco preocupada.—Quiero decir, otra mesa, tal vez, pero la gente estará prestando atención a esa mesa—
—¿Puedo ver eso?— Bella le pregunta a Eva, quién desliza una hoja de papel. Bella lo contempla. Atentamente. Eva toma otra hoja de papel con membrete floral y la consulta. Wendy sigue poniendo globos de nieve en cajas. Me guardo mis dudas sobre si alguien examinará nuestra mesa, en mi opinión. Nadie mira a las damas de honor. A nadie le importa cuantas personas hay en su mesa. No hay manera de que esto importe. Por otro lado, mi hermana menor se convirtió en presidenta Kappa Gamma Alpha pasando por alto los detalles.
—Sabes, sería una pena que esa comida se desperdiciara— dice finalmente Bella, recostándose en su silla con las piernas cruzadas y mirándome. —Ya está pagado, ya sabes, faltan dos días para la boda—
—Traeré a Linete— le ofrecí. —Ella se lo pasaría genial—
—No se pude traer a una amiga a una boda—dice Bella, mirando de nuevo el plano de los asientos
—Espera, ella solo es una amiga, ¿no? ¿no es una novia?—
—Si ella fuera mi novia, ¿podría ser mi cita?
—Norma y Wen viene— dice, Eva, todavía mirando la lista. —¡No serían la única pareja gay!— Ojalá y me sorprendiera que, entre trescientos sesenta y tantos invitados, haya una pareja gay, pero no es así. Mi famila no es explícitamente agresiva, pero se mueve en círculos muy tradicionales. Bella ignora mi pregunta hipotética.
—Esta podría ser una buena oportunidad para ti— dice. —Necesitas una cita, ¿no hay alguien a quién quieras invitar?—
—En realidad no— digo, mientras la tensión de la costura se mueve hacia mi frente, todavía con el ceño fruncido. —¿No puedo ir sola y pasar tiempo con mi familia?— Bella no cae por la expresión "tiempo de familia".
—¿Qué pasa con el hombre dueño de esa panadería al aldo de tu ¿tienda?— pregunta. —¿Edward?
—Edward Hill— le digo. —Está casado. Creo que su esposa está embarazada. O tal vez simplemente tienen un perro—
—Uno o el otro— dice Wendy con expresión inexpresiva, lo suficientemente alto como para que yo pueda oírlo.
—No lo sé, últimamente ha estado hablando mucho de responsabilidad—murmuro en respuesta .—Pasé por alto los detalles—
—Richar Johnson— grita Bella, pasando un marcador sobre una hoja de papel. —Su negocio de canteras va bastante bien...—
—No— le respondo, porque Richard Johnson es increíblemente aburrido y actualmente intenta legalizar la extracción de minas en las cimas de las montañas para poder ganar más dinero, lo que lo vuelve malvado.
—Willy Stills—
—Casado—
—Johny Harris—
—Casado con cuatro o cinco hijos, creo—
—O perros— dice Wendy también en voz baja para que Bella lo oyera. —
—Brian Letto. Neil Richards. Tommy Norving—
—Casado, no, y casado— le dije de vuelta. Bella suspira. Ella tapa el iluminador, luego me mira, la expresión de su rostro es mayoritariamente pensativa, pero un poco molesta. La tensión de la costura me golpea suavemente el trasero.
—Es un pueblo pequeño— le señalo a mi madrastra. —Todos los de mi edad han esado casados durante siete años y ya tienen hijos y una minivan—
—Y estás seguar de que Vincent no puede, ¿aunque sea por unas horas? —
—Mamá— advierte Eva. —Su abuela está en el hospital en Arizona— Bella suspira.
—Lo sé, lo sé, lo siento— dice.
—¿Qué pasa con Leo Tucker? — Escuché que se divorcio de Katerine finalmente—
—Leo está divorciado porque es un lunático que piensa que la tierra es plana y el presidente de Estados Unidos es un reptiliano disfrazado de humano— digo.
—Y porque engaño a Katie con una chica de dieciocho años— dice una nueva voz mientras Olive, mi hermana mediana, entra por la puerta.—Has visto, oh, ahí están. ¿por qué estamos hablando de esa lamentable excusa de hombre?—
—La cita de Daniela canceló en el último momento y ella se niega a ir con alguien más— suspira Bella.
—La abuela de Vince esta en el hospital— le explico.
—Por las ardillas— Eva añade. Olive simplemente levanta las cejas.
—¿No sigues haciendo tus cosas de monja?— ella me pregunta. Le lanzo una buena y dura mirada. —¿Qué?— dice, parpadeando con sus grandes ojos azules, ajena.
—Daniela odia que menciones la desintoxicación delante de mamá— Wendy explica.
—No puedes seguir haciendo eso— dice Bella, cortésmente asombrada.
—Han pasdo casi dos años—
—Dos años el martes, en realidad— digo. —Algunas familias me darían un certificado en reconocimiento a mis logros—
—Entonces esté es el momento perfecto para volver a empezar a tener citas— dice, ignorando mi comentario sobre el certificado.
—Has tenido mucho tiempo para hacer tus aventuras— mueve una gentil mano en el aire. —Toma tu clase de stripper, has tu meditación, todas esas cosas que has estado haciendo—
—El objetivo es dos años— con la mayor paciencia posible. —No lo lograré si tengo una cita el sábado por la noche, ¿verdad? Ah y no son clases de stripper son clases de Pole dance—
—¿No estás lo suficientemente cerca?— Pregunta Bella, en un tono de voz que significa: "Creo que estás siendo ridícula" Respiro profundamente. Bella y yo hemos tenido esta discusión antes. Conocemos las posiciones de cada uno sobre mi estado de soltería y celibato por elección, y se que esta vez tampoco voy hacerla cambiar de opinión. Bella piensa que tener veitinueve años y elegir no tener citas es una locura como una rata de mierda, aunque nunca usaría esa frase. Es terriblemente anticuada en algunos aspectos, de una epoca y un lugar donde el valor de una mujer provenía del hombre con el que estaba.
Para Bella, es inimaginable que realmente me guste estar soltera, así que creo que asume que estoy mintiendo y debo de estar deseando que un hombre entre y me sorprenda.
—Me gustaría ir sola— digo. Sencillo, directo, firme, pero eduacada. Mi terapeuta rompería a aplaudir si lo escuchara. Contengo la respiración, esperando que haya sido lo suficientemetne educada y no demasiado directa.
He oído rumores de familias en las que las personas pueden simplemtente decirles a los demás lo que quieren, y sus deseos son respetados en lugar de debatidos. Suena bien, pero lo creo tanto como creo en los unicornios. Bella y Eva se miran. Fruncen el ceño y ambas cejas se arrugan suvemente en un patrón casi idéntico. Entonces Eva suspira y agarra su iPad, y me pregunto como serán esas otras familias.
— Está bien— dice después de un momento, moviendo el dedo por la pantalla para desplazarse. —Donnie Crew, Jeremy Sheen—
—Eva— digo, cerrando los ojos y obligándome a tener paciencia.
—Hunter Lowes oh no, espera aparentemente es complicado con él — Mis ojos se vuelven a abrir.
—¿Estás repasando mi clase de graduación de la escuela secundaria en f*******:?— pregunto, mirando a mi hermana pequeña.
—Cody Sanders— dice, ignorándome e inclinando la cabeza, deja de mirar la pantalla. —¿Es un poco lindo?—
Respiro profundamente y miro alrededor de la habitación, tratando de darme un momento. Hacia un lado en mi imagen, frente a un lujoso sillón de cuero, hay un espejo triple que presenta una columna alta de color rosa rematada con cabello de color naranja. Por supuesto, la costurera nupcial de Eva hace visitas a domicilio. Por la cantidad de Bella y mi padre están pagando por esta boda, no se puede esperar que los invitados vayan a algun lado y se molesten un poco, por el amor de Dios.
Miro al bombón en el espejo. Ella le defvuelve la mirada. Me susrurro una oración de serenidad, aunque admito que la empiezo con, "Joder, por favor" Es exactamente por eso que le pedí a Vince que asistiera conmigo a la boda de mi hermana pequeña. Somos amigos, así que estoy feliz de pasar varias hora sen una barra libre con el. Está soltero, así que nadie se enojará . Y es gay, así no sería raro. Fue perfecto. Malditas ardillas.
—Norward Yapp— continúa Eva. —¿Fuiste a la escuela con alguien llamado Norward?—
—Creo que fue por su segundo no...—
—Oh— Bella y yo la miramos unísono. Eso no me gusta.
—¡Oh! ¿Sabias que Benjamin Benson está soltero?— Nos pregunta Eva. Mi corazón late torpemente en mi pecho. Mi estómago baila claque. Creo que toda la sangre de mi cuerpo se me sube a la cabeza y estoy bastante segura de que el tiempo se ha relentizado y ahora puedo escuchar las moléculas de oxígeno chocando entre si.
Si, se que Benjamin Benson está soltero. Benjamin Benson siermpre está soltero, porque preferiría acostarse con todas las chicas en un radio de ochenta kilomentros que estar atado a una sola. Fue amable de su parte no engañar, supongo.
—¿lo está ?— digo, obligándome a parecer más informal que unas chanclas en un concierto de música country.
—Eso es perfecto— dice Bella. ¿Ella sabrá que Ben es la bicicleta del pueblo y todas se han montado a dar un paseo?
—No— digo sin pensar. Bella se levanta y camina hacia mi. Aunque creo que se levantó a las cinco de la mañana, está impecable con unos pantalones caqui que le quedan bien, una camisa blanca con botones y un cardigan n***o, sin mencionar que tiene el pelo peinado y la cara arreglada. —No creo que sea buena idea — digo, como si mi ritmo cardiaco no se hubiera duplicado. —Salimos en la escuela secundaria ¿sabes?— Eva me lanza una mirada fulminante mientras Bella levanta una capa de piel sintética que le llega hasta el codo de una percha en un perchero, la inspecciona y luego camina hacia mi.
—Sabes, me encontré con él en el mercado hace unas pocas semanas y charlamos un poco— dice, tendiéndomela. —Es un joven muy agaradable. Apuesto también. Me pidió que te saludara de su parte— Ella no lo sabe. No hay forma de que Bella este al tanto de la reputación de Ben.
—Gracias— digo.
A veces, a pesar de toda una vida de entretenimiento en etiqueta, todavía no se que respuesta requiere de mi una situación. Por ejemplo, ir a una boda con Ben es literalmente la peor idea que cualquiera de ustedes tenga alguna vez en sus vidas. No está sobre la mesa.
—Si lo vuelves a ver , ¿dile que yo también lo saludo?— Me arriesgo.
—¿Te importaría probarte esto otra vez? Se que ya lo hiciste, pero me dará tranquilidad— dice, extendiendo la media capa.
—¿Has visto a Ben desde que rompieron?— pregunta Eva, todavía mirando su iPad. Luego sus cejas se arquean . —Oh vaya, mamá. No estabas bromeando. ¿se ve así en la vida real?— ella continúa .
De alguna manera, más grande corre a mi cabeza. Mi cara en los espejos se pone rosa. Problema de pelirojas numero 5500: sonrojarse con demasaida facilidad.
—Es guapo— dice Bella.
—Realmente no lo he visto, no— miento, colocándome la capa sobre los hombros y esperando que podamos dejar de hablar de lo sexy que es Ben. —solo por la ciudad y esas cosas. Aquí y allá. Nada mayor— Estoy explicando demasiado, pero solo porque creo que decirle a Bella la verdad podría provocar que me queme espontáneamente, así que estoy mintiendo. También me sonrojo más, ¿cómo? ¿Cómo puede ser eso posible?
—Ustedes dos podrían ponerese al día— dice Bella, cerrando el broche de mi cuello para mi y luego alisando sus manos, por mis brazos.—Siempre pensé que eran una dulce pareja—
—Eramos adolecentes— objeto.
—¿Y entonces? mucha gente se casa con sus novios de la secundaria—señala Bella.
—Yo lo hice— dice la costurera, enderezando suavemente la capa detrás de mi. —Cuando Max y yo empezamos a salir, yo tenía catorce años y el dieciséis—
—¿Ves?— Bella dice, dando un paso atrás.
—Michael y yo éramos novios en la secundaria—,dice Olive detrás de mí.
—¡Daniela, ve con Seth!—Eva dice efusivamente.
—Sería tan dulce— Hay una sensación en mi pecho como si mi corazón estuviera en una lata y alguien simplemente la hubiera dejado caer. Clonk. Respiro profundamente. Demonios, por que no pueden entender que estoy bien sola.
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