Mía

-Eres la novia más hermosa- menciona ensoñada mi hermana Fabiola. - ¿Estás segura de esto? Gabi, no tienes que hacerlo sino quieres- aprieta mi hombro mi mejor amiga. - Todo saldrá bien, Joseline- menciono tranquila al verla a través del espejo de cuerpo entero. Suspiro dando un ultima mirada a mi grandioso vestido blanco. Es entallado y con corte sirena acentuando mis curvas, llevo guantes hasta los codos y el velo es bordado en las orillas. Mi cabello está recogido con un peinado elaborado que deja al descubierto mi estilizado cuello y despejado mi rostro que está ligeramente maquillado. Salgo de la habitación junto a Fabi y Joseline una vez que nos informan que todo está listo y el novio me espera. Respiro profundamente antes de iniciar. ****** Es un abrir y cerrar de ojos me encuentro en una amplia habitación en la mansión Hayes. La boda fue sencilla por petición de ambos y la celebración todavia continua pero yo decidí subir para descansar aunque la madre de Jonathan piensa que es porque quiero estar con su hijo. Karina, la madre de Jonathan, me dijo que subiera hasta aquí donde debo prepararme para mi "noche de bodas", también dijo que no nos preocupemos por nada, pues es el tercer piso y solo dos personas la ocupan aunque en diferentes lados. Luego de ver que subía con su reglo en las manos se fue de regreso a la fiesta para avisarle a su hijo que ya lo estaba esperando. Aunque yo sé claramente que no vendrá esta noche y honestamente eso me tiene sin cuidado. Hace seis meses me pidió ser su esposa. Él y yo nos conocimos hace dos años en la cafetería donde entré a trabajar luego de que mi padre falleció y el dinero empezó a faltar para las medicinas de mi hermanita. Él se hizo mi amigo luego de descubrir que era hija del amigo de su padre en la infancia y que estudiaba en la misma universidad que él. El tiempo pasó y nunca hizo algo que me dijera que estaba enamorado de mí y yo tampoco tenia esos pensamientos sobre él. Sin embargo, hace 10 meses atrás su padre lo empezó a presionar con obligarlo a casarse con alguna joven de buena familia. Él claramente tenía pareja pero no era la adecuada para presentar a su familia ya que no iban a aceptar esa relación por el qué dirán ya que son una familia adinerada con grandes empresas gracias a uno de los hijos del abuelo de mi ahora esposo. Por lo que decidió acudir a mí y al ver los ojos suplicantes de ambos, decidí aceptar, pero con la condición de que al cabo de un año pediría el divorcio y cada quien retomaría su camino. Ambos aceptaron y firmamos un acuerdo. Por eso mismo sé que Jonathan no vendrá esta noche y no es algo que me afecte. No tengo sentimientos amorosos hacia él. Luego de luchar con las tiras del corset y que terminaran cortadas por las tijeras que encontré en una gaveta con cosas para rasuras. Me deshago del pesado vestido para ir a tomar una ducha ya que es casi media noche y el cansancio me está matando. Salgo envuelta en toalla y me visto con la lencería que prepararon para esta noche ya que no tengo más ropa. No sé qué hicieron mi pequeña maleta. Me visto con el babydoll color azul cielo y unas bragas diminutas del mismo color. Todo es de encaje suave y fino. Dejo mi cabello suelto y me acuesto sobre las sabanas blancas de algodón. Cuando el sueño ya me a abrazado, siento unas suaves caricias por mi rostro que bajan por mi esternón. Besos húmedos sobre mi hombro y siento como las caricias descienden por mi cuerpo y se detiene en mis caderas apretando con fuerza haciendo que despierte de lo real que todo se siente. Pero cuando abro los ojos veo la silueta de un hombre, el pánico me invade y me impide gritar. Jonathan prometido no tocarme ya que él tiene a Taylor en su vida. Sin embargo, aquí está sobre mi cuerpo tratando de... ¡Ay, Dios mío! Siento algunas lágrima al borde mientras él sigue repartiendo besos sobre mi cuello y clavícula deteniéndose al borde de mis pechos donde inicia la lencería. - E_espera, qué es lo que haces- musito entrecortado pero él no responde. Baja la tela delgada y comienza a repartir besos al rededor de mis senos antes de llegar a mi pezón. Me retuerzo bajo su cuerpo pero a atrapado mis manos a los lado y su cuerpo está sobre el mío evitando que me mueva, está arrodillado con sus piernas a cada lado de mí. Mi respiración se vuelve más agitada cuando atrapa mi otro pezón y sin poder evitarlo comienzo a jadear y un gemido se escapa de mis labios cuando lo mordisquea. Todo mi cuerpo comienza a reaccionar a sus caricias y me odio por eso. No podemos hacerle esto a Taylor quien a sido amable y un apoyo para mí desde que Jonathan nos presentó. - Por favor..., no lo hagas- musito entrecortado sintiendo calor en todo mi cuerpo. Antes de poder decir algo más, él atrapa mis labios de forma posesiva. Suelto un jadeo cuando muerde mi labio inferior y aprovecha para meter su lengua en mi boca. Es un beso que me cuesta trabajo seguir ya que nunca había besado a nadie. Me relajo entre sus brazos, labios y caricias hasta que ya nada importa. No sé en que momento quedamos desnudos pero ahora él acaricia con sus dedos mi entrada. Pellizca mi botón de placer antes de meter un dedo en mi interior sin dejar de besar mis labios. Luego con dos dedos en mi interior me hace explotar de placer, nublando todo a mi alrededor. Antes de que pueda recuperarme, siento su m*****o rozar mi entrada y poco a poco comienza a entrar en mí pero se detiene. Deja de besarme y en medio de la oscuridad nos miramos a la cara (o al menos yo lo hago ya que es escasa la luz que se filtra). Es como si no fuera el mismo Jonathan que conozco. Todo él es diferente pero no presto mucha atención a eso ya que nunca antes lo había tenido así de cerca. Mis piernas están al rededor de sus caderas pero él sube una de mis piernas sobre su hombro y paso mis brazos al rededor de su cuello. - Eres mía- susurra una vez que va deslizándose en mi interior haciéndome estremecer ante su profunda y sensual voz que nunca habia escuchado. Por Dios ¡¡¿será que es otra persona?!! Doy un jadeo de dolor al sentir la incomodidad y algo de dolor al sentirlo irrumpir hasta que está por completo dentro de mí haciendo que olvide mi pregunta. Comienza a moverse poco a poco luego de unos segundos dentro y fuera de mí. La habitación se encierra en una burbuja de lujuria y pasión. Donde solo se escucha el choque de nuestros cuerpos, jadeos y gemidos. Cuando al fin acabamos me voy quedando dormida. Pero en el último segundo antes de rendirme por completo en el sueño, siento sus brazos atraerme a su calido pecho asiendo que suspire antes de quedarme dormida. 'Lo hecho, hecho está y no hay vuelta atrás Acabamos de consumar un matrimonio que no debía. Pero en este momento nada importa, debo descansar puesto que sé que mañana sí nos arrepentiremos de esto. . . . .